Capítulo 84

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Un estruendo cerca de él, eso fue lo último que escuchó antes que su mente se bloqueará por completo.
Estaba soñando, no había otra explicación, ese escenario era el de una pesadilla que amenazaba con dejarlo solo otra vez.
Todo había pasado tan rápido que su cerebro aún no asimilaba lo que había ocurrido, recordaba la voz de Samu "Entrégaselo Doblas, dáselo de una vez" le había gritado y al momento recordó su propia voz "No, es importante para papá". Luego el estruendoso sonido y nada más.
Estaba rodeado en un pasillo largo, miró a su lado y vio a Luzu, a Auron, Roberto y Victoria, estos últimos con cara de asustados.

-¡¡Rabis, reacciona!!- exclamó Luzu sacudiéndolo por los hombros.

Se miró a sí mismo, había una gran mancha en el abrigo de Samuel- se manchó- murmuró- perdón Samu, se manchó- dijo levantando la mirada buscándolo entre los presentes, pero él no estaba ahí- ¿Samu?-.

-Rubén- Roberto se colocó frente a él- ¿Qué pasó? ¿Quién los lastimó?- coloco ambas manos en sus hombros- ¿Que le paso a mi muchacho?- preguntó casi en un grito al ver que Rubén desviaba la mirada.

-Quiero ver a Samu- murmuró- quiero ver a Samu- repitió mientras sus ojos se llenaban de lágrimas- él le disparó... le disparó por mi culpa... por cuidar de mi... ¡¡¡ÉL LE DISPARÓ!!!- exclamó largándose a llorar desconsolado mientras Roberto lo abrazaba.

El llanto se detuvo en seco cuando Rubén terminó perdiendo la conciencia en los brazos de Roberto... Samuel estaba herido, fue lo último que pensó.

La mañana había sido tranquila en el hospital, mientras Roberto y Victoria aguardaban que Samuel arribará al establecimiento. Hasta que una ambulancia llegó haciéndose notar, informando con su estridente sonido que todo el personal médico y el personal de enfermería tendrían mucho trabajo.
Escucharon una camilla y gente corriendo por el pasillo.
Solamente pudieron escuchar a un médico diciendo "lo estamos perdiendo". Y un mal presentimiento recorrió el cuerpo del mayor de los De Luque. No, era imposible, su presentimiento estaba mal. Victoria se asomó por el pasillo, su idea principal era cerrar la puerta de la habitación y entonces lo vio de pie en el pasillo con un abrigo deportivo manchado en sangre.

-Rubén- corrió hasta él distinguiendo a dos jóvenes más a su lado- ¿Qué pasó?- preguntó mirando al rubio que no podía devolverle la mirada.

-¿Victoria?- asomó la cabeza por la puerta- Dios mío, Rubén ¿Estás bien? ¿Qué ocurrió? ¿Dónde está Sami?- preguntó con rapidez, sintiendo como su mal presentimiento se adueñaba por completo de él- ¿Luzu?-.

-Papá- Luzu estaba preocupado.

-Rubén- Roberto se colocó frente a él- ¿Qué pasó? ¿Quién los lastimó?- coloco ambas manos en sus hombros- ¿Que le paso a mi muchacho?- preguntó casi en un grito al ver que Rubén desviaba la mirada.

-Quiero ver a Samu- murmuró- quiero ver a Samu- repitió mientras sus ojos se llenaban de lágrimas- él le disparó... le disparó por mi culpa... para cuidar de mi... ¡¡¡ÉL LE DISPARÓ!!!- exclamó largándose a llorar desconsolado mientras Roberto lo abrazaba.

El llanto se detuvo en seco cuando Rubén terminó perdiendo la conciencia en los brazos de Roberto... Samuel estaba herido, fue lo último que pensó.

Luzu tomó aire- Samuel está en cirugía, le dispararon en el abdomen tres veces- dijo serio.

Los minutos en aquella habitación se hicieron horas y no había respuesta a su incertidumbre. Elyas, Herny y Jesús llegaron pocos minutos después de que Roberto se tranquilizarla y los llamara por el móvil, avisándoles de la situación.

Mi trébol de cuatro hojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora