- DRAGONTOWER. PART. 15 -

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La máquina de escribir sonaba y la luz del espejo brillaba con fuerza llevándote a la parte final del sueño.

Una tenue luz de una vela brillaba en medio de la oscuridad. Un salón japonés solo con poca luz a su alrededor, pero de las velas esparcidas cuidadosamente se encontraba un hombre mayor, con un par de cuernos largos negros y cabello largo del mismo color.

Portaba una armadura del mismo color y afilaba una espada, no, era una katana de filo blanco y mango negro. Con un decorado con escamas de dragón y una inscripción en el centro de esta.

Parecía que los años había llegado encima del emperador dragón, piel semi arrugada, manos desgastadas, cicatrices en cada parte de su piel descubierta, el cabello con una línea gris haciendo referencia a las canas, pero aún así se veía majestuoso, violento y poderoso como todo un emperador y un líder a seguir, pero tu sabias la verdad de su guerra.

Sus ojos rojos brillaban con una fuerza y calma hipnóticas. Dos llamas apunto de ser descontroladas como toda su fuerza y personalidad.

Al salón ingreso un hombre de cuerpo delgado y largo cabello negro recogido con una ligera coleta. De su cinturón sostenía una flauta negra con un listón negro, lo reconociste apareció en cada sueño y recuerdo pasado, solo que ahora se veía muy,... melancólico.

¿?: señor-

Vaatu: ¿Llegó la hora?

¿?: si, ya llego la hora

El hombre dragón enfundo su katana levantándose del suelo y dando una última reverencia al altar frente a él. Eran varios nombres grabados en una roca con velas e incienso que adornaban el lugar.

Paso de largo junto al chico de flauta de bambú, este lo volteo a ver deteniendo su andar. No podías ver su rostro, pero te dabas una idea de lo desesperante y enojado que estaba.

¿?: Esto no tiene que ser así, ya suficiente sangre se a derramado

Vaatu: nunca es suficiente sangre, no hasta que su cabeza rode y mi vida se apague

¿?: esto es ridículo. Es la carta de suicido más larga que he visto en mi vida ¡Al final nunca ganaste nada! perdiste todo y a todos, ni siquiera se te ocurrió parar con la muerte de tu hija y yerno, ni con la muerte del resto de tu gente.. ya no te queda nada has perdido todo

El chico de la flauta parecía exhausto por esas palabras, sentías que tenía más guardado y quizás por el respeto y miedo que le tenían al dragón no se atrevía a gritar más cosas.

Vaatu: claro que perdí, pero alguien mas ganara en mi lugar

El sirviente se veía exaltado y preocupado, sabiendo el verdadero significado de esas palabras. Una responsabilidad y peso que no deseaba tomar en sus hombros.

Vaatu: edúcalo, entrénalo, que sea un líder y un verdadero emperador. Que le dé fin al linaje de Rava, que le de honor a mi nombre y a toda nuestra gente

Su mirada era tan rencorosa, salvaje y dura como la de tus sueños anteriores. Eran un par de llamas en sus ojos deseosos de quemar y destruir todo a su paso.

Vaatu: esa es mi última orden para ti, cúmplela en nombre de tu amo

Con esas palabras se dio la media vuelta y se fue, dejando al chico solo en esa habitación esperando no tener que cumplir con esa petición.

¿?: por mí usted puede irse al infierno,...

El escenario cambió siendo ahora el interior de un hermoso palacio. Por la decoración blanca y el símbolo de la familia real te diste cuenta que era de Rava el dragón blanco.

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