LUNA ESCARLATA (Namjin)

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Aquí les dejo la imagen de la portada, como dije les di un mega spoiler en la portada :P

Por un momento al ver a ese muchacho de dorados cabellos y sonrisa brillante correr a sus brazos todo lo sucedido desapareció en un instante. Seokjin olvidó por completo los malos pensamientos mientras se concentraba en las palabras de Jungkook que venían como un torbellino, lo que le recordó a Solar cuando tenía esa edad, tan parlanchina como un loro, también vino a su mente un cachorro que hablaba hasta por los codos.

-Te extrañé mucho papá, ¿Cómo te fue? ¿Qué hiciste? ¿Cómo es allá? Aquí hay muchos tigres, no hay más felinos, pero sí mucho oro papá, hay por todas partes hasta en las paredes de nuestra casa y también muchos diamantes, ah también hicieron un retrato mío con muchas joyas, estas dos semanas fueron una locura total y también...¡oh no! Esa chica molesta me encontró, ¡ayúdame papá!-dijo Jungkook escondiéndose tras su espalda.

Seokjin no pudo decir una sola palabra cuando observó a una tigresa venir corriendo en su dirección y tras de ella venían al menos diez alfas tigres tratando de alcanzarla y protegerla al mismo tiempo.

-No me digas que ella es...

-Se le metió en la cabeza que ella y yo...tenemos un destino, ayúdame, no me quiero casar tan joven.

-No puede ser-susurró Seokjin observando a la princesa de ese reino hacer una gran reverencia al saludarlo.

-Es un placer tener al padre de mi prometido en casa-con una enorme sonrisa la princesa alzó su rostro dejando ver esos grandes y resplandecientes ojos verdes claros que compaginaba perfectamente con su tez bronceada y cabello negro ondeante con la suave brisa de la selva.

-El placer es mío al ser recibido por usted princesa y sería un placer también que me ilumine acerca de mi hijo siendo su prometido-sonrió Seokjin caminando en medio de la princesa y su hijo quien aún trataba de esconderse con ímpetu.

-Aún no se lo digo a mi padre si eso es lo que quiere saber, aún estoy convenciendo a Joel para que acepte mi propuesta.

Joel es el nombre que escogió Seokjin para Jungkook, uno de los tantos nombres que tenía en casos de emergencia.

-Entonces es así-con las palabras de la princesa, Seokjjin tuvo tranquilidad. Al menos en estas dos semanas no comprometieron a su hijo mientras no estaba-lo siento pero creo que deberíamos discutir más sobre el asunto.

-Por la edad no debe preocuparse como puede darse cuenta, me veo muy joven pese a sobrepasar a Joel con un par de años.

-En realidad son más de un par de años-contestó Jin nervioso, en realidad la princesa sobrepasaba a Jungkook con siete años aproximadamente.

-Si no puedo ser su esposa entonces seré su mejor amiga.

-Pienso que eso estaría mucho mejor.

-Entonces está decidido, pero si cambia de opinión alguna vez, siempre puede venir a mi y proponerme matrimonio-dijo finalmente la princesa parando sus pasos frente a un auto negro brillante estacionado a la espera del cambiante más preciado del reino, en la entrada de la estación de tren-y una cosa más Mr. Jhon, mi padre desea verlo y a su hijo esta noche en el banquete de bienvenida dedicado a usted, lo espera a las ocho en punto.

-Ahí estaremos.

Sin decir una palabra más, Seokjin entró al auto sorprendido al ver a su hijo ya dentro colocándose el cinturón de seguridad desesperado por partir.

-¿Podrías decirme qué pasó mientras no estaba?

-Es demasiado, esa mujer está loca, cuando te fuiste rápidamente empezó a seguirme por todas partes diciendo cosas del destino y no se qué, por suerte no le dijo nada a su padre de sus deseos de casarse conmigo, sinceramente ya me estaba viendo en un atuendo de casamiento mientras no estabas.

-Si fueras su destinado no habría escapatoria, ¿sientes algo cuando la miras?-quiso saber Seokjin preguntando con calma pese a casi estar a un paso de la desesperación misma por saber la respuesta.

-Es una mujer muy bonita, pero no siento nada cuando la veo.

-Eso es un alivio-suspiró Seokjin al tener esa información. Según sabía el mundo de la realeza es una auténtica tortura, llena de discordias e intentos de asesinatos por doquier y peleas por el poder a cada paso, aunque si ponía todo en balanza no era diferente al aquelarre Kim-además de un intento de matrimonio ¿Qué mas pasó en tu estadía?

-Probé mucha comida, muy condimentada, demasiado, estuve enfermo por un par de días y me dieron mucha ropa holgada como esta-indicó Jungkook levantando la tela de sus pantalones, una tela muy suave y delicada color lila-¡Ah! También me preguntaron porque mi padre usaba un velo ocultando su rostro, a unos les dije que tenías una enfermedad que deformó tu rostro por completo, a otros les dije que era demasiado hermoso para este mundo y que con solo observarte podía llevarlos a una obsesión llena de locura.

-Bien hecho-alabó Seokjin a su hijo palmeando su cabeza.

El resto del camino Seokjin se puso al tanto de todo lo que hizo su hijo mientras no estaba, no había nada de qué preocuparse a más de los males estomacales que le produjo la comida demasiado condimentada de estas tierras, del agobiante ambiente caluroso y de una propuesta fallida de matrimonio.

Cuando Jungkook terminó de hablar ambos se sumergieron en sus propios pensamientos en tanto el auto avanzaba por la ciudad hasta llegar a un apartado camino solitario que los llevaba a una hermosa propiedad lejos de toda civilización cubierta por enormes árboles y maleza por todas partes.

El chofer que los llevó dejó la llave en manos de Seokjin, se despidió y luego se fue en una motocicleta dejando a los propietarios completamente solos.

Jungkook entró rápidamente escapando del calor del exterior para luego tomar asiento en el sofá a la espera de su padre.

Por su parte Seokjin entró con cautela a la nueva propiedad, sus ojos fueron a parar al techo en el que estaba una hermosa figura dorada esculpida en oro seguramente, inmediatamente su memoria lo llevó a otro lugar en el que el techo está adornado con una pintura. Con el corazón lleno de amargura pensó en mandar a quitar esa escultura del techo, mientras una de sus manos quitaba el velo negro de su cabeza dejando ver su rostro y sus ojos rojos.

Con pasos lentos avanzó dejando caer el velo negro al suelo en un delicado movimiento, luego revisó todo el primer piso recorrió todo el lugar para después ir al segundo, verificó salidas de emergencia, pasillos secretos que mandó a instalar y por último fue al piso subterráneo donde se encontraba una habitación enorme totalmente oscura, la cual se llenó de luz cuando Seokjin encendió las luces dejando ver las muchas armas que mandó a pedir antes de su llegada con su hijo hace más de dos semanas.

Su corazón se agitó al observar espadas de doble filo y de un solo filo colocadas en estantes en orden en la pared, dagas de todos los tamaños y formas y pistolas de todo tipo se encuentran reposando brillantes a la espera de ser usadas.

Al pisar el lugar Seokjin supo que estaría mucho tiempo en esta habitación.

Sus dedos acariciaron con suavidad la hoja filosa de una de las espadas, la textura dura, fría y resplandeciente reflejaron parte de su rostro, en especial sus ojos, aquellos ojos rojizos que odiaba profundamente, tanto que si pudiera los arrancaría con sus propias manos.