- DRAGONTOWER. PART. 24 -

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El tiempo era poco y las posibilidades de sobrevivir también. Solo debían seguir el plan y todo esto acabaría.

Profesor Dagon: ya la tenemos donde queremos, ahora activa la trampa

Feng: como ordene

El profesor Dagon había llegado en ayuda de feng o eso le había dicho después de que el director lo lanzara sin su consentimiento a una fosa cubierta de tinta. El maestro se encargaba de lidiar con la bestia Blot mientras Feng junto a Salem combatían con la chica bañada en tinta.

Había acorralado a la joven en un punto lejano de los edificios cerca del estadio de entrenamiento, justo en el centro rodeada de fuego azul que quemaba el Blot.

Asclita: ¡Traición, esto es una traición Feng!

La voz de la chica salió distorsionada, como si fueran dos personas hablando al mismo tiempo, lleno de ira, enojo y un resentimiento enorme.

Salem no dejaba de escupir fuego a punto en que la llama de su cola disminuye al punto de casi apagarse por completo.

Salem: ¿Crees que con esto sea suficiente?

Feng: tiene que ser, ahora debemos hacer que se active el sensor

El plan era sencillo y debía funcionar. Usar una trampa de bóveda para canalizar el Blot que desprende la chica y su criatura detrás de ella. El problema no era al joven en tinta sino el tamaño de la criatura a su espalda.

Ahora agradece que ningún alumno se haya quedado atrapado, sino sería un completo desastre explicar la situación.

El fuego que expulsa el profesor Dagon era de un tono rojizo vivo que te recordaba a la sangre o a la misma luz del sol. Sus brazos estaban cubiertos por unas escamas rojas que retenían las llamas que generaba tanto él como la misma criatura.

Feng agradeció que el director lo mandara en lugar de él. Dagon tenía un historial con bestias de alto calibre. La bestia de tinta se lanzó ante el humano atacando desde arriba, Dagon le dio un puñetazo en la cara quemando parte de la tinta y empujándola lejos. El suelo nuevamente tembló con fuerza, pero ahora solo le importaba acabar con esa cosa.

El cuello del hombre brillaba con fuerza debido a una gema roja que portaba como un relicario. Gracias a esta administraba su magia en el cuerpo de manera segura

Extendió su mano generando unos círculos mágicos con símbolos extraños, el color era de oro como rojo al igual que el color de sus ojos y cabello. De este círculo mágico lanzó una llamarada de fuego en dirección a la criatura de tinta, ésta retrocedía y partes de su cuerpo caían al suelo cerca de los tres.

Desde su lugar Salem podía ver como el profesor de educación física hacía uso de su fuerza y de su habilidad mágica. partes de su cuerpo resplandece con escamas cada que él usaba más magia de lo usual, creaba esos extraños círculos de magia en sus manos para hacerlos aparecer desde el cielo y estos lanzaban llamaradas de fuego, con sus puños podía golpear a la criatura y lanzarla lejos, incluso llego a soportar un ataque directo de fuego negro.

Se movía con profesionalidad y experiencia, como si no fuera la primera vez que se hubiera enfrentado a un dragón loco. Debía haber cierta verdad en los rumores del profesor, el rumor de que en el pasado fue un jinete de dragón o que llegó a matar a una de esas bestias gigantes en su juventud.

Salem: (cuando crezca quiero ser así de fuerte)

Llegó un punto en que varios círculos de magia aparecieron alrededor de la bestia que lanzaron grandes estancadas de fuego quemándola por partes al mismo tiempo que Asclita aprecia profundamente aturdida al punto en que ya no seguía resistiendo al fuego azul que la rodeaba.

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