Capítulo 14

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— Hey ¿Sabes algo? Hoy terminamos más temprano — Karla se me acerca sonriendo.

— ¿Huh? ¿Por qué? — Pregunté.

— Porque lo necesitamos, chica. Dios, no todo en la vida es trabajo y más trabajo — Dice rodando los ojos pero sonriendo con diversión — Hay mucho personal y bien capacitados, puedes tomarte un descanso cada tanto —

Hice una mueca pero resoplé.

— Bien —

— ¡Eso! — Dice — Al fin, lo necesitas —

Le di un golpe leve en el hombro y ella ríe, ambas llegamos a su oficina.

— Salimos a las seis ¿Quieres ir a una fiesta a las once? —

— ¿No estás grande para eso? A veces pareces una adolescente hormonal — Dije haciendo que ella me fulmine.

— Tengo treinta y tres años, soy soltera y quiero vivir mi vida aún —

— Bien, lo que digas — Dije cruzándome de brazos pero sonriendo, la verdad, me gustaba la idea.

— Pasaré a buscarte entonces, si no estás lista para cuando yo llegue, te arrastro conmigo en el estado en el que te encuentre —

Me imaginé a ella arrastrándome con mi pijama puesta y me reí a carcajadas por aquello.

— Está bien, prometo estar bien vestida para cuando llegues — Reí un poco nuevamente y ella sonríe satisfecha.

— Bien, vamos que aún no son las seis como para dejar nuestro trabajo —

— Ah ¿Ahora si eres una adulta responsable? —

— Shh, calla y camina — Me empuja fuera de la oficina y volví a reír pero seguí mi camino.

Una fiesta... hm, no había ido a una desde hace tiempo, me vendría bien y tal vez deje de estar tan tensa.

Si... suena bien.

***

***

Me estaba poniendo mi labial cuando escucho la bocina del auto de Karla, miré por la ventana y ella me estaba llamando desesperada.

— ¡Baja ya, hay que irnos! — Dice desde la ventanilla.

— ¡Ya voy, no seas impaciente, mujer! — Respondí.

Agarré mi bolso y salí de casa acercándome a ella, me metí en el auto saludándola y nos pusimos en marcha hacia el antro, el cual, por lo que Karla me cuenta, era uno muy famoso y bueno.

Al llegar, vi que era bastante grande y la música se podía escuchar hasta afuera, Karla me jaló y me hizo entrar directamente y muy fácil, la música estridente se hizo presente al cruzar la puerta, además del olor a alcohol, cigarros y sudor.

Olvidaba esta sensación.

— Ven, vamos — Dice Karla sonriendo y llevándome hasta la pista de baile donde ella fácilmente se integra comenzando a moverse y yo resoplé pero la seguí con mis movimientos.

El DJ si era bueno, sabía mezclar musicas y poner el tipo de estas que hacen a la gente querer acercarse y bailar, sonreí y cada vez me iba soltando más mientras bailaba con Karla hasta que siento un par de manos en mis caderas y me sobresalté por lo repentino pero me di vuelta para ver quien era.

— ¿Matías? —

— Vaya coincidencia, que bueno verte Zaira — Dice sonriendo de lado, yo estaba sorprendida de encontrarlo pero aún así igual le sonreí.

— Si, digo lo mismo — Dije dándome la vuelta totalmente.

— ¿Te molesta bailar conmigo? — Dice dándome su mano y yo resoplé agarrándola.

— Para nada —

Él me jala y ambos comenzamos a movernos juntos sin despegar la vista del otro, tenía que admitir que me sentía bastante bien con él, me hacía... pasar un buen rato.

Mis pies comenzaron a doler luego de bastante tiempo bailando con él así que lo jalé y me acerqué a su oído para que me pueda escuchar.

— Vamos por algo de tomar — Él asiente, repentinamente me toma por la cintura y me hace caminar hasta la barra en donde él se adelanta y pide tragos para ambos.

Pide un par de margaritas, hm... me hubiera gustado más whisky o tequila, pero sirve así que no me quejaré por tan poco.

— Gracias — Sonreí al agarra mi bebida y tomarla de a poco.

— Oye, me sorprendes, te mueves muy bien — Dice Matías sonriendo y tomando de su bebida.

— Gracias, tampoco lo haces mal —

De repente siento su aliento en mi oreja y eso me hizo erizar por las cosquillas que causaba.

— De verdad... te mueves bien... — Dice con una voz más profunda, yo dejé la copa sobre la mesa y me giré para verlo de frente.

— ¿Y? ¿Quieres que te enseñe en qué otras cosas soy buena? — Dije sintiendo nuestros alientos mezclarse al estar tan cerca, él sonríe de lado.

— Me encantaría —

Sonreí nuevamente y lo jalé hasta mi para comenzar a besarlo de una forma bastante intensa, él no tuvo problemas con seguirme el beso de la misma forma, me sujeta por la cintura y me aprieta contra él antes de separarse.

— ¿Quieres quedarte aquí o... nos vamos a otro lado? — Dijo en mi oído.

Volví a sonreír dándole la respuesta y ambos salimos del antro, vi su auto cerca de allí y fuimos al hotel más cercano.

No tardamos ni cinco minutos en despojarnos de nuestra ropa al entrar en la habitación.

Karla quería que me distrajera, bueno, esta es una buena distracción.

Vi el cuerpo bien formado de Matías y comencé a sentirme desesperada, él se acerca a mi besándome y tocándome, su mano pasa por mi cuello hasta mi pecho y luego sube de nuevo a mi cuello.

Pero, yo nos di vuelta y me subí sobre él, digamos que desde hace mucho tiempo que me gustaba estar arriba, me sentía bien al tener el control, podía hacer lo que quisiera...

Y los demás no se quejaban, así que... así estaba bien para mi.

TÚ LO ERES TODO || 2 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora