Capítulo 33

632 44 0
                                    

Hunter abre la puerta y sale en cuanto llegamos a casa, yo igual salí y suspiré, me giré hacia los demás.

- Gracias... - Hunter sonríe.

- No te preocupes -

Les sonreí levemente y asentí, me despedí y entré a casa. Al pasar la puerta principal, las demás se me acercan agradecidas de que haya vuelto y se me viera bien, me mandaron directo a mi habitación y luego me llevaron comida y me pusieron lo más cómoda posible.

Me daba risa y ternura su preocupación pero quería que dejaran de hacerlo ya que les iba a cansar, así que las mandé a hacer lo que quieran mientras yo veía una serie.

Aunque, pasadas unas cuantas horas, mi celular comienza a sonar y noté que era Karla, así que respondí.

- Hola -

- ¿La señorita importante llegó bien a casa? -

Me reí levemente y negué con la cabeza.

- Basta - Ella ríe por el otro lado de la línea - Y sí, llegue bien -

- Que suerte, llamaba para hacerte recordar sobre tus medicamentos -

- Ah, es verdad, luego le pediré a alguna de las chicas que vaya a comprar... ahora tengo sueño - Dije bostezando.

- Bien, pero hazlo -

- Si, si - Respondí.

- Bueno, tengo que seguir trabajando, cuando regreses trabajarás de guardia, quedas avisada -

- ¡Oye! -

- Adió-ós - Canturrea y cuelga.

Me reí nuevamente pero dejé a un lado mi celular para luego apagar la televisión y acostarme mejor en la cama, cerré los ojos sonriendo y me quedé dormida.

***

***

- Auch... - Me levanté por haber sentido dolor en mi cuerpo cuando me había movido, bufé tocando levemente mi rostro y suspiré pesadamente.

Me levanté de la cama y fui al baño aprovechando que estaba despierta, me miré en el espejo cuando me lavaba las manos y me quedé mirando los golpes que estaban en proceso de desaparecer aún, ya no se notaban morados si no, amarillentos.

Miré por la ventana notando que era de noche pero no faltaba tanto para que amaneciera, así que resoplé seguido de soltar una maldición.

Los medicamentos...

Me enderecé ya que estaba apoyada por el lavabo y salí del baño, me senté nuevamente en la cama pensando, mi rostro era lo que más dolía así que abrí el cajón de mi mesita de noche y saqué un analgésico y fui a por agua, me serviría hasta que mañana compre uno mejor, este era más leve.

En la cocina, me serví un vaso con agua y tomé la pastilla, me quedé pensando un momento hasta que lavé el vaso y me fui nuevamente a mi habitación para intentar volver a dormir.

Hm... solo espero que estas heridas desaparezcan rápido...

***

***

Me quejé en voz alta y adormilada pero contra la almohada mientras recordaba que tenía que pedir que compren los remedios, pero estaba en esos momentos en que hasta hablar me causaba pereza.

Pero los golpes me dolían, así que hice mi esfuerzo.

- ¡Cami...! - Dije levantando mi cabeza y hablando en un quejido, seguido gundí mi rostro en la almohada nuevamente, pero nadie pareció escucharme, por lo que volví a levantar mi cabeza con pereza - ¡Ca-mi...! - Volví a llamarla y a hundir mi rostro en la almohada, esta vez pude escuchar sus pasos acercarse y luego abrió la puerta.

- ¿Si, señorita? - Pregunta sonriendo con diversión.

- Necesito los medicamentos... - Resoplé y giré la cabeza hacia ella - Karla debió de hacer una lista, podrías llamarla y preguntar -

Ella asiente.

- Está bien, enseguida le traeré los medicamentos -

Le sonreí con los ojos cerrados.

- Gracias -

Ella vuelve a asentir y sale de la habitación cerrando la puerta, yo apoyé mi cabeza en la almohada nuevamente y me quedé quieta por unos segundos cuando maldecí porque me quería ir al baño pero me dolía moverme y sentía mi cuerpo pesado.

- Ya Diosito mejor llévame~ - Me quejé pero luego escuché que llamaban a la puerta - Camila te amo, fuiste rápida -

Escuché que abrían la puerta.

- Hubiera preferido que me lo digas a mi pero bueno... -

Abrí los ojos de par en par y giré mi cabeza hacia un lado, y lo vi allí, a Hunter de pie con una bolsa en mano y sonriendo con diversión.

- Hunter... - Murmuré sorprendida pero luego fruncí el ceño - ¿Qué haces aquí? ¿Y cómo es que te dejan entrar como Pedro por su casa? -

Él se ríe pero se cruza de brazos quedándose junto a la puerta y muestra la bolsa.

- Karla me llamó, dijo que probablemente no habrías comprado aún tus remedios así que me pidió que te los trajera, y sabes que por ti... yo encantado... -

Aquello último me desconcertó y abracé mi almohada ocultando la mitad de mi rostro para no mostrar mi repentino sonrojo.

- Cómo sea... ¿Me dejas pasar? -

- Ya estás adentro ¿No? - Dije por lo bajo y encogiéndome de hombros.

Él camina hasta mi y me deja la bolsa en la mesita de noche, yo fruncí los labios antes de hablar.

- Oye... aprovechando que estás aquí... ¿Podrías traerme un vaso con agua... por favor... ? - Dije sin mirarlo y ocultando mi rostro aún en la almohada.

Él me mira un segundo pero sonrie y asiente, sale de la habitación y yo estiro mi brazo hasta la bolsa para agarrarla y rebuscar los remedios viendo uno para el dolor y otro para acelerar la curación.

Los saqué y esperé hasta que Hunter llegara con el vaso y cuando lo hizo, me lo entrega y yo tomé las pastillas.

- Gracias... - Murmuré dejando el vaso en la mesita al igual que los remedios.

- Cuando quieras, princesa - Dice antes de volver a acercarse a la puerta - Nos vemos -

- Adiós... -

Él cierra la puerta en cuanto sale y escuché sus pasos alejándose. Suspiré pero me obligue a levantarme ya que aún quería ir al baño y con el agua que bebí recién, más ganas tenía.

Me dolió bastante el costado pero traté de aguantar y al estabilizarme, suspiré sonriendo levemente por haberme podido levantar y fui al baño.

TÚ LO ERES TODO || 2 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora