TÚ LO ERES TODO || 2 ||

Capítulo 30

Narra Zaira

¿Cómo decirle a una persona que intentaste olvidar hasta el punto de cambiarte a ti misma para gustarle a otra, que no quieres que se vaya...?

¿Cómo mirarlo al rostro siquiera?

Desperté hace unos días, estuve inconsciente tan solo tres, en mis radiografías no había nada, de milagro.

Todos estuvieron conmigo desde que desperté, todos excepto una persona...

- ¿Él... aún no... ? - Pregunté casi inaudible a Karla, Louis, Camila y Úrsula.

Ellos niegan apenados y yo agaché la cabeza mirando la taza de té que tenía en manos.

- Ya veo... está bien - Dije y tomé del té lentamente.

Hasta Zack y Tesha habían venido aunque fueron solo pocos minutos, casi ni cinco, pero habían venido...

¿Por qué él no?

Bueno... tampoco es que tenga razones para venir...

- Lo puedo llamar si... - Negué interrumpiendo a Karla.

- No... si él no quiere venir no voy a obligarlo... por algo será que no viene... - Dije.

Ellos hacen una mueca y Úrsula se acerca a mi agachándose hasta mi altura.

- Cariño... ¿Qué sucedió? - Pregunta y yo sabía a lo que se refería.

Me encogí de hombros apartando la mirada y avergonzada.

- Karla... tenías razón... en todo... - Dije luego de mucho silencio, sentí un nudo en la garganta mientras fruncía el ceño y trataba de hablar de nuevo - Yo solo quería... quería olvidarlo... porque no lo había podido hacer jamás... -

Ella se me acerca y apoya su mano en mi hombro.

- Pero no por eso tenías que ponerte una venda en los ojos - Dice.

- Yo... lo sé... - Mi voz se corta ligeramente - Lo sé, pero... creí que funcionaría... que con Matías podría olvidarlo... no planeaba cambiar, solo... pasó... y cuando me di cuenta ya era tarde... -

Úrsula, Camila y Louis se miran con tristeza y suspiran.

- Bueno... lo importante es que ahora te diste cuenta... y que dentro de poco volverás a ser tú - Dice Úrsula pero yo la miré.

- ¿Podré hacerlo? Yo... ni siquiera sé cómo soy en realidad... desde siempre actué como otra persona... no recuerdo haber... sido yo en algún momento... -

Úrsula me quita la taza con té de las manos y yo me pasé la mano por el rostro ocultando mis ojos con lágrimas, apreté los dientes tratando de evitar sollozos pero no pude contenerlos.

- Eso es lo que crees... -

Abrí los ojos de par en par, escuché sus pasos acercarse y luego como se agachaba hasta estar a mi altura en la camilla. Escuché la puerta cerrarse y sabía que nos habían dejado solos.

- Pero yo sé como eres... no te diste cuenta pero... hubieron tantas veces en las que fuiste tú y solamente tú -

- ¿Cómo podrías saber eso? - Dije aún sin mirarlo.

- Porque fuiste única para mi, porque tú destacabas mucho más que cualquier otra persona, y yo me di cuenta de eso - Sentí como tomaba mi mano con delicadeza y suspiraba - Por eso me enamoré de ti en primer lugar -

Con su otra mano sujeta la mía que cubría mi rostro y la aparta, yo lo miré y él me sonríe cálidamente, yo solté una de mis manos y toqué su mejilla sin dejar de mirar sus ojos.

- Es extraño... - Dije haciéndolo fruncir el ceño pero sin dejar de sonreír levemente.

- ¿Qué cosa, princesa? -

Negué levemente con la cabeza y suspiré profundo cerrando los ojos, aparté mi mano y sonreí muy poco.

- Nada... -

Toqué un poco mi mano al sentir aquel hormigueo por todas partes en las que él me había tocado recientemente, sonreí un poco más pero él quita una lágrima más que comenzó a caer por mi mejilla.

- ¿En serio no me vas a decir? - Negué.

- Ah ah - Respondí y él bufa.

- Hm... ¿Y no hay alguna manera en la que pueda hacerte hablar? -

- Bueno... Tal vez con un helado... -

Él ríe un poco y se levanta.

- Lo que mande Su Alteza - Dice haciendo una reverencia y haciéndome reír a mi, se endereza y se da vuelta para irse pero yo lo detengo.

- Hunter... - Él me mira - Gracias... -

Sonríe ampliamente y asiente, sale cerrando la puerta y yo me quedé sola, suspiré profundo y sonriendo, miré por la ventana y noté que era de noche.

Oh oh, ¿Entonces lo mandé por un helado a estas horas? ¿Estarán abiertas las sucursales?