Capítulo 61

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-Entonces Vege ¿Me extrañas?- preguntó recostado en el asiento de atrás del auto- sí, si me extrañas porque se nota en tu cara que no es tenido una buena follada en meses- dijo riendo acercándose peligrosamente al cuello del mayor, se alejó con un quejido cuando Rubén le dio una bofetada que resonó en el vehículo.

-No lo vuelvas a tocar, gilipollas- le ordenó molesto.

Willy esbozo una sonrisa- ¿Qué pasa, Ruuubiiiuussss? ¿Todavía no te dejaste follar por Samuel?- preguntó divertido.

-Guillermo- advirtió el mayor.

-¿Sabes? Hay varias apuestas en ti, Ruuuubiiiuuuusss- a veces parecía balbucear torpemente.

-¿Qué apuestas?-.

-Doblas, no le sigas la corriente, está borracho- dijo mirando a Guillermo por el espejo retrovisor, este lo notó y le tiró un beso, lo que hizo molestar a Rubén.

-Sí, si muchas, por ejemplo, el imbécil de Bruno dice que nunca en tu vida vas a poder follar con Samuel- dijo riendo- lo que sería una lástima para ti ¿Sabes? Samu folla como un Dios, siempre te deja rogando por más, él y yo nos lo pasábamos muy bien, durante horas-.

-Guillermo, cierra la boca- volvió a advertir bajo su semblante serio- eso fue un pasado que tú destruiste-.

-Supongo- murmuró- aunque quien terminó todo fuiste tú Samu, si no hubieses investigo, si no te hubieses metido dónde nadie te llamaba... quizás todo seguiría igual- dio una palada al asiento del mayor.

-Hey-.

-Pero tuviste que buscar información y el cobarde llorón aquí presente tenía que escapar de Bruno-.

-Bruno es mi problema, no tuyo- dijo Rubén mirándolo con seriedad.

Otra patada al asiento del acompañante- si no hubieses escapado, Frank y Bruno no follarían cuando se ven, que yo pierda a Frank es tu culpa, Ruuuubiiiuuuusss-.

-Ustedes tres están enfermos- dijo Rubén.

-Tú eres el cagón que no puede follar. No digas que estamos enfermos, idiota-.

Rubén se giró para comenzar a golpearlo mientras Guillermo le devolvía como podía los golpes.

-¡¡Ya basta!!- gritó Samuel deteniendo el auto y obligando a Rubius a volver a su asiento.

-Uuuyy estás de muy mal humor ¿Quieres que te lo quite bebé?- dijo el albino con voz seductora- recuerdo muy bien lo que te gusta-.

-¡¡Ya cállate!!- le gritó Rubén- fuiste un hijo de puta con él y lo perdiste, no quieras ahora venir a recuperarlo, porque Samuel es listo y jamás bajaría la guardia frente a ti- le dijo molesto.

El auto volvió a detenerse pero ahora estaban frente a una casa- bájate Guillermo- le ordenó.

El nombrado rio- okey bebé, vas a dejar al niño en su casa ¿Verdad?- preguntó divertido- vuelve en cuanto lo haya hecho y te desestresaré, aunque hayamos terminado siempre podemos quedar para follar, Samu-.

Rubén ignoraba las miradas de ambos, pero no las palabras de Willy, ya lo habían hecho, acababa de sembrar la semilla de la duda y desconfianza a más profundidad. Eso era lo que albino quería, que Rubius siempre dudará de Samuel cuando no estuviera juntos, para enloquecerlo y obligarlo a enloquecer al mayor con preguntas e interrogatorios y al final, Samuel se cansaría y terminaría con él... era el plan perfecto... o eso creía.

Mi trébol de cuatro hojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora