LUNA ESCARLATA (Namjin)

Extra parte 1

Bajo el castillo de Yoongi se siente el aire helado, la humedad en el ambiente lo envuelve todo dejando el aroma a musgo por todas partes y justo en ese lugar tan frío se encuentran los calabozos, celdas en los que permanecen algunos vampiros que Seokjin no conoce.

Algunos lo miran asustados, otros se esconden en una esquina queriendo de alguna manera fundirse con las paredes y cuando está a punto de ir a la última celda al final del calabozo halla un par de rostros conocidos o lo que queda de ellos.

En un calabozo se encuentra Mi Yeon, la vampiresa que fingió ser esposa de Namjoon en su ausencia o los restos de ella.

Su cuerpo se transformó en un saco de huesos, su rostro que una vez fue hermoso, ahora no es más que la sombra de la hermosa vampiresa que fue. Su cabello negro son hebras descoloridas y maltratadas. Su cuerpo se encuentra colocado en una silla de metal, cada mano atada por las muñecas a los reposabrazos está atravesada por tubos, seguramente están hechos de plata y su cabeza, incluso su cabeza es atravesada con aquellos tubos haciendo que esté siempre erguida, cada herida parece haber sangrado mucho o eso parece, pues ahora no hay nada más que sangre seca a su alrededor.

Y en la celda siguiente está Park Jinyoung, el antiguo secretario de su esposo en las mismas condiciones que Mi Yeon, sin embargo este tiene muchos más tubos de plata atravesando su cuerpo, pero a diferencia de Mi Yeon, sus heridas siguen sangrando en pocas cantidades.

Lo que es aún más terrible de su situación es que al frente de ellos se encuentran humanos inconscientes conectados a soportes vitales que los mantienen con vida y en sus venas agujas sacan sangre constante de ellos en pequeñas cantidades.

Desde donde se encuentran deben olfatear la sangre. Debe ser tortuoso tener el alimento tan cerca y tan lejos a la vez, si se mueven un solo milímetro las heridas provocadas por los tubos debe doler mucho.

Verlos de esa manera no toca ninguna fibra sensible, están ahí por sus acciones. Ellos fueron los causantes de lo que viven ahora y no hay nada que pueda hacer por ellos más que observar y pasar de largo.

Al final del los calabozos se encuentra Erik sus manos, pies y cuello están atados por grandes cadenas de plata, parece un prisionero y en cierta medida lo es y lo será aunque pueda salir de este lugar y regresar a casa, seguirá siendo un prisionero.

-¿Alguna vez viste el rostro del Ejecutor principal?-pregunta Seokjin sin rodeos.

-No-responde Erik en voz baja y cansado.

-¿Hay algún registro de los Ejecutores?¿En alguna parte está la información de quienes fueron o de donde vinieron?

-Sí, deben estar en la habitación del Ejecutor principal, en una caja fuerte en el techo, nadie más que uno de nosotros la puede abrir.

-La caja debe estar aquí y la abrirás para mí-ordenó Seokjin en voz plana.

-Lo haré, haré lo que me pidas, solo...solo déjame volver.

-¿Volver?¿A dónde?¿A casa?-preguntó con una sonrisa altanera sin gracia-¿quieres volver a casa donde te espera Solar? Mi hermana que confió en ti y tú...tú le mentiste todo el tiempo, todos estos años no fueron nada más que mentiras y sigues mintiendo.

-Lo tuve que hacer, yo...lo hice por deber.

-¿Qué fue lo que hiciste?-quiere saber Seokjin al ver a Erik tan abatido por algo que se encuentra en la punta de su lengua desesperado por salir a la luz.

-Fui yo-admite en un suspiro bajando la cabeza-yo estuve ahí, empuje el auto con tu familia dentro, yo quería llevarte a tí y a tu hermana, pero las cosas se pusieron difíciles.