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Estoy de vuelta,  los extrañé muchísimo. 

No pude escribir porque estuve ocupada, tuve que mudarme de habitación y nos saben el mundo de cosas que tengo, ni yo sabía que tenía tanto, en especial basura jajajajjaja, parezco ratón, pero bueno ahora que ya me organicé mejor pude arreglar el problema que tuve con mi cuenta de google y también con mi computador, aunque en realidad no hice mucho, además tuve un bloqueo horrible, no sabía donde me quede y que es lo que tenía planeado para los fics que estoy escribiendo, pero ya recordé casi todo jejejejeje y sumando a todo esto tengo esa picazón de empezar otro fic , pero lo voy a dejar a un lado hasta terminar uno de los que estoy escribiendo.

Sin más que decir, disfruten de su lectura.

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤Con amor Ely ❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

-Debes irte ahora-pronunció Jin apartándose de Namjoon en voz baja sin querer hacerlo.

-¿Y si falto hoy?

-No puedes dejar el trabajo a un lado-caminó en dirección al estéreo para apagar la música-según escuché tienes una reunión importante hoy.

-Dame un beso y me voy.

-Te doy dos si te vas ahora.

-¿Por qué quieres que me vaya tan rápido? ¿Quieres deshacerte de mí de este modo tan cruel?-Namjoon siguió a Jin para abrazar su cuerpo por la espalda, colocando el mentón en su hombro.

-Si no te envió pronto no irás a ninguna parte en toda la tarde y luego no te veré hasta mañana.

-Mi gatito no puede dormir sin mi, eso me hace muy feliz.

-Tu gatito va a golpearte si no te vas ahora mismo.

-Eso es maltrato intrafamiliar, pero acepto cualquier cosa de ti así que esta bien. Nos vemos en la madrugada, te amo.

Con un par de besos en los labios Namjoon desapareció como todas las tardes. Su silueta fue desapareciendo hasta no quedar nada en donde se encontraba de pie, dejando un leve aroma a caoba, un aroma cítrico, amaderado, suave y muy denso a la vez. Para ese entonces todo su hogar emanaba ese aroma a madera recién cortada, uno acogedor, cálido que abraza fuertemente su cuerpo, provocando un fuerte palpitar en su pecho, con miles de recuerdos viniendo a su mente de vez en cuando dejando una sonrisa en su rostro.

Desde el momento en el que aceptó ser el esposo de Kim Namjoon su vida se volvió de alguna manera mucho más relajada, tenía viajes cada cierto tiempo cuando tenía algún trabajo que hacer. Búsquedas que no requerían tomar demasiados riesgos venían e iban, dejando un vacío que trataba de llenarlo con alguna actividad como tomar clases de fotografía o de cocina, siendo la decoración de interiores lo que llamó su atención y ahora remodelaba su casa cada dos meses si no era menos.

A su hijo Jungkook, un adolescente de quince años le solía disgustar los continuos cambios que realizaba en casa, sin embargo no dudaba en ayudar cada vez que podía o que estaba sin nada que hacer, lo que Jin agradece mucho, pues los constantes cambios en la decoración en algunas ocasiones se volvieron tan solo un pretexto para pasar tiempo con su único hijo que, ya atravesando esa edad en la en la que pasa más tiempo fuera de casa que dentro, no le dedicaba mucho tiempo a la familia.

Namjoon parecía no disgustarse demasiado o aparentaba no dejarse notar lo triste que estaba por dejar de ser el centro de atención de Jungkook, pero lo estaba, por lo cual la noche siguiente estaban a punto de ir a un viaje familiar a una de las muchas propiedades de Namjoon en las montañas, una simple excusa para hacer que el adolescente en el que se estaba convirtiendo su pequeño retoño pasara más tiempo con sus padres.

LUNA ESCARLATA (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora