TÚ LO ERES TODO || 2 ||

Capítulo 63

Me corrí cuando Hunter había metido un tercer dedo en mi, pero no me dejó descansar cuando se posicionó entre mis piernas y lamió mi intimidad, yo agarré la almohada mientras él me estimulaba con su lengua, pero luego se detiene y se levanta.

- Ponte en cuatro, ahora - Dice y yo sonreí pero no tardé en hacerlo, amaba cuando se ponía de ese modo.

Agarra mi trasero con una mano y lo aprieta mientras se acomoda y antes de que me preguntara que haría, sentí nuevamente su lengua pasando por toda mi intimidad.

Mi cuerpo tembló ante la sensación y solté otro gemido.

- Hunter... -

Él usa su otra mano para estimular de nuevo mi clítoris y eso me hizo perder fuerza en mis brazos y terminé apoyando mi pecho en la cama, aprieta mi trasero y mi muslo pero separa más mis piernas sin dejar de lamer mi intimidad.

Apreté las sábanas pero mis manos perdieron fuerza y volví a sentir aquella sensación en mi vientre bajo y terminé por correrme de nuevo.

Respiraba agitada, lo sentí alejarse pero escuché como se quitaba el resto de su ropa para luego sujetarme por la cintura y jalarme hasta él, sentí como comenzó a frotar su miembro por mi intimidad y luego lo metió de una embestida que me hizo soltar un gemido más fuerte.

Él se movía con dureza y rapidez, pero también comenzó a meter sus dedos en mi ano y yo solté un quejido ya que, no volví a usarlo de esa forma luego haber terminado con Hunter.

- Así que fui el primero y el último en usar este lugar tuyo, princesa... - Murmura y mete completamente su dedo, yo gemí de dolor y satisfacción - Me encanta saberlo... -

Él comienza a embestirme con sus dedos y su miembro a la vez, su mano libre me agarra el cabello y me hace levantar la cabeza. Continúa embistiéndome hasta que terminamos corriendonos ambos, yo caí sobre la cama tratando de conseguir aire pero él sale de mi y apoya sus manos a mis lados de mi cabeza pero mete nuevamente su miembro en mi ano y yo apreté las sábanas.

- ¡Mhg... ! ¡Ah... ! -

Vuelve a mover sus caderas entrando y saliendo de mi con fuerza y rapidez, la fricción calentaba mi interior y sentía cuán profundo llegaba en mi.

Nuestros cuerpos se impulsan hacia adelante y atrás repetidas veces y con fuerza. No podía aguantar mucho más y nuevamente me corrí, él se detiene pero solo para cambiar de posición, me sujeta el brazo y se sienta en la cama pero colocándome sobre él apoyando mis brazos en sus hombros y aún con mis manos atadas tras su cabeza.

Entra en mi de nuevo pero mete dos dedos en mi intimidad.

- Vamos, princesa... empieza, ya que te encanta estar así - Dice sonriendo.

Yo, estando apoyada en mis rodillas, comencé a levantarme y bajar una y otra vez. Sus ojos permanecen en mis pechos pero no tarda en llevarse uno a la boca, su mano libre acaricia mi pierna y sube hasta sujetar de nuevo mi cabello y hacer que levantara la mirada para que pueda morder mi cuello.

Él termina por correrse y eso hace que haga lo mismo, jadeé bastante mientras mi cuerpo temblaba y él me miraba con una sonrisa de suficiencia, pero no parecía querer detenerse ahora.

- Lo siento princesa... pero esta vez haré que rueges porque me detenga... - Murmura antes de hacer que caiga en la cama de nuevo y levanta mis piernas sobre sus hombros y nuevamente entró en mi.

***

***

Salí de la habitación con las piernas temblando, mis caderas dolían bastante y sentía que iba a caerme en cualquier momento, resoplé cansada pero sonreía. Escuché una puerta abrirse y me encontré con Tesha casi en las mismas que yo.

Ambas nos miramos.

- ¿Quieres desayunar? - Pregunta sonriendo levemente.

- Si, por favor - Dije ampliando mi sonrisa.

Ella asiente y ambas bajamos ayudándonos una a la otra y fuimos al comedor, encontramos a una de las chicas de servicio y Tesha le pide el desayuno, ambas nos sentamos.

- Noche larga, eh - Dije sonriendo con diversión.

- ¿Y me lo dices tú? - Responde riendo y yo le seguí - Oye... gracias... -

Negué.

- Nada, nada, solo disfrútalo - Dije, ella asiente.

En un momento más nos trajeron la comida, los chicos aún no despiertan y nosotras nos quedamos cómodamente en el comedor, hasta hablamos un poco, aunque no fuera como antes.

Pero en ese momento que estábamos terminando de comer y nos levantamos para ir a la sala, escuchamos pasos.

- ¿Aún caminas? - Hunter se acerca a mi - Eso no puede ser, ven aquí - Me carga en su hombro.

- ¡H..Hunter! ¡Espera, apenas puedo hacerlo! ¡Ten piedad, Dios! - Dije.

Tesha y Zack se ríen a carcajadas mientras que Hunter me lleva de regreso a la habitación y nos encierra.

Que muerte más hermosa tendré.