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- OFICUO. PART. 21 -

Salem: No se muevan, traten de no hacer una locura

Korem: Hild es la experta en perros ¿Qué debemos hacer?

Hild: Esos no son lobos normales

Surt: obvio que no, son mecánicos y demás escurren tinta como los monstruos de bóvedas y desean matarnos como siempre ¿y sabes lo peor? ¡Soy un gato!

Korem: ¡cálmate que estoy entrando en pánico!

Los tres canes gigantes les gruñían con fuerza mostrando sus afilados dientes y acercándose lentamente mientras tinta caí de sus bocas imitando la saliva, partes de su cuerpo estaban cubiertas de tinta y piezas mecánicas dejando ver los engranajes moverse, las tuercas rechinar y la maquina funcionar como un extraño motor que emitía en su interior una luz roja como el de sus ojos. A este punto salem ya estaba con las garras clavadas con fuerza y temblando del miedo.

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– ¿De donde salieron?

– ¿Por qué tiene el logo de Luperca? –

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Hild: no lo se, nunca los había visto

La chica sostenía su pluma mágica, pero parecía mas espantada que los demás ya que veías en sus ojos una sensación de terror o mas bien parecía haber estado en una situación familiar.

Sin previo aviso se lanzaron a ustedes comenzando una persecución alrededor de la enorme sala, surt te tomo del hombro y usando su fuerza te subió junto a ella a una de las estatuas gigantes para no ser alcanzados. Uno de los monstruos le gruñía y trataba de alcanzarlos, pero surt le lanzo un hechizo que lo dejo aturdido un momento.

Surt: trata de que no te alcance

Korem había logrado burlar a uno haciendo que chocara con la pared y aprovechando a subir a una de las estatuas para protegerse.

Hild se había quedado quieta en su lugar ya que uno de los lobos la miraba y gruñía sin apartar su vista de ella. Era como si la estuviera analizando con la mirada o algo más, los otros dos no le hacían caso al estar más concentrados en ustedes y el gato que llevabas contigo.

Korem: ¡perro del demonio, aléjate de mí!

Korem pateo el hocico de la bestia haciendo que se enoje mas con el, ahora usaba sus patas y viste como un humo salia de estas haciendo que las piezas se movieran y fueran haciéndose mas grandes y así alcanzar al chico.

Mientras surt les lanzaba hechizos que no le afectaban mucho, korem luchaba por su vida y Hild seguía estática ante la mirada del lobo frente a ella notaste un grupo de miradas mas siendo espectadoras del espectáculo.

Alsaste la vista y viste los ojos de los murciélagos ante ustedes, estaban despiertos y mirando todo el desastre frente a ustedes, sus ojos eran del mismo color rojo que el de los lobos y parecían listos para bajar del techo y atacar.

Mientras el ruido alrededor se formaba y la vida de sus amigos estaba en juego, Hild tenía su propio conflicto interno. Las llamas de un recuerdo parecían revivir ante la vista del enorme can que tenia en frente.

No temblaba, no lloraba y tampoco cambiaba su expresión seria, solo estaba ahí ante la mirada de la vista y al mismo tiempo siendo el recuerdo un suceso de su pasado. Ver los colmillos sobresalir de su boca mas la fuerza del agarre en estos animales, los conocía a la perfección, sabe que de un mordiscos podía arrancarle el otro brazo.