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Me siento muy mal por no poder darles actualizaciones, al menos quiero darles un capítulo este día. No estoy en buen momento de mi vida y por eso al menos quiero poder escapar de todo escribiendo, gracias por acompañarme.


Risas mezcladas con notas de piano que en el aire resuenan lentamente por todas partes, la música viene a sus oídos como caricias acogedoras y el viento que golpea su rostro atrae suavemente una ola de aroma a caoba recién cortada, un aroma atrayente, suave y a la vez profundo, uno que lo envuelve tiernamente, luego ese mismo aroma se transforma en espinas que estrangulan su cuerpo hasta dejarlo por completo en un torbellino de dolor y angustia, de miedo y tristeza.

El pecho de Seokjin duele ensangrentado en el cual su corazón se esfumó por completo, dejando tras de sí un agujero vacío lleno de amargura y de un sentimiento de decepción, traición, dolor, el más grande dolor que lo hace sucumbir y desear la muerte misma.

Seokjin grita desesperado envuelto en garras que lo aprisionan, sin darle un respiro, apuñalando su cuerpo y volviendo su carne y alma en un despojo de un ser vacío.

En medio de esa tortura su pecho empieza a calentarse hasta el punto en el que el calor se vuelve tan fuerte que siente su carne ser quemada por llamas ardientes y luego una fuerza descomunal aparece apartando de su interior aquello que lo hace un cambiante.

Seokjin ahoga un grito desesperado intentando retener a su pantera interna, más no lo logra y siente la muerte misma venir sobre su cuerpo.

Una vez el dolor desaparece Seokjin sucumbe totalmente en un sueño tan largo como la eternidad misma, sumergiéndose en una oscuridad tan espesa que sus extremidades no se mueven con ninguna intención de pelear por salir de ahí. Aquel lugar es cálido, suave, acogedor, tranquilo, acalla por completo los pensamientos de su mente.

En medio de aquella oscuridad que lo retiene escucha un leve sonido del motor de una máquina que poco a poco se acentúa, el aroma a medicinas y a desinfectante se cuela por sus fosas nasales tan fuerte que su estómago se vuelve un revoltijo demasiado incómodo.

Los vellos de su cuerpo se levantan mientras su piel se adapta a la temperatura de donde se encuentra, no siente frío a pesar de que hay una brisa fría constante saliendo de algún lugar, todo su cuerpo se encuentra templado, mientras todos sus sentidos se agudizan. Los músculos de su cuerpo parecen ser más fuertes, la sensación de un poder que nunca antes había sentido se expande en tanto su garganta seca pide alivio de alguna manera, necesita de algo que la empape de calor, necesita líquido, uno espeso con sabor a naturaleza.

Entonces los párpados de Seokjin se abren dejando ver un par de iris rojizos tan luminosos incandescentes como las llamas crepitantes del fuego del mismo infierno. El verdor que una vez existió en sus ojos fue dejado atrás para dar paso a un rojo tan espeso como la sangre siendo iluminado por el suave fulgor de la luz de la luna, sin dejar atrás los matices dorados que, por alguna razón se negaron a retirarse.

Seokjin se mantuvo inmovil por un largo momento hasta perder el sentido del tiempo. Su garganta que clamaba por alivio poco a poco fue aplacando la sed de sangre hasta extinguirse por completo y solo cuando sus ojos rojizos bajaron la intensidad los músculos de su cuerpo accedieron a moverse normalmente.

Seokjin levantó la parte superior de su cuerpo hasta quedar sentado sobre la cama, la tela era suave, el aroma a desinfectante le pareció incómodo y pestilente pero soportable. En esa posición se mantuvo observando el plástico que envolvía toda la habitación, los movimientos tan suaves parecían hipnotizantes mientras los recuerdos de antes de desmayarse aparecieron uno por uno.

-Kim Namjoon-sus labios se movieron al pronunciar aquel nombre sin emitir un solo sonido.

Kim Namjoon lo había traicionado, había jugado con él todos esos años. Todos sus sentimientos, sus acciones, sus sacrificios solo fueron un entretenimiento para el vampiro, todo lo que le dio fue reducido a cenizas y desaparecieron con una brisa, como si nunca hubieran estado ahí.

-Si tan solo pudiera hacer que su existencia desapareciera de este mundo, de alguna manera lograr que su respiración se detenga, olvidar que un día mi corazón te quiso, ¿sería más feliz? ¿Si desapareces la paz de mi alma volverá?-pronunció en un susurro-Si te destruyo, si vuelvo tu cuerpo cenizas tal vez pueda vivir y respirar.

Quería venganza, ansiaba poder ver aquellos ojos rojizos cerrarse lentamente mientras la vida de ellos se desvanecía poco a poco, necesitaba ver su cuerpo desaparecer bajo sus pies, lo necesitaba más que respirar.

Entonces lo decidió.

Seokjin estaba dispuesto a todo para matar a un Soberano con sus propias manos y para ello necesitaba dos cosas. Una, ser más fuerte y la otra, aquella espada que los Ejecutores habían guardado bajo llave.

No estaba seguro de cuánto tiempo iba a necesitar para conseguir lo que necesitaba, pero ahora ya no importaba el tiempo que le tomara, de todas maneras se había convertido en un cuerpo vacío lleno de una inmortalidad que ya no deseaba.

Pese a estar en una habitación insonorizada aún así pudo escuchar lo que ocurría al otro lado de la puerta. Seokjin esperó pacientemente hasta no escuchar ningún sonido, luego abrió la puerta que tenía una cerradura electrónica. No era complicado abrir una de esas cerraduras para él, ya lo había hecho cientos de veces. Cuando estuvo fuera de esa habitación una alarma resonó por toda la casa y antes de que el propietario de la residencia pudiera siquiera colocarse los zapatos, Seokjin ya se había desplazado hasta la habitación donde se encontraba su hijo, lo había tomado y desapareció en medio de la noche sin dejar un solo rastro a su paso.

El follaje bajo sus pies apenas se escuchaba en su carrera a un lugar lejano y Jungkook en sus brazos con dificultad empezó a despertar. Por el ligero aroma en la superficie de sus labios parecía que Hope le había administrado un calmante. Estaba agradecido por eso.

Solo cuando llegó a un hotel en medio de la carretera bajó a Jungkook y lo guió a una habitación,  abrió la puerta con la tarjeta de acceso que se encontraba bajo el marco de un cuadro en el pasillo e ingresó para descansar antes de viajar a su próxima parada.

En toda su vida como Rastreador nunca imaginó tener que usar uno de sus planes de escape. Todos los integrantes que conformaban los Rastreadores tenían varios planes de escape, varias identidades, dinero escondido por todas partes y cientos de habitaciones de hoteles reservados, departamentos, casas, fincas y botes. Seokjin tenía eso y muchas propiedades más distribuidas por muchos países.

Luego de dejar a Jungkook somnoliento en la cama, tomó una daga guardada en la cabecera de la cama para después dirigir sus pasos a una de las ventanas para observar el estacionamiento del hotel esperando a una sombra entre la oscuridad que, seguramente llegaría en menos de dos minutos y cuando la divisó, saltó desde la ventana del cuarto piso donde se encontraba hasta aterrizar frente a uno de los Ejecutores.

-¿Estás seguro de tu decisión?-preguntó el Ejecutor extendiendo una de sus manos en dirección a Seokjin.

-Totalmente seguro-respondió Seokjin llevando la daga a su nuca, hizo un corte pequeño para sacar el microchip el cual usaban los Ejecutores para localizarlo y lo colocó en la palma extendida del Ejecutor que fue a buscarlo. Seguramente Hope lo llamó para localizarlo lo más pronto posible.

-Si te vuelves una amenaza iremos tras de ti y te eliminaremos.

-Lo sé, cuando eso suceda asegúrate de ser tú el que lo haga.

Al haber escapado de la residencia de Hope, Seokjin había dejado en claro sus intenciones de venganza, lo cual se convertía en insubordinación inmediata. Un Rastreador jamás debía usar sus dones para fines personales y dado que Seokjin ya había hecho algo como eso en el pasado, sabían que era de los cambiantes que no perdonaban una afrenta, sin embargo esta vez a diferencia del pasado, el objeto de su venganza no se trataba de organizaciones delictivas, esta vez se trataba de un Soberano, al querer matar a uno ponía en peligro la paz entre cambiantes y vampiros, lo que quería decir que se convertía en una amenaza, la cual debía ser exterminada.

-Tengo la esperanza de que cambies de opinión.

-Podrías acabar con esto ahora mismo y matarme porque no pienso cambiar de opinión.

-Prefiero esperar-contestó el Ejecutor para luego dar un salto alto para trepar los muros del hotel desapareciendo de la vista de Seokjin, pero extrañamente no de su olfato.

Les di un mega spoiler en la portada del fic y nadie se dio cuenta 

LUNA ESCARLATA (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora