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- LUPERCA.PART.19 -

Todo alrededor cambio, parecía como uno de esos sueños extraños solo que este era diferente no se veía tanto como una visión si no como un recuerdo.

Estabas en lo que aprecia ser una enorme sala, el ambiente era oscuro a pesar de que por las ventanas se veía el sol en su máximo punto. La sala tenía un enrome piso cubierto de azulejo color café oscuro, paredes con tallados de piedra de árboles y en lo alta frente a una chimenea apagada un cuadro lleno de lobos pintados.

En la sala se encontraban dos figuras, una mujer de cabello amarrado en una coleta alta con un uniforme gris limpiando el suelo con una cubeta y un paño, se veía cansada, con la piel pálida y por las orejas y cola de lobo estaban en mal estado.

No muy lejos de ella se encontraba una niña con la misma ropa que la mujer y haciendo el mismo trabajo, solo que esta estaba jugando con el agua para limpiar el piso, tenía un viejo barco de madera mal gastado mientras hacía ruidos que imitaban las olas en altamar.

Ofelia: todos a cubierta el mar esta salvaje este día

Al ver mejor su rostro se aprecia a Ofelia, pero a lo que parecía ser su versión niña. Cambiaba su tono de voz interpretando a los miembros de su tripulación desde su mente infantil. Sus orejas y cola de lobo se movían con emoción como si fuera un pequeño cachorrito.

Madre de Ofelia: Ofelia, por favor concéntrate en tu trabajo. No quiero que el alfa te regañe por holgazanear en su mansión

Ofelia: lo siento mamá

La niña dejo de lado su barco de juguete y comenzó a limpiar el piso con fuerza lastimando sus pequeñas manos en el proceso.

- Cuando alguien me pregunta sobre mi niñez, solo puedo decir que fui una niña con suerte de nacer, pero también viene a mi mente cada mi madre y padre se arrodillaban ante otros

Ahora veías como Ofelia cargaba un cesto más grande que ella lleno de sabanas sucias, a su lado se encontraba su padre un hombre con el mismo uniforme, pero con una mirada seria y cansada. Ambos caminaban por un pasillo en el jardín de lo que aprecia ser la mansión.

Ofelia detuvo su andar cuando vio a lo lejos a un grupo de niños con ropas elegantes y bien vestidos jugar con unos cachorros de lobo.

Ofelia: padre ¿puedo jugar con ellos?

Padre de Ofelia: no

Ofelia: ¿Por qué? No se ven malos y se parecen a mí

Padre de Ofelia: si somos diferentes a ellos, tú no te pareces en nada a un lobo de sangre Valaquiana

Ofelia: pero si tengo orejas y cola como ellos

Padre de Ofelia: la diferencia es más grande que eso, ellos tiene poder nosotros no

Ofelia: per-

Padre de Ofelia: ¡Dije que basta¡ ahora obedece

La niña bajo sus orejas y la cabeza ante el regaño de su padre y siguió su andar detrás de él, pero volteo nuevamente a ver a esos niños deseando ser uno de ellos o ala menos sentirse así de importante.

- Era una niña que no entendía el mundo en que estaba, pero a pesar de eso logre ver lo que mis padres decían. Yo jamás en mi vida sería como un Valaquia de sangre pura, yo jamás lograría ser como uno de ellos. Pero en ocasiones la vida te daba vueltas de maneras extrañas

Ahora encontrabas a Ofelia limpiando los libros de una enorme biblioteca, tomaba cada uno y le quitaba el polvo con un trapo, sus manso tenían banditas y uno que otro moretón, por su cara cansada se notaba que llevaba ahí por mucho tiempo, miro por la ventana encontrándose nuevamente con el grupo de niños jugando en el jardín.