60.- Nuevos comienzos.

5.2K 331 36
                                    

El sonido de las hojas rompiéndose llena mis oídos a cada paso que doy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sonido de las hojas rompiéndose llena mis oídos a cada paso que doy. Sé perfectamente el camino, he venido pocas veces a este sitio, sin embargo, esta vez se siente diferente.

Me siento más ligero, como si de cierta manera todo el peso que cargaba sobre mis hombros hubiese sido removido. La culpa, el rencor, el dolor, todo ha desaparecido, y por primera vez en mucho tiempo, me siento como la persona que fui antes de todo el desastre.

Me ajusto el abrigo, la temperatura era demasiado fría lo que me obliga a esconder las manos en mis bolsillos, en un intento de mitigar la sensación fría en mi piel.

Me detengo justo frente a su tumba, me coloco de cuclillas por algunos instantes antes de dejarme caer sobre el césped. Saco las manos de mis bolsillos, y tomo una bocanada de aire antes de comenzar a hablar.

—Hola, amigo —saludo mirando la inscripción de su nombre.

Juego con mis manos, repitiendo las palabras en mi mente antes de decirlas.

—No sé muy bien que es lo que debo decir. Supongo que primero debo decirte que Andrew está bien, es un bebé demasiado despierto, con una energía que sin duda te sorprendería —sonrío con ligereza—. Es idéntico a ti, tanto que seguramente estarías orgulloso de presumirlo. Luisa también está perfectamente, tan deslumbrante como siempre.

Suspiro, dejo de mirar su nombre para fijar la atención en otro sitio.

—Todos estamos intentando continuar, ser los mismos, y parece ser que después de tanto tiempo, al fin lo estamos consiguiendo. Las cosas marchan bien para todos, y supongo que debo decirte que conocí a alguien, se llama Alessandra. —no puedo evitar que una leve sonrisa se filtre en mis labios cuando hablo de ella.

Me rasco la parte trasera del cuello, nunca fui bueno para los monólogos, aunque sabía perfectamente que esto no era uno precisamente.

—Creo que te hubiese agradado, es como tú. Son tan parecidos que cuando estoy con ella es como si te tuviera a ti. No estoy comparando, eh. Solo digo que creo que Less es alguien que hubiese tenido tu aprobación inmediata.

Dejo de mirar su nombre para centrarla en otro punto.

—Pero no es eso lo que me trajo hasta aquí —admito. —Cuando te fuiste me pediste algo. Y lo logré. Gané ese cinturón.

Mi voz tiembla.

—Sé que estuviste ahí, sé que viste lo que hice —susurro con emoción—. Gané por ti, por mí. Carter, soy el campeón del mundo y lo único que me gustaría ahora, es que estuvieses conmigo para celebrarlo, para irnos a un viaje a las vegas y olvidarnos de todo. Pero sé que no será posible, nunca lo será. Sé que estás bien, sé que no importa el lugar en el que te encuentres, estás bien.

Tomo una inhalación.

—He dejado de sentir culpa por lo que pasó —mi voz brota en un susurro suave—. Al fin he dejado de recriminarme y recriminar a los demás. Creo que he aceptado tu partida, después de meses, he aceptado que ya no estás aquí. Y que estaré bien.

Contra las cuerdas. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora