TÚ LO ERES TODO || 2 ||

Capítulo 50

- ¿Y cómo fue su mañana? - Pregunta la señora Baker sonriendo.

Todos respondemos que bien mientras desayunamos.

- Increíble... - Escuché a Hunter y lo miré, él tomaba su café pero me guiña un ojo y yo sonreí apartando la mirada.

- ¿En serio? Que bueno, cariño - Dice su madre.

Yo solo agradezco que Cameron haya venido porque Karla tenía pastillas del día después en el baño.

- Oigan ¿Quieren ir a pasear? - Pregunta Imara - Pero solo chicas -

Los hombres se quejan pero nosotras reímos y nos levantamos.

- Está bien - Dijimos y nos despedimos de los demás, Hunter sonríe mirándome de arriba abajo pero decide hablar con Cameron y Fabrizio que estaban más cerca.

Yo sonreí y me fui con las chicas, pero al salir, ambas se detienen.

- ¿Sucede algo? - Pregunté.

- Claro ¿Qué te piensas, que no lo notamos? -

Karla muestra mis marcas en el cuello y yo reí nerviosa pero suspiré.

- Bueno... no había pensado en que otro regalo darle... - Dije.

Imara suspira y apoya su mano en el hombro de Karla.

- Y yo que pensaba que mi regalo fue el mejor... pero me aplastaron muy feo... - Dice haciéndome reír y a Karla igual - Pero... ¿Solo ocurrió eso? -

- Bueno... puede que... hayamos... vuelto... -

Ellas me miran y parpadean un par de veces antes de saltar y chillar.

- ¡Bien, si! ¡Estoy hay que festejar! -

- ¡Vamos de compras! -

- ¡Vamos! - Ambas me empujan y me hacen caminar rápido.

Yo me quejaba para que no me empujen pero irnos de compras no sonaba nada mal.

***

***

- Muero... - Dije tirándome en la cama luego de soltar todas las bolsas que traje en el suelo.

- Al parecer si que se divirtieron - Dice Hunter que estaba en la cama sonriendo.

Luego de que se entrasen que habíamos regresado, Cameron y Karla aceptaron el que ellos se queden en la habitación de Cameron y Hunter en esta.

- Pues si, las chicas ya saben que volvimos - Dije.

- Igual los chicos - Él se acerca a mi y me levanta para acostarme sobre su cuerpo, yo apoyé mi cabeza en su pecho y sonreí cómoda y relajada mientras que él comenzaba a hacerme un masaje.

- Vamos a la piscina - Dije levantando la cabeza.

Él asiente y ambos nos levantamos, nos cambiamos y fuimos hasta el balcón donde yo me quité el camisón que me había puesto y me metí al agua.

Era de noche y la piscina parecía brillar, Hunter no tarda en meterse al agua junto a mi luego nos acercamos al borde.

- Me gustó este viaje... gracias por invitarme - Dije sonriendo.

- Y yo agradezco que hayas aceptado... realmente creí que no lo harías - Dice tomándome por la cintura.

- Si... estaba dudando... pero... me alegra haber aceptado -

Apoya su cabeza sobre la mí y ambos miramos el paisaje desde aquí.

- Es una lástima que en dos días tengamos que regresar, quisiera quedarme aquí - Dije sincera.

- Podemos volver las veces que quieras - Responde pero yo suspiré.

- Hm... no estoy tan segura... tenemos nuestros trabajos allá y... ya tomé muchas vacaciones, hay gente que pude haber salvado... -

- Eso es algo que me encanta de ti - Se voltea para mirarme - Te encanta pensar que puedes salvar a todos y está bien, tal vez si puedas... y conociéndote... harías hasta lo imposible para que eso suceda - Junta nuestras frente y acaricia mi mejilla sonriendo - Pero quiero que tengas en mente que no siempre puedes salvar a todos... ni siendo la mejor doctora del mundo... Te lo digo porque no quiero verte perdida y con ganas de renunciar porque no has podido salvar a alguien... -

Suspiré y asentí ya que tenía razón...

- ¿Cuántas vidas no has podido salvar hasta ahora? -

- Cero... He podido con todos... -

- Porque eres increíble. No cabe duda - Dice.

Él me besa tiernamente y yo enredé mis brazos en su cuello siguiéndole, al separarnos suspiramos y nos quedamos mirando el paisaje nuevamente.