Capítulo 34

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-¿En serio papá Roberto lo hizo?- preguntó Herny incrédulo.

-Pues sí, lo hizo cuando tenía unos veinticinco años, aproximadamente- respondió Samuel un tanto pensativo.

-¿A ti no te gustaría hacerlo, Vege?- preguntó Jesús, mientras buscaba otra película.

-Pues sí, si me gustaría, pero debería prepararme para hacerlo, no es algo que te tome un par de días- respondió.

Rubén se quedó mirándolos igual de pensativo- ¿Pero no es peligro también? Cómo en la película-.

-Por eso hay que prepararse, Doblas- respondió.

-Igual en vacaciones de invierno viajaras ¿Cierto?- preguntó Jesús y aquello llamó la atención del rubio.

-¡¡Cierto!!- exclamó Herny- ¿A dónde irás? ¿España?- inquirió.

-No, Francia- corrigió- pero ya les contaré cuando regrese- agregó.

-A ver cuándo nos dejas ir contigo Vegetitta-.

-Ni loco, es mi tiempo... para mí, no se aceptan tontitos- dijo riendo ante las caras de berrinche y reproche de la parejita.

-Pues sería genial hacer el Camino de Santiago todos juntos- ánimo Jesús- nosotros con Arsilex, Lexosi y Elyas-.

-No lo sé- Samuel se dispuso a juntar los platos usados para llevarlos a la cocina- es un viaje muy personal, casi espiritual, es un viaje que nos ayuda a aclarar nuestras ideas- los llevó hasta la cocina, dejándolos en la mesada más cercana para luego lavarlos y regreso nuevamente con sus amigos- cuando mi padre hizo el camino, me dijo que era difícil de explicar, que debía hacerlo uno mismo por su cuenta- les contó.

"The Way" era una película que contaba la historia de un hombre que concluyó, por su hijo, el Camino de Santiago. Topándose con personajes secundarios que tenían sus propias razones para hacer el viaje, toda una aventura con hermosos paisajes y muchas personas de diferentes partes del mundo. Lo más extraordinario de esa película era que "El Camino de Santiago" es realmente un recorrido turístico, simbólico, religioso, que puede hacerse con la preparación necesaria.
Samuel les contó que Roberto había hecho el camino una vez en su "juventud" y que esperaba que su hijo pudiera hacerlo para que experimentara de mano propia la grandeza de tal viaje. Él estaba muy interesado en hacerlo en cuanto cumpliera los veinticinco, para hacerlo a la misma edad que su padre.

Pusieron una nueva película para continuar con el postre, helado, un pote para cada quien. Rubén tenía la costumbre de ayudar y compartir, pero cuando se trataba de postres "cada quien con el suyo", no compartía ni con sus hermanos los postres que más le gustaban.
A media película una pequeña tormenta estalló sobre ellos y escucharon como el agua de lluvia caía torrencialmente y golpeaba la ventana. Continuaron viendo la película, mientras esperaban que la lluvia amainara un poco para que luego sus invitados volvieran a sus casas, pero eso parecía que no iba a suceder, así que cuando la película terminó Rubén fue a preparar el cuarto de huéspedes para Jesús y Herny.

-Lamento ponerte a trabajar demás Rubius- dijo Herny ayudándolo a tender la cama doble que tenía la habitación extra, mientras Vegetta y Jesús terminaban de lavar los platos y dejar la cocina en orden, porque pasaban de las dos de la mañana.

-Descuida, siempre es un placer tener invitados en casa- respondió el rubio alcanzándole las almohadas.

Herny fue hasta la puerta de la habitación, se asomó para asegurarse que estaban solos y la cerró, llamando la atención del anfitrión- Doblas, escucha- se apoyó contra la puerta- quería disculparme contigo... pero quiero que seas sincero conmigo- dijo con una actitud muy seria que era poco común en él.

Mi trébol de cuatro hojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora