- DRAGONTOWER. PART. 6 -

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La máquina de escribir sonaba y el espejo brillaba con una luz cegadora que daba a inicio un escenario nuevo.

Ahora estaban en el interior de un palacio estilo chino, la luz se reflejaba por las cortinas y columnas que sostenían el techo, un trono al final del pasillo de bellos colores dorados y demasiado ostentoso a la vista.

cerca de las escaleras para subir al trono estaba esa mujer de túnicas blancas y cuernos plateados, miraba desde la distancia el asiento.

Desde su posición se veía menor, minúscula e insignificante ante la magnificencia del trono, quizás lo que lo hacía tan poderoso era saber que aquel que se siente tendrá tremendo poder y una enorme carga en los hombros que nunca podrá deshacerse.

La dama dragón miraba el trono, pero su vista no era de admirar, en su alrededor se sentía el pesar de cargar con un puesto tan alto y melancólico, como si no fuera ajena al dolor que cargaba cumplir con el honor heredado.

¿?: Te excediste sabes

Rava: .....

El mismo chico de la visión pasada apareció, lo reconociste por el tono de voz esta vez sonando enojado y de cierta forma decepcionado. Aun con toda la luz alrededor eras incapaz de ver su rostro, lo que podías diferenciar era esa flauta de bambú negra colgando de su cintura.

¿?: ¿Tenías que moverte así? Lo que acabas de ocasionar es una rencilla política y militar incapaz de solucionar. Acabas de condenar todo oriente

Rava: Mi hermano es muy impulsivo, cuando su mente se despeje reaccionara y pedirá disculpas a la corte como se debe

La mujer no se daba la vuelta, seguía mirando el trono ahora con seriedad e ignorando la presencia del contrario y sus pensamientos de hace unos segundos.

¿?: Tu hermano acaba de destruir medio país por haber tocado su territorio ¿y solo te preocupas por la corte?

Rava: Los berrinches de Vaatu no son mi prioridad, debe comportarse como tal y si no demuestra la capacidad entonces la corte le dará el castigo que merece

¿?: Agh, ahora entiendo porque se enoja siempre, eres una hipócrita. Ignoras el sufrimiento de otros solo para quedar bien con esos ancianos arrogantes

Rava: esos ancianos son los que te dieron lugar tras estar años vagando por el mundo

La mujer dio la vuelta mirándolo a la cara, sus ojos así como los rasgos de su cara mostraba rasgos draconianos llenos de enojo, ira y mucha, mucha frustración.

Rava: darte tantas libertades te a hecho olvidar tu posición entre nosotros, solo eres un sirviente un espíritu esclavo, una deidad expulsada

¿?: Tsk, la arrogancia de los tuyos si que es molesta, no logran ver lo que pierden

Rava: si es sobre la tierra no hay problema, los mortales se reproducen rápido y podemos modificar el suelo a nuestro antojo. No entiendo porque te aferras tanto a los principios terrenales si tu también hiciste este mismo desastre

Y con ese comentario la boca del chico se quedó cerrada, apretando los puños con fuerza deseando contestar como deseaba, pero ¿Cómo podrías responder a algo que era la verdad absoluta?

La tensión en ambos se rompió cuando el suelo tembló y un potente rugido resonó por todo el cielo, era tan fuerte que te llego a doler los tímpanos aunque para el par de seres de tu sueño no les inmuta en nada.

La dama dirigió su mirada en uno de los enormes ventanales para ver como el cielo se pintaba de negro y las montañas a lo lejos parecían destruirse. Caían poderosos rayos del cielo, el suelo se partía en dos tragándose todo y las montañas se desmoronaban, una vista destructiva si eras un mortal, pero un orden necesario cuando eres una deidad.

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