LUNA ESCARLATA (Namjin)

25❤

Cualquiera en su lugar habría cerrado los ojos a la espera del inminente final, habría incluso suplicando piedad y una oportunidad de vivir, pero Jin no quería hacerlo, deseaba observar cada movimiento y que, a su vez Namjoon observe sus ojos verdes hasta presenciar su último ápice de vida en ellos, que tuviera aquel recuerdo por muchos años hasta que fuera un grano de arena en su desierto de memorias, hasta volverse nada.

Estando listo para saborear el frío de la muerte, una sombra tras Namjoon cobró vida como un huracán, como un tsunami aterrador intentando destruir todo a su paso.

Jungkook había despertado cuando su padre vampiro lanzaba por los aires a su padre omega, en ese instante su animal interno cegado por una furia roja que cayó en sus ojos cubriendo cada milímetro de razón lo hizo levantar de donde estaba, incluso despejó todo temor y se abalanzó hacia adelante queriendo descuartizar al vampiro que amenazaba a su padre omega con una pistola en su mano, sin importar que fuera su propio padre vampiro y sin importar la fuerza que tenía añoraba desgarrar su garganta.

La aceptación en la que estaba envuelto Jin desapareció en un segundo y solo aquello hizo falta para que Namjoon volteara su pistola en dirección a Jungkook y jalara el gatillo impactando en su rostro.

El cuerpo de Jin avanzó sin darse cuenta tan rápido que se transformó en una sombra y antes de que el cuerpo de su hijo tocara el suelo, Jin lo atrapó. Sangre salpicó por todas partes tiñendo las paredes blancas de un rojo carmesí intenso y un aroma metálico se esparció por todas partes.

Su hijo, su preciado hijo estaba herido en un costado de su rostro, la bala había pasado por su mejilla en dirección hacia arriba dejando una herida amplia que pasaba a un lado de su ojo izquierdo provocando un sangrado intenso que no paraba tanto que Jin no estaba seguro de si la bala había ingresado en el cráneo de Jungkook o no.

-Jungkook, mi, mi, mi bebé-sus manos temblorosas acogieron a su hijo con tanta delicadeza como si fuera un pétalo marchito que podría romperse en cualquier momento.

TRas el impacto de ver a su hijo herido de esa manera, sus sentidos volvieron y solo cuando escuchó los débiles latidos de su corazón colocó a Jungkook en el suelo despacio y volteó a Namjoon y con lágrimas en sus ojos saltó en su dirección intentando golpear con sus puños sin alcanzarlo, pateando sin conseguir nada. Kim Namjoon era demasiado rápido y veloz que no conseguía siquiera rozar la superficie de su piel.

En un momento en el que golpeaba con fuerza en el aire sin importarle las fracturas de sus huesos, Namjoon desapareció y apareció a su espalda para colocar el arma en su costado y disparar. La bala perforó uno de sus pulmones y aún así Jin no sucumbió. Escupió una bocanada de sangre y volteó con la intención de golpear a Namjoon con sus puños pero falló y cayó al suelo de rodillas, estando en suelo, sintió la fuerza de otra bala en una de sus piernas y luego otra en su hombro y luego otra en su pecho, la cual se alojó cerca de su corazón, aquella bala por fin hizo que su cuerpo cayera al suelo frío.

Con el sabor metálico de sangre en su boca alargó una de sus manos en dirección a la de su hijo y cuando su mano llegó hasta tocar su rostro con la punta de sus dedos, Jungkook abrió sus ojos por un momento y luego aquel vampiro al que una vez amo, le disparó a su hijo en el pecho.

Sus oídos zumbaron intensamente, su respiración casi desvaneciéndose y sus párpados a punto de sucumbir y cerrarse observaron a Jungkook por última vez y luego nada, la oscuridad lo envolvió por completo.

Aquella casa de campo quedó en ruinas con sus paredes teñidas de sangre, el suelo de madera poco a poco su color café era reemplazado de un color rojizo brillante de espesa y tibia sangre provocado por un vampiro de mirada profunda y distante.

Sus pasos resonaron y pisaron la sangre tibia, dejando sus huellas al salir. Con cada paso aquella sangre se desvanecía de la planta de sus pies dejando únicamente el aroma metálico y un ápice de aroma a sándalo y flores silvestres, la evidencia de su debilidad.

Kim Jong Suk, el Soberano de la Oscuridad observó divertido a su hijo salir con su ropa manchada de sangre, con las plantas de sus pies repletas de sangre cambiante. Sus ojos brillantes manteniendo una lágrima en ellos que parecía pronto a derramarse lo sorprendió.

Había sido tan difícil mantener su mente bajo su control, su hijo luchó tanto en mantenerse cuerdo, sin embargo no pudo hacerlo. Jong Suk ya deseaba ver su expresión cuando se enterara de la muerte del cambiante que amo y cuando tuviera pleno conocimiento que fue su propia mano la que lo hizo...¿el sufrimiento que sentiría a donde lo iba a llevar?, estaba tan curioso por saber.

-Quema la casa entera, que no quede nada-sonrió Jong Suk al dar las últimas órdenes a Park Jin Young para luego desaparecer junto con Namjoon.

Cuando Park Jin Young entró al ver aquella escena en la que el padre omega mantenía una mano en el rostro de su hijo con múltiples heridas de bala en su cuerpo y tras de sí había una enorme mancha de sangre que indicaba que se había arrastrado hasta ahí. Esa visión inundó su corazón de arrepentimiento por lo que solamente pudo colocar la gasolina alrededor de los muebles rotos y por todas partes menos en los cuerpos de aquel omega y su hijo.

Estando en el exterior lanzó un encendedor y toda la casa se envolvió en llamas rápidamente y sin tener el corazón para verla consumirse corrió tan rápido como sus pies se lo permitieron.

🩸

-Trata una vez más-pidió Tahyung al vampiro encargado de rastrear a Jungkook, su voz estaba cada vez volviéndose más desesperada con cada minuto que pasaba sin saber la ubicación de Jungkook.

-No puedo encontrarlo, el localizador parece estar fallando, tal vez sea hora de llamar al Soberano Kim.

-Haz el intento con el padre omega de Jungkook y no informes de esto al Soberano Kim, tu obediencia es con Min Yoongi.

-Sí Señor.

En el transcurso de los años Min Yoongi había convertido a muchos vampiros ocultando a sus miembros bajo el nombre de Namjoon, siendo Taehyung el encargado de dirigirlos cuando Min Yoongi no se encontraba disponible y en estos momentos el Soberano Min había ido de viaje a un lugar lejano donde toda comunicación era imposible y justamente en este día los localizadores de Jungkook y Jin estaban fallando. Taehyung había estado tratando de localizarlos desde que salieron del bosque sin resultados, era como si se los hubiera tragado la tierra.

Sabía que tenían una cabaña en la entrada del bosque pero cuando fue allí a ver qué es lo que sucedía con sus localizadores , no encontró nada en la casa, no había un solo rastro de Jungkook, Jin y el Soberano Kim. Ya sin poder esperar más decidió comunicarse con Kim Namjoon directamente y al escuchar su tono de voz algo extraño, más de lo usual, no preguntó más y colgó la llamada.

Sin querer perder más el tiempo fue a su escritorio y tomó el número de Hope para encontrar a Jungkook y Jin.

Apenas marcó el número la llamada fue contestada por una voz profunda.

-¿Qué necesitas?