Samuel estaba apoyado contra el respaldo de la cama, con Rubius durmiendo sobre su pecho, todo ese estrés que había cargado el menor, se terminó convirtiendo en cansancio. Su cuerpo se había relajado bastante luego de una sesión de tiernos besos con el mayor. Se removió un poco sobre él.
-¿Doblas?- lo escuchó balbucear algo inentendible. Trato de empujarlo a la cama, esa posición podía ser muy tierna a la vista, pero luego de unos minutos te deja la espalda hecha un desastre. Sin embargo el menor no soltaba su agarré- Doblas déjame levantarme-.
-No-.
-Cabezón tengo que ir al baño- dijo acariciando su cabello.
-Llévame-.
-Pero vamos a ver, necesito mear y contigo encima se me va a complicar- dijo fingiendo molestia mientras Rubius reía bajito soltándolo levemente.
-Pero vuelve a la cama- dijo haciendo un puchero.
Samuel bufó levemente- que sí, que ya regreso- respondió poniéndose de pie.
Eran las dos de la tarde, ese último mes Rubén no había estado durmiendo lo suficiente y ahora, con Samuel en casa, dormía de a ratos para tratar de recuperarse. Notó los colores en la pantalla del móvil de Samuel, lo tomó y dejo escapar una risita.
-¿En serio De Luque? ¿Candy Crush?- preguntó divertido en un tono bajo. Pero se entretuvo jugando aquella partida y subiendo de nivel.
Cuando Samuel volvió y se acostó en la cama, acompañándolo, supo que Rubén no le devolvería el móvil hasta no agotar todas sus vidas. Pero no le importó, sujetó su talle acercándolo a él, quedando en cucharita mirando por sobre el hombro de Rubén como avanzaba en el juego. Podían estar así por horas, ambos lo sabían.
-Típico juego de boomer- dijo burlón cuando acabo con sus cinco vidas y las vidas de reserva.
-Por eso disfrutaste jugarlo ¿Verdad?- preguntó divertido mientras el contrario reía también.
De pronto el móvil de Samuel comenzó a sonar y el menor a su lado se tensó rápidamente. El mayor atendió la video llamada haciéndole señas a Rubén de que se quedará tranquilo.
-¡¡Hola Samuel!!- la voz de una joven salió del móvil que Samuel había ubicado para que lo apuntara solamente a él, alejándose un poco del menor.
-Hola Lana- respondió con una amplia sonrisa.
-Perdón que te llamé así de la nada, pero quería saber cómo te había ido con tu amigo- sonaba y se veía ansiosa.
Samuel sonrió y al mirar a Rubén lo notó con las mejillas infladas lo que lo hizo reír aún más.
-Todo bien ¿Verdad Doblas?- dijo divertido atrayéndolo y dejando un leve beso en su cuello que hizo erizar la piel del menor. Tanto él como Lana se ruborizaron al verse.
-Ah, qué bueno, que bueno- dijo la joven riendo nerviosa- ay creo que estoy interrumpiendo algo- agregó al notar que ambos estaban acostados en una cama.
-No, nada- le sonrió Samuel- aquí el señor boomer estaba jugando al Candy Crush- dijo divertido mientras Rubén le reprochaba- ah los presento- agregó enfocando al menor- Lana, Rubén, Rubén, Lana-.
Ambos se saludaron y a Rubén la joven le pareció muy guapa, con su larga cabellera rubia, su pálida piel igual que una muñeca. Y con una sonrisa muy dulce. Samuel volvió a enfocarse y estuvieron hablando unos minutos sobre su curso de fotografía. Rubén solamente escuchaba revisando su propio móvil sólo cuando Lana mencionó a Mónica, el menor lo miró de soslayo.
Cuando Samuel cortó la llamada y miró al rubio a su lado, este volvió a inflar sus mejillas y se giró en la cama, mientras el mayor se sorprendía.
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Mi trébol de cuatro hojas
FanficEncontrarnos con "esa persona" es tan difícil como encontrar un trébol de cuatro hojas en un inmenso jardín lleno de ellos. Con el tiempo se marchitan y mueren. Cuando Samuel y Rubén se encontraron ambos estaban marchitándose... ¿podrán volver a fl...