CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO

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CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO

KAILANI.

—Ajá, no me vas a decir que estás mareada por tantas vueltas que da la vida, porque yo he pasado por eso

Decidí enfrentar a Pilar, me ofende que no me haya dicho nada del embarazo. ¡Ella fue la primera a la que le conté que estaba en cinta!... Bueno, okay, fue Amanda, pero de haber escogido, ella hubiese sido la primera opción.

Nos dirigimos a la corte. Sigo un poco irritada con Bastian por lo que fui a casa de Pilar antes para así irnos juntas a la corte. Hoy dictan sentencia. Estoy jodidamente nerviosa, así que interrogar a mi mejor amiga es lo único que me ha distraído un poco de lo otro.

—Vale, estoy embarazada, ¿feliz?

¡Pero claro que lo estoy! Con una sonrisa la abrazo a las fuerzas porque no se deja. Igual, le lleno la cara y la cabeza de besos.

—¡Felicidades! ¡Estoy tan feliz por ti, Pily! —hace una mueca, nunca le ha gustado que la llame así, y eso que han sido contadas las veces —. Vas a ser una madre estupenda.

—Obvio que lo seré, ¿que es lo que no hago bien?

¿En qué momento empecé a hablar con Bastian? Agito la cabeza, riendo, sin perder la emoción.

—¿Se puede saber porqué estás tan enojada?

Vacila en hablar, pero al final me observa con lágrimas en los ojos, que la verdad, envían una punzada a mi corazón, alarmándome.

—Cody no quiere ser papá todavía —mira la alfombra del auto.

La mandíbula se me descuelga. Le voy a patear las...

—¿Ese imbecil no se hará cargo del bebé? —cuestiono, cabreada —. ¿Te lo dijo? ¿Te lo dijo, Pilar? —repito —. Lo voy a castrar, lo juro. Lo haré.

Esto es "Lo voy a castrar" el remix, la verdad.

—¡Él no lo sabe! —exclama.

—¿Qué? —mi expresión cambia.

—Al siguiente día que lo supe, intenté decírselo, estuvimos hablando sobre el futuro y él dijo que quiere viajar por distintos países el año entrante —cuenta —. Hizo énfasis en eso de que era lo mejor no tener una gran responsabilidad, que era un alivio no tener hijos porque ellos ponen trabas.

No digo algo porque la verdad es que no sé que decir que pueda ayudarle. Sólo me atrevo a acariciar su hombro descubierto.

—Y no sé que hacer, Jule —se le corta la voz —. Juro que estaba muy entusiasmada con la idea, pero... —hace una pausa —. No lo sé. Ya no sé ni que pensar.

—Debes hablar con él, nena.

—¿Y si me bota? —nuestras miradas conectan —. Jule, no sé si podría superar algo así.

—Pilar, cuando me embaracé tuve tus mismos miedos —digo —, y mi bebé era de Bastian. Si Bastian Cariecelli no enloqueció al saber que sería papá, ¿qué te hace pensar que Cody si?

—¿Escuchaste la parte en la que te dije que él no quiere hijos?

—No te va a matar el que hables con él —noto que estamos llegando —. Hazlo hoy, él no tardará en saber que hay algo mal, y lo mejor es que lo sepa por ti.

No muy convencida, asiente subiendo y bajando la cabeza varias veces, de forma algo distraída. Salimos del coche enfrentando a la multitud que nos disparan el flash en la cara.

HABACH: El precio de la fama. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora