Mi trébol de cuatro hojas

Capítulo 97

El cabello caía poco a poco mientras era cortado en aquella peluquería, se sentía estúpida y eso ella ya lo sabía... "El día que te enamores, espero que no sea reciproco, espero que te odie". Aquella oración la acompañó por mucho tiempo, no le importaba pues no estaba dispuesta a enamorarse de nadie, porque nadie era digno de ella. Pero ese año la amenaza o maldición se había cumplido, ella se había enamorado y él estaba riendo al lado de otra chica, de larga cabellera azabache.
Llorar no era su estilo, para ella lo pasado era pisado y, sin embargo, esa noche lloró como nunca había llorado.

Era la menor de cinco hermanos y la única mujer. Su familia se componía de su padre, su madre y sus cuatro hermanos mayores, al menos al principio, porque cuando inició la preparatoria... el mayor de ellos murió en un trágico accidente que devastó a su familia por completo.
Desde ya muy pequeña era divertida, extrovertida y muy inteligente, todos esperaban grandes cosas de ella, y al mismo tiempo era la consentida de casa, no había nadie que le negara lo que ella quería en el momento que ella deseara, excepto por una persona, pero cuando su hermano mayor falleció, su vida se volvió un caos.
Cuando notó que con sus "encantos" podía conseguir lo que quería tanto de chicos como de chicas fuera de su círculo familiar, no evitó el hacerlo... no evitó el usar a todas las personas que pudieran, ser dulce y encantadora le otorgaba todo lo que ella deseaba, pero con el tiempo y conforme fue creciendo, su atención en los chicos creció y sus compañeras pasaban de lado sin siquiera saludarla.
Teo fue su única amiga en preparatoria, según sus palabras era "una pobre chica que buscaba sobresaltar de alguna forma" y para Bella, eso era un beneficio a su favor. Bella lo veía como un trato, un común acuerdo en donde ambas salían ganando, ella conseguía una esclava que la idolatraría día y noche, y Teo conseguiría llamar la atención que tanto quería. Eso es lo que ella creía.
Bella siempre consideró a Teo como su socia y no como su amiga, en cuanto a Teo, con todo lo que había escuchado de la "Gran Bella" creyó con sinceridad que podían ser amigas, realmente la admiraba, pero no sus puntos malos de los que todos hablaban, habían algo más en ella que le llamaba la atención.
Aunque muchas decían que era una cualquiera, ella se jactaba de poder tener y estar con quien quisiera, y obligaba a la mayoría de los chicos a hacer todo lo que ella quería, obviamente con encanto y sutileza, incluso los llevaba a romper con sus parejas. Bella era sin duda, el capricho de muchos y la enemiga de todas las demás.

Ella conocía todo sobre Teo, porque su pequeña socia no quería tener secretos con ella; Teo juraba que poco a poco se ganaría su confianza y amistad, pero Bella nunca le dio la oportunidad. Teo siempre le daba su espacio con sus conquistas de un día, no la molestaba ni la juzgaba, cada quien era como era, Bella podía coquetear con quien quisiera, pero era culpa de los chicos si caían redonditos ante ella. Pero fue en su último año de preparatoria que aquella sociedad se acabó.

Estaban sentados en una banca del instituto, Bella le sonreía al azabache ampliamente, ambos llevaban el mismo uniforme, aunque pertenecían a clases diferentes.

-Entonces...- comenzó ella con una sonrisa tan dulce como avasallante- ¿lo qué me dices es verdad? ¿No me estas mintiendo?- preguntó coqueta.

-No, para nada- contestó el azabache- la verdad es, que nunca me tuve fe para intentar acércame a ti- comenzó a contarle- sé que eres muy popular y podrías tener a los mejores chicos, así que al menos esperaba acércame como un amigo y quizás... más adelante, intentar algo- confesó.

Bella dejó escapar una risilla coqueta y de satisfacción- entonces... si yo te pidiera que saliéramos ¿lo aceptarías?- cuestionó.

-Claro-.

-Wooo que respuesta tan rápida y sincera ¿ni siquiera tienes en consideración los sentimientos de tu novia?- acomodó su cabello, desviando ligeramente la mirada.