Capítulo 22

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Ya estaban de camino a casa entonando muy desafinada y jocosamente la canción "I Was Made For Lovin' You" que había comenzado a sonar en la radio de la van.
El chófer se reía de aquella situación, y en el fondo se alegraba de que Elyas fuera parte de ella. Dante ya llevaba mucho tiempo como el chófer de Elyas, lo conocía desde que era un niño y muy pocas veces lo había visto actuar de aquella forma, como un muchacho "normal" de su edad, sin estar pensando continuamente en las situaciones con su familia, en sus responsabilidades, obligaciones y trabajos.

"Ai guas mei for love yu beibi..." Y seguía la carcajada colectiva ante aquella malísima interpretación.

-Kiss nos demandaría si nos escuchará destrozar su canción- dijo Rubius recuperando el aliento luego de las risas.

-¡Que va! Podríamos hacer un vídeo para YouTube y les haríamos publicidad- sentenció Lexosi sujetando su estómago que ya comenzaba a doler por las carcajadas.

Ninguno volvió a hablar sobre la decisión de Elyas, el moreno les había contado la situación, lo que su familia quería imponerles a él y a su pareja. En un principio se negó a ello, le parecía injusto que le pidieran eso a pesar de que siempre había accedido a lo necesario para proteger a su familia y sus negocios, pero luego de escuchar a Rubén no le pareció algo tan malo porque después de todo, él amaba a su pareja, más allá de la familia y de los negocios; sólo que le hubiese gustado que ellos como pareja tomarán la decisión en lugar de que en un principio fuera una imposición.
Pero ahora tocaba hablar con ella y ver qué era lo que opinaba al respecto, aceptaría lo que ella pensará y respetaría su decisión sin importar cuál fuera.
En primer instancia sus amigos no lo entendían, creían que realmente Elyas accedía porque era algo que había hecho siempre, acceder a los caprichos de sus padres, el moreno tuvo que explicarles que no era así, que luego de pensarlo por mucho tiempo había llegado a la conclusión que realmente amaba a Minet y que quería estar con ella por mucho, mucho tiempo sin importar aquellos negocios de por medio. Sus amigos lo aceptaron, sí eso era lo que él realmente quería y lo haría feliz pues entonces no había reproches. Habían tenido la oportunidad de conocer a Minet, a excepción de Rubén, y les parecía una chica dulce y agradable con nobles convicciones. Así que dedicaron su viaje a seguir divirtiéndose entre ellos.

Herny fue el primero al que dejaron en casa, luego fue Jesús. Continuaron un poco más el camino para llevar a Rubius y a sus huéspedes por una semana.

-¡¡Coño!!- exclamó el menor.

-Esa boooocaaaa- lo reprendió Samuel por millonésima vez en aquel fin de semana.

-Tengo que ir por Ricardo a tu casa De Luque- dijo mirándolo- okey ¿Pueden esperarme? Les mostraré el departamento a Lexo y Arsi para que se vayan acomodando y luego vuelvo- pidió mirando a Elyas quien asintió.

Los tres bajaron con sus bolsos y se adentraron al edificio. Rubén les mostró todo para que se acomodaran y dejo sobre la cama de dos plazas de la habitación de huéspedes un juego de sábanas limpio y un cobertor, disculpándose de no tener las cosas preparadas, continuó enseñándoles el resto.




-¿Entonces si te casarás con Minet?- preguntó Samuel a su amigo.

-Pues lo pensé bastante Vege y realmente la amo- respondió con sencillez- no quiero arrepentirme de nada en el futuro, al menos quiero intentar ser feliz a su lado y hacerla feliz a ella también- agregó.

Samuel se quedó en silencio, mirando a su amigo, buscando algún rastro de duda o miedo, pero no lo halló y eso era una buena señal para él.

-Sin duda alguna lo serás- le afirmó con una amplia sonrisa.

Mi trébol de cuatro hojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora