- OFIUCO. PART.28 -

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El espejo brillaba y la máquina de escribir sonaba con fuerza llevándote a un nuevo sueño.

El escenario en el que estabas era diferente al resto, las ruinas de un antiguo templo abandonado. Paredes destruidas, el interior lleno de plantas, la escultura de una mujer de largo vestido con una lanza y un escudo estaba en medio. Su mirada de piedra transmitía poder, orgullo y conocimiento.

También habían estatuas alrededor, la mayoría de guerreros con expresiones de susto o miedo, demasiados realistas que sostenían armas listos para atacar.

Entre las sombras viendo con cuidado a su alrededor mientras sostenía un brillante escudo y una espada en la otra mano caminaba un chico de armadura griega viendo con cuidado su camino.

Perseo: sal de donde quieras que estés Gorgona

Escondida se encontraba una mujer de cuerpo de serpiente, sus cabellos eran también serpientes y tenía unos brillantes ojos verdes. Miraba desde un pilar deslizándose con cuidado hasta estar en el techo, usaba su flexibilidad para pasar desapercibida. Llego a un par de arbusto y en pequeño nido de serpiente guardo con cuidado de no hacer ruido algo envuelto con una manta de tela roja.

Las serpientes a su alrededor la miraban con expresiones confusas pero en su mayoría eran de tristeza. Estas mismas ayudaron a esconder mejor el bulto entre las ramas.

Se veía enojada, molesta y al mismo tiempo preocupado ¿Por qué estaba preocupada? No lo entendías por completo, se supone que ella era el monstruo ¿no?

Perseo: en el nombre de la dios Athena tus crímenes serán pagados, todas las vidas que quitaste tomaran su venganza ¡Ya no puedes esconderte Gorgona!

Medusa: más bien la gloria que desssseas es lo que tomaras si me matasss

La mujer serpiente se escondió entre las sombras cambiando el color de sus escamas, tanto tiempo entre los muros la hizo adaptable a este tipo de situaciones.

Perseo se puso el casco y ajusto sus sandalias moviéndose con rapidez y cuidado de no verle el rostro. El brillo del escudo la aturdía en ocasiones haciendo que en más de una ocasión casi la mate, pero ella siempre sabía cómo salir con la suya.

La batalla de los dos fue rápida, el semidiós mostraba habilidad y destreza en su espada, la mujer Gorgona también sabia como defenderse y era su propio territorio lo que le daba ventaja en el campo de batalla.

Hasta que en un punto donde tenía al guerrero acorralado la mujer con ayuda de sus serpientes comenzaron a lastimarlos y a usar veneno contra él.

Perseo el joven héroe usaba el escudo como defensa ante los colmillos de la Gorgona, también hacia renombre de su entrenamiento. Cuando vio un punto débil y con rapidez clavo su espada al costado del estómago de la criatura.

La mujer junto a las serpientes de su cabello hizo salir un grito de dolor agudo que paralizaban los oídos del guerrero, medusa saco un frasco con una poción roja lanzándola al suelo creando una niebla tan espesa que dejaba ciego a cualquiera.

Perseo: tsk, monstruo así que el rumor es verdad también sabes de brujería

Medusa: es hechicería, semidiós ignorante, pero no me preocupo, alguien como tu jamás entendería los conocimientos que da la tierra

La Gorgona se movía con rapidez en la neblina atacando por sorpresa al héroe, Perseo no podía usar su vista por el riesgo de ser convertido en piedra y la neblina era de poca ayuda, hasta que recordó el consejo de la diosa Athena.

Perseo: el escudo es la clave...

Puso al revés su escudo haciendo que lo que se refleje lo vea el, así se movió con cuidado cuando vio dos ojos verdes lanzarse a él con rapidez.

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