Capítulo 48

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Todos regresan a sus habitaciones cansados, aunque Cameron y Karla se quedaron en la habitación de los chicos ellos juntos.

- Bueno, supongo que dormiré en el sofá hasta en el día de mi cumpleaños... - Se ríe Hunter pero yo lo miré.

- Am... puedes quedarte conmigo - Dije y él me mira.

- ¿Huh? ¿En serio? - Asentí, tomé su mano y caminé rápido hacia la habitación cerrando la puerta tras él - Ah, gracias, me había cansado del sofá -

Yo me quedé apoyada en la puerta pensando y dudando.

- ¿Zaira? - Levanté la mirada y miré a Hunter - ¿Sucede algo? - Negué suspirando y enderezándome, caminé hacia él - ¿Zaira... ? -

Lo interrumpí parándome en puntillas y alcanzando sus labios al atraerlo hacia mi para que se agachara, sus manos sujetan rápidamente mi cintura mientras lo besaba con intensidad.

Lo fui empujando hasta que sus pies golpean contra la cama, agarré sus manos y las puse sobre mi trasero para así agarrar mi camisa y levantarla levemente.

- ¿Zaira? - Pregunta entre besos - ¿Qué... haces? -

- No es un regalo decente... pero es lo único que se me ocurrió... ¿Lo aceptas? - Pregunté algo sonrojada pero segura, él me mira y yo suspiré quitándome mi camisa bajo su atenta mirada.

Sonríe y se sienta en la cama pero jalándome con él y sentándome en su regazo, presiona mi trasero con una mano haciéndome estremecer y él suspira.

- Cuando te dije sobre algo no material que solo una persona podía darme... me refería a que aceptaras salir conmigo... pero esto también me encanta... -

Se acerca a mi cuello y su mano libre acaricia mi abdomen y sube hasta mis pechos levantando mi brasier y apretando mi pecho haciendo que mi cuerpo se sobresalte.

- ¡Mhg! -

Él sonríe sobre mi piel al escucharme.

- Es el mejor regalo que me han dado... de verdad... -

Me sonrojé pero él comienza a morder mi cuello haciendo que mi piel se erice y yo me estremezca.

- H..Hunter... - Murmuré y apreté mis uñas en su nuca.

Él se separa jadeando y vuelve a mis labios para besarme con necesidad y deseo, pero yo llevé mis manos a su camisa y comencé a quitársela, él no puso resistencia y me ayudó a hacerlo.

Yo me quité el brasier por completo y luego me levanté para quitarme los pantalones y las bragas, Hunter me miraba de arriba abajo sin disimulo y sonríe.

- Eres perfecta... - Se levanta acercándose a mi tomándome con una mano en la cintura y con la otra en mi mejilla vuelve a besarme, su mano en mi cintura baja a mi trasero apretándolo y consiguiendo que por aquella sensación, me parase en puntillas arqueándome hacia él quien sonríe más y se agacha para agarrarme y hacer que enredarse mis piernas en su cintura mientras me besa.

Me deja en la cama y yo intento hacerlo a un lado para ser yo la que lo domine a él, pero sonríe y agarra mis manos con una de las suyas fácilmente y las estira.

- Ah no, princesa... ¿Tengo que recordarte quién da las órdenes... y quien obedece... ? - Roza nuestros labios sin soltar mis manos - Porque tengo tantas ganas de hacerlo... -

Sentí mi cuerpo temblando por la excitación, mis pezones se ponen duros y mi intimidad incomodaba y rogaba por atención.

- Esta noche... volverás a ser mi princesa... pero una princesa obediente... -

Él baja su rostro hasta mis pechos y se mete uno de mis pezones a la boca, yo me arqueé y solté un gemido al tenerlo muy sensible, suelta mis manos y yo apreté la almohada, mis piernas intentan frotar mi intimidad al cerrarlas, pero su mano las separa y toca sin esperar más mi intimidad con algo de rudeza haciéndome jadear.

Comienza a frotar sus dedos sobre aquella zona mientras lame y chupa mi pezón, mi cuerpo se estremecía y arqueaba, había olvidado esta sensación.

- ¡Hmmg! ¡H..Hunter... ! - Mis piernas temblaban y sentía que estaba por correrme, Hunter lo sabía y por esa razón se detuvo y yo gruñí, aunque él se mueve y se acomoda entre mis piernas.

- Hm... había extrañado esto, de verdad... -

Seguido de esas palabras, hunde su rostro en mi y comienza a lamer mi intimidad por completo, mi cuerpo vibró y se arqueó nuevamente, sujetó mis piernas para que no pudiera cerrarlas y continuó follándome con su lengua.

Sentí mis piernas temblar de nuevo y me contraje antes de correrme soltando un gemido sonoro, él se encarga de lamer todo lo que salía dr mi y no parecía disgustado, es más, lo hacía con desesperación...

Sonríe y se levanta para quitarse sus pantalones y ropa interior, sujeta su miembro con una mano y comienza a masturbarse frente a mi, yo sentí como volvía a excitarme y a quererlo dentro de mi ya. Había estado sin él por mucho tiempo, no creía poder soportarlo más...

Hunter ve el deseo en mi mirada, lo sé porque sonríe de lado mientras me mira, suspira cerrando los ojos y tirando su cabeza hacia atrás mientras mueve cada vez más rápido su mano, yo estaba por levantarme y ayudarlo pero él vuelve a mirarme y se inclina sobre mi, comienza a rozar su miembro contra mi entrada y mi clítoris.

Yo solté varios gemidos y jadeos que lo hicieron sonreír, besó mi cuello mientras continuaba frotándose pero sin entrar en mi y eso comenzaba a frustrarme y desesperarme.

- Mierda Hunter, deja de jugar y hazlo... - Dije y lo escuché reír.

- Ah no, princesa... no hasta que me lo digas... - Sube hasta mi rostro - Quiero escucharte decir que aún me amas... y sé sincera... -

Lo miré pero gemí cuando frotó la punta contra mi clítoris, yo jadeé y traté de llevar mis manos hasta él pero me sujeta las muñecas por encima de mi cabeza con ambas manos.

- Vamos... no es tan difícil... - Dice besando mi cuello cerca de mi oreja - Solo es ser sincera contigo misma... -

Muerde ligeramente, casi rozando, mi oreja.

Cerré los ojos con fuerza y apreté mis manos, no podía pensar claramente con él torturándome de esta forma así que las palabras solo dejaron mis labios sin más.

- ¡Si! A..Aún te amo Hunter... yo... ¡Ah! -

Él entra en mi de una sola pero fuerte embestida.

- Eso es... eso quería escuchar... -

Suelta mis muñecas para apoyarse en sus brazos y comenzar a mover sus caderas sin piedad alguna, empezó fuerte y siguió aumentando. Yo me aferré a sus hombros y abrí más mis piernas para que pudiera entrar más profundo.

No me daba tiempo de respirar por todos los gemidos que conseguía arrancarme, sus embestidas eran rápidas y duras.

Yo no tardé mucho más en volver a sentir como iba a correrme y fue su orgasmo el que empujó el mío y ambos nos detuvimos al momento de corrernos.

Sentía como llenaba mi interior por completo y eso me hacia temblar más.

- Mhg... Dios mío... - Murmuré, él besa mi cuello y yo jadeaba y lo abrazaba.

Me deposita en la cama y me mira, acaricia mi mejilla y besa mis labios con pasión, lentitud y ternura.

TÚ LO ERES TODO || 2 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora