Capítulo 58

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Una semana más se había ido y ahora el ambiente en Andorra estaba más radiante, se venía la semana de carnaval y la ciudad se teñía de colores y alegría. Esa semana de carnaval sería una semana libre de estudios y los jóvenes la iban a aprovechar lo más que pudieran.
Rubén acababa de hablar con Herny y habían acordado aquel miércoles ir todos juntos al centro, a las calles principales a ver los corsos y desfiles de bailarines. Sólo faltaba que Elyas confirmara la asistencia y avisarle a Samuel lo que habían acordado.
Continúo con sus trabajos, usando el regalo que su novio le había hecho, sin duda aquella tableta gráfica estaba siendo de mucha utilidad para él, ya había adelantado varios trabajo y estaba feliz, aquella noche Vegetta llegaría a su casa a cenar con él y podría dedicarle más tiempo, ya que antes por sus retrasos apenas si podían estar juntos cuando cenaban y cuando terminaban él volvía a sus tareas y el contrario a las propias. No se habían visto desde el 14 de febrero cuando tuvieron al menos una cena semi "romántica" junto con Herny y Jesús que se quedaron con ellos para hacer una especie de "cita doble", Elyas había vuelto con Minet.
Hoy por fin pasarían un rato a solas y estaba ansioso, ansioso y nervioso. Luego de pensarlo por mucho tiempo y hablarlo con Alexby y Mangel sintió que debía proponerle a Samuel "hacerlo". Se había preparado, esa mañana había ido a la farmacia a comprar condones, lubricante y algunas cosas variadas para disimular un poco; se le había hecho muy incómodo cuando le tocó pagarlos, la cajera simplemente le sonrió y paso los vergonzosos artículos primero ocultándolos en la bolsa de papel mientras pasaba el resto de cosas como si nada, algo que Rubius agradeció.
No podía continuar con sus tareas si pensaba en aquello y en lo que probablemente sucedería en la noche, así que como aún faltaba para que Vegetta llegara se puso a ordenar un poco su casa, cambiar sabanas, preparar los ingredientes para la cena; hoy no habría pizza, sino un delicioso estofado de carne.
Un mensaje le llegó al móvil, al grupo de Whatsapp que tenía con Mangel y Alexby.

Mangel: "Hoy nuestro Rubiuh tiene fiesta"

Alexby: "Queremos detalles, Doblas, DE-TA-LLES"

Rubius: "Puercos, no voy a contarles nada"

Continuó con sus qué haceres, estaba nervioso de cojones, eso no lo iba a negar para nada, pero también ansioso, sonaba muy cursi en su cabeza pero Samuel lo llevaba a otro mundo cuando lo tocaba de "aquella" forma y de sólo recordarlo se le subían los colores... entre otras cosas.
Ya no sabía que más ordenar así que dispuso a darse una ducha y preparar su ropa. Los continuos mensajes de sus amigos solamente lo ponían más y más nervioso, así que había optado por ignorarlos.


-¿Lo ves? Si enfocas desde este ángulo obtienes un mejor fondo- dijo Samuel enseñándole a la azabache la fotografía que acababa de tomar- Aki, inclínate un poco- pidió- lleva tu mano a tu rodilla y la otra a tu cintura, Niv haz un giro al mismo tiempo- ordenó para atrapar el movimiento de ambas chicas al fotografiarlas.

-Vaya, realmente salen hermosas- dijo la azabache.

-Sí, bueno, inténtalo sin usar filtros Mónica- pidió.

Aquella tarde Samuel había quedado con Mónica por pedido de ella, para que la ayudara con sus fotografías, solicitaron la ayuda de Akira y Nieves, que usualmente eran las modelos de Samuel cuando tenían sus días libres.
Incluso Mónica se convirtió en la modelo de Sam aquella tarde, posando sola o con Akira y Nieves "tres bellos ángeles" fue su comentario, haciendo sonreír a las hermana y ruborizando a la azabache. Los sentimientos por el azabache aún no se habían extinguido, aunque entendía a la perfección que él no le correspondía tampoco podía evitar que no le doliera.

-¿Entonces esta semana Rub tiene descanso de nuestras clases?- preguntó divertida Nieves a Samuel quien asentía.

-Sí, sólo por esta semana- respondió- ¿y cómo va?- preguntó.

Mi trébol de cuatro hojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora