Capítulo 71: las dos caras de la magia
Bakugou tardó en dejar ir el cuerpo de Izuku e Izuku no hizo ningún amago de querer separarse de él.
El dragón había visto casi morir a su destinado ya dos veces y cada vez que se despertaba y le miraba con aquellos ojos verde esmeralda cristalizados, para él era cosa de magia; aunque puede que esta vez, algo de magia estuviera involucrada realmente.
El rubio finalmente se apartó un poco y observó el pecho de Midoriya mientras le acariciaba la mejilla. Ahí, donde hasta hacía nada había un agujero del tamaño de un puño, ahí, donde hasta hacía nada la cara redonda y los otros dos médicos se habían visto sobrepasados por la cantidad de sangre que manaba de la herida; ahí, donde el corazón estaba a flor de piel y cuyos latidos eran inaudibles... Ahí, ahora, no había ni rastro de algo parecido, y en su lugar, una gran costra de escamas color esmeralda resplandecía en medio del pecho delgado de Izuku.
Aquello parecía irreal. ¿Escamas? ¿Cómo podía tener Deku escamas? Sobre todo teniendo en cuenta lo más obvio de todo: que Deku era un humano.
¿¡Cómo narices podían haberle crecido escamas de la nada?!
Pero lo cierto es que así había sido. De repente, cuando la sangre parecía que manaría eternamente de su cuerpo como un lago, cuando la anciana negó con la cabeza al no sentir el pulso del chico desde hacía diez minutos, cuando Ochako se había rendido ya en la maniobra de reanimación y cuando las gasas del tercer médico eran incapaces de absorver ni una sola gota más; de repente, la sangre de Midoriya se comenzó a cristalizar.
Los tres sanadores retrocedieron asustados, y Katsuki, sin tener ni idea de lo que estaba pasando, solo pudo tomar la mano de su destinado y apretarla con fuerza hasta que sus nudillos se volvieron blancos.
No sabía qué estaba sucediendo y todos contuvieron la respiración mientras miraban atónitos cómo la sangre que se cristalizaba comenzaba a estancarse y a adquirir volumen en el pecho de Izuku mientras cambiaba de color a un tono verdoso.
De esta manera, los cristales finalmente adquirieron la forma de escamas y el agujero en su pecho fue cubierto totalmente por aquellas extrañas lamas de sangre que ahora brillaban tanto como las esmeraldas.
Cuando el proceso hubo terminado, la primera que tuvo el valor de acercarse fue Uraraka. Bakugou la miraba amedrentado, sin saber muy bien qué es lo que debía o iba a hacer la bruja a continuación.
Ella tampoco estaba realmente segura de ello, por lo que simplemente hizo lo primero que se le pasó por la cabeza. Lentamente, inclinó su cabeza sobre aquellas placas verdosas y aguardó unos segundos hasta que un potente latido resonó en su oído.
Sobresaltada, la castaña se echó hacia atrás en un acto reflejo y señaló nerviosa el cuerpo de su amigo.
– ¡É-Él está...!– exclamó con una mezcla de felicidad y pavor a partes iguales.
No obstante, Katsuki entendió a qué se refería la bruja y se apresuró a pegar su cabeza al pecho de Izuku también, obteniendo un latido intenso como respuesta.
¡Está vivo!
Justo después, el pecoso había despertado sudoroso y al borde de un ataque de ansiedad. Después de buscar su pecho y sorprenderse por las escamas que en él había, observó a su alrededor con la mirada perdida y como fue natural, los tres médicos le observaron sin poder creer todavía lo que veían sus ojos, tras lo cual, Bakugou se había lanzado sobre él a bocajarro.
– ¿Deku-kun... Te encuentras bien? – inquirió Uraraka una vez que los dos destinados se hubieron separado un poco.
– Yo... Creo que sí. – respondió el chico, aunque por inercia, su mano libre viajó hacia su pecho y se posó sobre aquellas extrañas escamas. – D-Duele un poco, pero creo que puedo soportarlo...
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Dragon king (KATSUDEKU)
FanfictionEl reino de Yuei es asediado por aterradores dragones, pero el príncipe Shoto está dispuesto a acabar con todos ellos para así deshacerse de las bestias que atemorizan a su pueblo. Junto al escriba real, el asustadizo Midoriya Izuku, emprende un via...