Luke Lewis tenía un solo sueño: Convertirse en el próximo ganador del campeonato nacional de boxeo en peso ligero.
Tenía un único plan: Ganar.
Lo único que debería de hacer, era seguir las líneas perfectamente trazadas y planeadas con anterioridad...
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Siempre creí que los cumpleaños eran probablemente el día en donde mejor deberíamos sentirnos, en toda mi vida siempre fue así, excepto hoy.
No conseguí librarme de todo lo que mi madre quiso hacer, sabía que era con buena intensión, pero su efusivo festejo solo me hizo desear marcharme de casa. No hablo con Zack, de hecho, no hemos hablado desde nuestra discusión en la conferencia de prensa, he ignorado sus mensajes y llamadas, y me he rehusado por completo a recibirlo en mi hogar.
Tampoco hablo demasiado con mi padre, las cosas iban como la mierda entre nosotros, y fingir que estaba todo bien por mamá, era muchísimo más complicado de lo que siquiera imaginé.
Me siento aliviada cuando reconozco el auto de Luke estacionando fuera de la casa, es cerca de media tarde cuando él llega y el alivio que siento porque esté aquí es inmenso. Él baja, mi madre es la única que sale a despedirme e intercambia algunas palabras con Luke antes de que me suba al auto como medio de refugio.
—Te lo dije por mensaje esta mañana, pero...feliz cumpleaños —tiene una sonrisa radiante en el rostro, me observa con emoción mientras tiende una pequeña caja en mi dirección.
—Oh, por Dios —retengo el chillido emocionado que amenaza con salir de mis labios, tomo la pequeña caja en color negro, con el conocido logo de una marca de joyería en la parte superior.
—Ábrelo —pide.
Hago lo que dice, una exclamación brota de mis labios cuando lo hago. Un reluciente diamante en forma de corazón se muestra en el interior, una cadena de lo que estoy segura es oro blanco la rodea.
La tomo con delicadeza entre mis dedos, tiene un broche ajustable que permite acomodar la longitud del collar como mejor convenga, la pieza reluce entre mis dedos, es increíble.
—Luke...es...es hermosa —murmuro con emoción—. Es completamente hermosa.
—Me alegra que te haya gustado, no quería creer que solo caí en las estrategias de marketing de la vendedora —una leve carcajada brota de mis labios cuando dice aquello.
—Es lo más bonito que me han dado, Luke, de verdad.
—Bueno, leí por ahí que es perfecta para regalarle a alguien especial. Símbolo de amor, o eso decía en la descripción.
—Oh, eres tan increíble —lo tomo del cuello de la camisa para atraerlo a mí, nuestros labios se encuentran y me descubro a mí misma disfrutando tanto del contacto.
—Feliz cumpleaños, cariño —susurra contra mis labios—. Ahora, si queremos llegar a tiempo, debemos darnos prisa.
—¿Llegar a tiempo a dónde? —cuestiono con curiosidad acomodándome en el asiento.
—Bueno, un lujoso collar no es mi único regalo —expresa—. Debemos hacer un pequeño viaje, y estoy completamente seguro que te va a encantar.
