Capítulo 18

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- Que lindo, gracias Matías - Dije agarrando el ramo de flores que me ha dado.

Este es el tercero de la semana, si que se está esforzando en esto de ser un buen novio, además de que viene más seguido y me trae al trabajo.

- No es nada - Dice antes de besarme.

Yo correspondí al instante pero escuché pasos acercándose.

- ¿Zaira? -

- ¿Huh? - Me separé de Matías y vi a Cameron y Fabrizio - Ah, hola -

Ellos saludan con una sonrisa que dura segundos antes de mirar a Matías y luego a mi de nuevo.

- Am... ¿Y qué hacen aquí? - Pregunté al sentir cierta tensión en el aire.

- Oh, pues... solo estábamos patrullando y creímos verte así que nos acercamos para saludar y saber si está todo bien, ya sabes... después de aquello... - Dice Cameron.

Yo les sonreí.

- Ah pues... -

- Ella está bien, no necesitan dejar su trabajo para acercarse, ya nos íbamos - Dice repentinamente Matías y me jala para que entre al auto.

- Ah, si, lo siento chicos, tenemos que irnos - Dije sonriendo apenada y entré al auto, ellos miran a Matías algo desconfiados pero al final no dicen nada y se despiden de mi con una sonrisa antes de irse.

Matías entra al auto y se crea un ambiente tenso y silencioso. Simplemente no dije nada ya que no le veía el caso hacerlo así que miré por la ventana y luego el ramo de flores en mis manos, sonreí mientras lo veía y desvié mi mirada de nuevo hacia la calle.

***

***

- ¿Y... como vas en tu nueva relación? - Pregunta Karla.

- Pues... tendrías que notarlo luego de este mes - Dije sonriendo ampliamente - Matías es muy buen novio, un poco celoso pero... ¿Quién no lo es al menos un poco? -

- Hm... - Ella asiente pero no dice nada.

- Bueno, dejemos los temas personales para después y sigamos trabajando - Dije agarrando unos documentos sobre un paciente y fui a su habitación mientras leía los documentos.

Entré sonriendo y vi que se trataba de un niño el cual se había lastimado el brazo.

- Hola, soy la doctora Adams - Saludé a sus padres quienes me devolvieron el saludo.

No fue nada del otro mundo, curé al chico, lo mandé a que le pongan un yeso ya que lo iba a necesitar y por último le di algunas cuantas indicaciones a sus padres, luego me fui a revisar a mis demás pacientes tranquilamente.

Me gustaba mi trabajo, el poder saber que ayudo a los demás... es una sensación muy grata.

- Eh, Adams - Me giré y vi a Michael, un compañero de mi misma área.

- Michael, hola ¿Necesitas algo? -

- Si ¿Recuerdas al señor González? ¿Al que operamos de la columna? -

- Aha, si lo recuerdo ¿Qué sucede con él? - Pregunté.

- Pues vino su esposa para hablar un momento contigo - Dijo.

- Oh, está bien, enseguida iré - Dije.

Él asiente y se va, yo fui con otros pacientes antes de ir a recepción en busca de la señora, y la busqué con la mirada y luego la vi sentada en una de las sillas de espera.

- Señora González - Saludé.

- Hola, doctora Adams ¿Tiene un minuto? -

Asentí y la guié a otra habitación para hablar sin interrupciones. Tardamos unos cuantos minutos que se pasaron un poco de mi hora de salida pero le resté importancia, prefería aclarar todas las dudas de aquella mujer primero.

- Ah... entonces no tengo de qué preocuparme - Dice ella suspirando aliviada y yo asentí sonriendo - Muchas gracias, lamento mantenerte más tiempo aquí -

- No se preocupe, señora. Para eso estoy, no dude en volver si necesita otra cosa -

Ella me sonríe agradecida y ambas salimos hablando un poco más pero vi una figura conocida frente a mi.

- Matías, hola -

- Te tardaste esta vez - Dice apoyando su mano en su nuca.

- Ah, si, es que la señora González vino y necesitó hablar conmigo - Dije sonriendo hacia la señora que saluda un poco.

- Bueno, nos vemos - Ella se despide y se va.

- ¿Segura que solo era por ella? - Dice Matías.

- ¿Eh? Pues si ¿Por quién más sería? -

- ¡Zaira! - Ambos miramos hasta atrás de mi en donde venía Michael - ¿Y? ¿Qué quería? -

- Pues nada, solo preguntar y aclarar cosas sobre la cirugía - Respondí y noté que Michael miraba a Matías confundido - Ah... Matías, él es Michael, mi compañero, Michael... él es Matías, mi... -

- Su novio - Dice agarrandome de la cintura y presionándome contra él, yo asentí sonriendo levemente y Michael asiente lentamente.

- Bueno... es un placer, Matías - Extiende la mano para estrechársela pero Matías se la deja colgando, yo le di un leve codazo en las costillas pero él aún así lo deja.

- Ehm... tenemos que irnos, adiós Michael - Dije sonriendo, él me devuelve la sonrisa y nosotros nos marchamos.

TÚ LO ERES TODO || 2 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora