-Mantén tus ojos cerrados-la voz profunda de Namjoon cuela en los oídos de Seokjin tan suave como la seda, la respiración cerca de su cuello eriza la piel de todo su cuerpo mientras el aire frío contrasta con el cálido cuerpo a su espalda.
En un momento estaba en la habitación envuelto en la tibiez de una pijama y al otro percibió la helada brisa. Fuertes brazos sujetaron su cintura y sus ojos inmediatamente se cerraron cuando Namjoon se lo pidió.
Sus pies descalzos pisan el césped húmedo, la hierba hace cosquillas y pese al frío le resulta acogedor la sensación o tal vez es Namjoon a su espalda lo que le resulta confortable. Namjoon es igual a una manta caliente en un día nevado, un chocolate con malvaviscos que aleja el entumecimiento de sus manos heladas o también lo puede comparar con el sol de las mañanas, ese que es tibio y se cuela por la piel despacio desvaneciendo todo rastro del frío de la madrugada.
Seokjin no imaginó un momento más perfecto como este pero cuando escuchó el susurro de Namjoon pedirle abrir los ojos, nada en el mundo lo preparó para lo que observó frente a él.
Un millar de rosas escarlatas con un brillo dorado, el cual centella con la luz de la luna en un acantilado en una saliente de una parte del castillo de Namjoon lo dejó anonadado. Desde donde se encuentran en uno de los jardines del segundo piso se puede apreciar esa magnífica cascada escarlata de un rojo sangriento y brillante.
-Cada rosa representa las horas que pasé creyendo que te habías ido de mi lado. En los días en los que el peso de mis acciones parecía desvanecerme y llevarme a la locura vine y plante una rosa y luego otra y otra hasta que mi mente te imaginaba delante de mi.
Seokjin entrelazó sus dedos con los de Namjoon, giró su rostro hasta encontrarse con la mirada de su vampiro, quien se encuentra posando su mentón en su hombro, ambos se miran por un momento que parece eterno, sus rostros se cae cada vez más hasta que sus labios se rozan en un suave beso.
-Debiste sufrir mucho-susurra Seokjin-me gustaría poder borrar todo tu sufrimiento.
-Lo haces, borras todo el dolor de mi corazón. Estando aquí en mis brazos alejas todo lo malo y traes contigo la más pura felicidad a un demonio como yo. A este hijo de la oscuridad le das luz solo con tu existencia.
Superado el sentimiento de ser patético por caer en palabras cuyo significado va más allá de una simple oratoria lanzada al viento, no dudo en dar la vuelta su cuerpo para abrazar con fuerza a Namjoon, acarició su cabello rubio como los rayos de sol que, ahora se encuentran revueltos, alejando ese aspecto perfecto del cual siempre goza su esposo y luego alzó sus pies hasta alcanzar su frente con los labios, de esa forma dejó un suave beso en ese lugar y luego besó su nariz para finalmente llegar a sus labios.
-¿Alguna vez vas a dejar de hablar de esa forma?
-Claro que no, por el resto de mi vida voy a decirte lo mucho que te amo, voy a darte lo mejor de mi y en cada oportunidad que tenga te voy a demostrar cuánto te amo.
-Te amo demasiado-respondió Seokjin besando a Namjoon y abrazando su cuerpo-gracias por amarme y por devolverme todo lo que perdí de niño, por hacer que pueda demostrar mis sentimientos, por amar y por darme la oportunidad de esperar un futuro con el ser que amo.
-Yo debería ser el que te agradezca por entrar a mi oficina hace 20 años, si lo piensas con detenimiento fuiste tu el que me eligió cuando aceptaste el trabajo de buscar mi cofre.
-En ese entonces pensaba en realizar el trabajo y luego viajar al siguiente.
-Pero te quedaste conmigo.
-Siempre me voy a quedar contigo.
Bajo la luz de la luna y el resplandor escarlata de las flores del acantilado, Namjoon y Seokjin se prometieron pasar el resto de la eternidad uno junto al otro sin importar lo que viniera en el futuro. El mundo mismo se puede agrietar bajo sus pies, todo a su alrededor puede destruirse por completo, sin embargo nada de lo que pueda pasar va a separarlos esta vez.
Namjoon se prometió a sí mismo nunca perder a su amado nuevamente, así como se prometió un día ser un Soberano que cuida y protege a su aquelarre, incluso esta promesa a Seokjin es mucho más fuerte e inquebrantable como la anterior.
-Y yo me quedaré contigo toda la eternidad hasta el último día.
Existen momentos que deberían ser eternos o bien ser prolongados hasta saciar la sed del corazón, sin embargo el tiempo transcurre minuto a minuto, segundo a segundo, avanzando llevándose consigo momentos inolvidables.
El deseo profundo de quedarse en medio de ese mar carmesí de ambos se tornó demasiado fuerte, sin embargo la luz del amanecer terminó con ese efímero momento y debieron volver al cráter encontrándose de frente con tres pares de ojos en la entrada de la propiedad.
Jungkook mantiene un semblante serio y distante, observa a sus padres con detenimiento y camina en dirección a los grandes árboles al otro extremo del cráter, deteniéndose únicamente a un lado de Namjoon, mantiene su mirada por un momento en su rostro y sigue su camino.
Por su parte Namjoon al observar el semblante de su primer hijo no dudó en seguir sus pasos. Jungkook ha crecido tan bien, su cuerpo es grande y fuerte, su mirada penetrante y tenaz y su actitud es la de un líder en todo el sentido de la palabra. Tiene un pequeño atisbo de su padre Seokjin, su gracia es notable y un misterio tras sus ojos en innegable tanto como atrayente.
Al avanzar Jungkook puede escuchar sus pasos y los de su padre vampiro a su espalda como truenos en sus oídos explotando abarcando todo a su alrededor.
Momentos antes de que sus padres regresen tuvo una larga conversación con Min Yoongi, mayormente fue el vampiro quien habló de todo lo que sucedió con su padre ese día en la cabaña. Había estado tan equivocado durante todos estos años y ahora estando a metros del vampiro por el que tuvo un profundo odio y al saber que estaba profundamente equivocado por tener en su corazón un sentimiento tan horrible por uno de sus padres, no estaba seguro de cómo empezar.
-El líder que intenta enmendar su error es el líder que merece ser llamado como tal-dijo Namjoon caminando hasta llegar junto a su hijo.
-Lo siento padre-respondió Jungkook alzando su rostro al cielo observando las aves volar en las copas de los árboles-quisiera poder borrar las palabras que dije y los malos pensamientos de todos estos años, sin embargo lo único que puedo hacer es decir que lo siento.
-Merecía parte de tus palabras y malos pensamientos, no fui lo suficientemente bueno para ti y para tu padre, les falle.
-No lo vuelvas a hacer y nosotros no volveremos a fallar tampoco-fueron las últimas palabras de Jungkook o eso pretendía cuando dio media vuelta para retirarse, no obstante fue detenido por su padre.
Namjoon tomó el brazo de su hijo con delicadeza para luego envolver sus brazos en su cuerpo.
-Lo siento, debí haber estado cuando te convertiste en este hombre tan fuerte.
-Puedes estar de ahora en adelante-respondió Jungkook para después apretar su mandíbula con fuerza evitando de este modo que unas cuantas lágrimas caigan de sus ojos. A pesar de todos sus malos pensamientos le fue inevitable extrañar a su padre. No tener su apoyo cuando más lo necesitaba, no tener este par de brazos que cada vez lo sujetaban cuando estaba apunto de caer fue un golpe demasiado duro que tuvo que tolerar y no sacar a relucir por el bien de su padre Seokjin.
-Voy a estar en cada paso que des, lo prometo.
ESTÁS LEYENDO
LUNA ESCARLATA (Namjin)
FanfictionSegunda temporada de El Rastreador 🚨Prohibida copias y adaptaciones ಠ_ಠ🚨 En el interior de un cráter oculto por grandes muros de rocas y árboles se mantiene oculto un ser lleno de poder que aguarda paciente su despertar. Pareja principal: Namjin ...