57.- Últimas fuerzas.

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Canciones: Running - Mike Will 

                        I will go to War || Tessa Thomson. 

Bruno me coloca los protectores bucales, sonríe mientras palmea uno de mis brazos

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Bruno me coloca los protectores bucales, sonríe mientras palmea uno de mis brazos.

—Muéstrale de que estás hecho —pide.

El sonido de la campana llena mis oídos, tomo una profunda inhalación caminando hacia el centro del cuadrilátero mientras elevo los puños y me pongo en guardia.

Zack me mira, mantiene la atención en mí antes de moverse. Su primer movimiento es un derechazo que vuela cerca de mi rostro, benditos sean mis reflejos que consigo esquivarlo y contraatacar con un jab.

Zack trastabilla hacia atrás mientras sacude levemente la cabeza, me acerco, mi guante conecta contra su torso mientras lanzo un golpe contra su pómulo. Un grito colectivo inunda la sala cuando consigo asestar un par de golpes más.

Pero sé que eso es lo que quiere, me está permitiendo golpearlo porque trae algo entre manos. Algo que no sé, pero necesito descubrir ya.

Regresa a mí, eleva los guantes y lanza un par de golpes, he visto sus peleas, lo he seguido de cerca, esta no es su manera de pelear. Me obligo a mí mismo a dejar de pensar en eso porque necesito enfocarme, necesito estar concentrado.

Me está dando la pelea, me está permitiendo golpearlo, no sé qué es lo que pretende, pero tomo la oportunidad.

Mi puño se dirige a su rostro, él consigue bloquearlo y el dolor explota en una de mis costillas cuando lanza un golpe bajo, me encorvo con ligereza y le doy la oportunidad perfecta para atacarme. Los golpes me sacuden, retrocedo intentando cubrirme, pero es imposible, es demasiado rápido y la fuerza de los golpes que deja contra mi cuerpo me nublan.

—¡Cúbrete, Luke! ¡No dejes que te lleve a las cuerdas! —el grito de Bruno penetra mis oídos, lanzo un golpe descuidado que ni por asomo lo toca. Zack responde con dos golpes contra mi torso que me arrebatan el aliento de forma abrupta.

Soy capaz de bloquear el golpe que viene contra mi rostro, pero la fuerza de su puño consigue que mi espalda choque contra una de las esquinas. Estoy donde quiere, lo miro sonreír con ligereza mientras lanza un derechazo que no consigo detener.

—¡Sal de ahí! ¿Qué crees que haces, Luke? ¡Sal de la esquina!

Siento su puño golpear mi nariz y quedo desorientado, intento defenderme, bloquear los golpes, pero no soy capaz, otro golpe es asestado contra mi mandíbula y el dolor se presenta de forma intensa.

El sabor a sangre llena mi boca y la visión se vuelve borrosa por un par de segundos, jadeo cuando deja un golpe contra mis costillas quitándome el poco oxígeno que he conseguido llevar a mis pulmones.

El sonido de la campana me parece glorioso, el árbitro intercede, quitándome al imbécil de encima y sacudo la cabeza, intentando orientarme.

—Le diste justo lo que quería —reprende Bruno—. Está jugando contigo, quería que te sintieras confiado para atacarte.

Contra las cuerdas. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora