Mi trébol de cuatro hojas

Capítulo 21

Se levantaron en silencio, se arreglaron en el mismo silencio y bajaron hasta llegar al ajetreado jardín. Los escucharon hablar de Minecraft y de un servidor que querían construir entre todos para seguir jugando en línea cuando todos estuvieran en sus respectivas casas.
No dijeron nada más que un "Buenos días" en cuanto los vieron acercarse, no querían incomodar a ninguno de los dos, así que siguieron hablando del bendito servidor de aquel juego de cubos.

-En serio, Rubius- aseguró Arsilex- mira, mira, mira- sacó su móvil buscando entre su galería de screenshots y pasándole el aparato a Rubén- todas esas construcciones las hizo Vegetta, es un crack construyendo- agregó mientras el otro rubio tenía la mirada perdida en todas aquellas elaboradas y ambiciosas construcciones, mansiones increíbles, islas flotantes enormes. Paisajes bellísimos en aquel juego de cubitos.

Rubén no sabía que con simples cuadraditos pixelados se podrían construir tantas cosas hermosas como las que veía, nunca le había prestado mucha atención a ese juego en particular- joder- murmuró asombrado mirando al mayor- en creativo ¿Cierto?- preguntó divertido retándolo.

-¿Qué dices chaval?- inquirió ofendido- la duda ofende, todas mis construcciones están hechas en survival, cabezón- dijo desordenándole el cabello. Haciendo a sus otros amigos reír.

-Uy aquí hay como tensión... sexual- dijo Lexosi entre risas.

-Totalmente- secundó Herny.

-Si, si... completamente sexual- asintió Arxiles.

-¡¡¡Es que son tontísimos!!!- exclamó Samuel mientras las mejillas de Rubén se teñían de rojo y se distraía con su almuerzo.

Pasaron un buen momento durante el almuerzo, nadie habló de lo acontecido el día anterior, aunque había muchísimas dudas por parte de todos, a nadie le interesaba lo malo en ese momento en que volvían a ver a Samuel y Rubén sonreír con sus tonterías. Fue un buen almuerzo, con postre incluido, helado para aquel cálido día. Se dispusieron a planear que harían en aquella semana que tendrían libre, aunque Elyas se había disculpado desde ya en caso de no poder asistir a las reuniones o los encuentros. Los asuntos familiares y el peso de tener una familia adinerada parecían terriblemente agotadores, pero entendían que el moreno debía aprender a convivir con ello y que ellos como amigos, debían comprender cuando las cosas no salían como planeaban, después de todo, cuando se es adulto las cosas casi nunca salen como uno las planea.

-Entonces ¿Ya pensaron que harán?- preguntó Elyas mirando a Lexosi y Arsilex- puedo ofrecerles mi casa, pero no les aseguro que yo esté ahí todo el tiempo- agregó.

-No, no Elyas, descuida estábamos pensando en un hotel o algo para quedarnos- respondió Lexosi.

-¿Se van a quedar más tiempo?- preguntó Samuel luego de prepararse un gintonic de su vaso.

-Esa es la idea- contestó Arsilex- pero estábamos consultando con los demás por alojamiento- volvió a llenar su copa con helado- como sabes Herny vive con sus padres y su hermano, en la casa de Jesús es imposible, en casa de Elyas ni hablar, él tiene cosas que hacer, no queremos que se responsabilice por nosotros- miró al mayor- y en la tuya tampoco es posible, solo tienen dos habitaciones y está la librería, no queremos molestarlos-.

-Sí, pero...- Samuel comenzó, no iba a dejar a sus amigos a la deriva, siempre podrían compartir su habitación por una semana, pero fue interrumpido.

-¿Y si se quedan conmigo?- preguntó Rubius- tengo una habitación extra en casa, y no me molestaría un poco de compañía la verdad- agregó.