LUNA ESCARLATA (Namjin)

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Es un capítulo muy largo espero que lo disfruten.

Después de una noche en medio del bosque persiguiendo muy de cerca al recién convertido leopardo de nombre Jungkook, Jin se encontraba conduciendo de vuelta a una pequeña propiedad cerca del bosque. Jungkook en la parte trasera de la camioneta dormía como un bebé y su esposo Kim Namjoon a su lado suspiraba escuchando los reproches de su secretaria Jenny, quien por supuesto volvió a regañadientes a su puesto luego de unas cortísimas vacaciones.

-Tengo que volver-comunicó Namjoon en un suspiro con un rostro triste observando a Jin con mucha melancolía.

-Quisiera pedirte que no fueras.

-Jenny necesita algunos documentos además de indicaciones para ponerse al día, ya que su sustituta no está...

-Lo sé, es mi culpa que su sustituta no esté-respondió Jin a la indirecta de su esposo con una sonrisa cantarina.

-Voy y vuelvo rápido-antes de desaparecer Namjoon dejó un suave beso en la mejilla de su felino observando esos hermosos ojos verdes resplandecer por un momento.

Antes de darse cuenta Namjoon se había ido, dejando a su paso un delicado beso que cosquilleo en su mejilla y su aroma característico impregnado en su cuerpo, lo que lo hizo absolutamente feliz. Sin importar el tiempo, días tras día, año tras año, Jin sentía ese amor ardiente, posesivo y explosivo que Namjoon le tenía, uno que calentaba su corazón hambriento.

Con el pensamiento de tener el amor más hermoso del mundo entre sus manos palpitante llenando su ser de cariño, Jin llegó frente a la pequeña casa de campo que usaban cuando iban a acampar, bajó estirando su cuerpo cansado de conducir y luego fue a despertar a su hijo durmiente, quien no abrió los ojos al bajar, mucho menos cuando entró a la casa a seguir durmiendo.

Solo cuando Jin tuvo todo en orden dentro de la pequeña casa de campo, decidió hacer un nutritivo desayuno que consistía en carne y más carne para el felino que ya debía estar hambriento y como si lo llamase con el pensamiento, Jungkook apareció en la cocina con sus ojos adormilados guiándose por su olfato hasta donde estaba toda la comida que preparó Jin.

-Tengo hambre y mucho sueño papá-habló Jungkook con una voz ronca y suave sentándose frente a la mesa para comer como un animal hambriento.

-Debes estar muy cansado, pero no te conviertas en un salvaje, usa los cubiertos-regañó Jin quitándose el delantal blanco que estaba usando para luego tomar asiento a un lado de su hijo para acariciar su cabello desordenado, acercando su nariz tratando de olfatear el aroma de Jungkook, sin conseguirlo.

Desde hace un par de meses atrás su olfato iba y venía, al igual que su fuerza y rapidez. Hoseok revisó su cuerpo de pies a cabeza y no obtuvo ninguna respuesta más de la que ya tenía. Su pantera interna seguía descontrolada, tal vez era un efecto más. Sin pensar con detenimiento a qué se debía la ausencia de su olfato, Jin tomó un buen sorbo de café al mismo tiempo en el que el timbre sonó un par de veces.

-¿Alguien más tenía que venir?-preguntó Jungkook levantándose para abrir la puerta.

-No-respondió Jin sujetando el brazo de Jungkook deteniéndolo.

Una sensación de cosquilleo empezó por la columna vertebral de Jin hasta llegar a su cabeza cuando el aroma del café y el de su hijo vino como un huracán, acompañado de otros aromas muy fuertes que estaban al otro lado de la puerta.

Con un movimiento veloz sujetó a Jungkook de los hombros y junto con él fueron a parar al piso antes de que todas las ventanas se hicieran añicos. El sonido metálico que provocaron las granadas al tocar el piso provocó un fuerte palpitar en el corazón de Jin.