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Siento que he estado escribiendo toda la tarde, no tenía inspiración para nada pero lo logré. 

La pequeña caja musical a un lado de la cama de Seokjin emite una melodía suave, los tintineos recorren toda la habitación y en el exterior una tormenta de nieve choca contra los ventanales, incluso apenas se puede escuchar el sonido de la ventisca.

Cuando escuchó el sonido constante de la respiración de Jimin abandonó la cama para ir a tomar la ropa mojada del cuarto de baño. En el interior de la chaqueta se encuentra una pintura empapada, sin embargo aún se puede ver la imagen de una casa destartalada y cuando la imagen empieza a desvanecerse por el agua, algo más toma el lugar de la pintura, letras negras sobresalen en una esquina por lo que Seokjin toma la toalla de manos para quitar suavemente la demás pintura, dejando al descubierto números, tal vez coordenadas.

Seulgi siempre fue buena ocultando cosas. Recordando a Seulgi por un momento una leve sonrisa se impregnó en sus labios para después dejar una vez más el hotel en busca de los secretos que Seulgi enterró en alguna parte.

Para esa hora las calles repletas se encuentran completamente vacías, el viento helado golpea en su rostro, las luces artificiales iluminan su silueta y luego de un segundo desaparece. Seokjin corre dejando atrás sus huellas pero no por demasiado tiempo, da un salto y su cuerpo se une a las tinieblas de la noche, pasa por encima de los edificios hasta llegar al inicio de la carretera y una vez allí toma el camino que lo lleva a un bosque lejano donde la oscuridad total invade cada rincón.

Al dar el primer paso internándose en el bosque, la nieve bajo sus pies cruje y sus manos heladas en los bolsillos de su chaqueta se vuelven puños al sentir ese aire desolado que brota de todas partes.

Seokjin ingresa a esa penumbra y decide trepar por los árboles por el grosor de la nieve que le impide correr como quisiera y tras él una sombra que lo ha estado vigilando desde que volvió al hotel lo persigue sigiloso y callado como la sombra bajo sus pies.

Pese a las características que posee Seokjin como vampiro y Rastreador no se percata del intruso que sigue sus pasos y avanza hasta al punto exacto de las coordenadas que Seulgi dejó en la pintura, baja del árbol para mirar al cielo y por ese instante decide dejar atrás la tela que cubre su rostro dejando a la vista sus facciones que resaltan aún más con los copos de nieve que caen suavemente a su alrededor y en ese instante la luz de la luna se cuela por las nubes y deja caer su luz en el bosque iluminando aquellos ojos rojizos que se iluminan en todo esplendor en la búsqueda de algo que le sea de utilidad. Seokjin busca por los alrededores y cuando piensa que se equivocó de lugar observa a lo lejos algo brillante en una pared de enormes rocas cubiertas de hielo y nieve por doquier.

En una pequeña abertura una caja de metal está bien escondida, dejándose ver únicamente en la posición en la que se encontraba Seokjin y sonríe al pensar con detenimiento lo bien que lo conoce Seulgi, de algún modo supo que vendría en la noche a esta hora, cuando la noche es más oscura, cuando la única fuente de luz es la luna.

Si no hubiera luna, tal vez no habría encontrado la caja y tendría que haber investigado durante mucho tiempo hasta hallar un rastro.

Seokjin toma la caja con cuidado y al abrirla encuentra fotografías y archivos y documentos. Sus ojos recorren con detenimiento las fotografías y en ellas puede reconocer a Solar a sí mismo cuando eran niños, incluso están sus padres y en otras fotografías está una niña de larga cabellera, vestida con largos y pomposos vestidos junto con su madre, en otras fotografías observa más niños junto con sus padres y hermanos, todos ellos le parecen de alguna forma familiares y luego al leer los informes la verdad cae en su cuerpo tan fuerte como una enorme roca.

Y en ese momento puede entender las palabras de Seulgi, ahora entendía porque dijo que todo era mentira.

Su vida como Rastreador había sido un engaño promovido por los Ejecutores, sus padres no habían muerto en un accidente de auto provocado por la nieve y el mal tiempo de una tormenta que inició repentinamente, su auto fue empujado por un Ejecutor al acantilado y todo con el propósito de llevárselos. Sus padres quisieron huir y esconderse para que no se los lleven pero no lograron hacerlo y terminaron muertos.

Luego de leer el informe donde estaba su nombre tomó otros y la historia se repetía más o menos igual, si los padres del niño se negaban a darlos a la Organización, los Ejecutores hallaban una manera de arrebatarlos, mintiendo a todas esas mentes jóvenes que se encontraban destrozados por el abandono o por la muerte de sus progenitores.

-Bastardos-susurró sujetando los informes con fuerza para después guardarlos en la caja de metal nuevamente junto con las fotografías.

De ese bosque Seokjin emergió con un nuevo propósito, la venganza que tenía preparada para el Soberano Kim debía esperar un poco más.

Sus pasos se aceleraron nuevamente de vuelta a la ciudad, no iba a esperar un segundo más para tomar su posición como líder de la manada y así lo hizo. Para la mañana siguiente Seokjin tomó asiento en el escritorio que una vez fue ocupado por el alfa Park Seo Joon. Se encargó de todo el trabajo acumulado y para la hora de la noche tenía su escritorio despejado y una copa de vino tinto entre sus dedos a la espera de una visita, la cual llegó cuando la hora del reloj marcó exactamente las doce de la noche.

-Líder-la voz suave y profunda del visitante que esperaba Seokjin vino a sus oídos cuando tomó un sorbo de vino tinto.

-Mi compañero Park Hyung Sik me habló de ustedes, no esperaba su visita tan pronto-habló Seokjin con voz ronca, bajando su tono habitual a una más áspera.

-¿Qué tanto sabe de nosotros?

-Lo mínimo, ahora quiero saber qué convenio hay entre el líder de la manada con su Organización.

-Somo uno solo Líder Park, tal cosa como ustedes y nosotros no existe, pertenecemos a la misma raza, nos necesitamos para sobrevivir.

-¿Entonces nosotros necesitamos de ustedes y ustedes de nosotros?¿Qué es exactamente lo que unos seres tan fuertes como ustedes pueden necesitar de nosotros?

-Cambiantes Líder Park, ¿Qué es una organización sin miembros?

-Cambiantes...¿adultos?

-Cachorros, la sangre de Rastreador es única y prevalece por generaciones y así como es única, es peligrosa y solo nosotros podemos convertir un peligro en algo beneficioso y solo podemos controlar ese peligro cuando el cambiante es un cachorro.

-¿Y quien toma esa decisión? Si el cachorro va con ustedes o no...¿esa decisión la toman sus padres?¿Yo como líder?

-Los cachorros, ellos deben decidir por ellos mismos.

Seokjin observó a través de la tela que cubre su rostro a esa sombra en la esquina de la habitación, cuya boca decía las palabras exactas, pintando su atrocidad con buenas intenciones que benefician a todos.

-¿Y si el cachorro no quiere ir?¿Si sus padres no los quieren enviar con ustedes?

-Eso nunca ha pasado, los cachorros cuya sangre tiene esencia de Rastreador siempre buscan a los suyos. Y los padres...digamos que ellos no tienen esa decisión en sus manos.

-Si encuentro alguna anomalía en alguno de los cachorros se lo notificaré-dijo Seokjin tomando un sorbo de vino tinto dando como terminada la reunión.

-No es necesario Líder Park, nosotros sabemos cuando y donde hay uno de nosotros-con aquella frase que escuchó Seokjin el Ejecutor salió de la habitación tal y como entró, como un fantasma que se cuela por la ventana.

Seokjin dejó caer la copa de vino tinto en el suelo, los vidrios se destrozaron al contacto con la madera y sus manos rápidas se apresuraron a tomar el teléfono para llamar a casa.

-¿Dónde está Jimin?-preguntó rápidamente a Jungkook.

-Frente a mí, está durmiendo-contestó Jungkook adormilado.

-No lo dejes solo, no quites tus ojos de él ni un solo segundo, ¿entendiste?

-¿Qué es lo que pasa?

-Solo haz lo que te digo.

LUNA ESCARLATA (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora