Capítulo XXVIII

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Hades

Hela se había ido por lo que me apresuré a llegar a la sala del trono en donde seguro estaba la diosa esperándome. No me equivoqué. Ahí estaba, sonriendo de oreja a oreja.

La contemplé por unos breves segundos tragándome la ira que me despertaba. Se la veía demasiado radiante, debía reconocerle eso.

—Por fin llegas, Hades - hablo en mi dirección.

Avance ante su atenta mirada. Aún no entendía porque estaba en mi reino. Creí haber sido demasiado claro con ella.

Después del ataque al campamento su presencia me molestaba. No la quería cerca ya que no la sentía leal a mí, no como en el pasado. En el fondo sabía que no podía culparla ya que tampoco le fui leal con ella. No completamente.

No dije ninguno de mis pensamientos. Jamás iba a tener alguna disculpa de mi parte. Fui claro con ella, inclusive puedo decir que fue sincero. No podía darle más.

Me sorprendió enormemente que el sabueso también estaba ahí junto con Anubis. Pase por su lado mirándolo fijamente.

¿Cómo es que llegó antes que yo si tenía que escoltar a Hela?

—¿Qué haces aquí? – la increpó. —¿Y ustedes?

—Los mande a llamar – responde como si nada.

—¡Mi señor! – saluda Anubis.

Y agradezco que sea el único con algo de respeto.

—¿Qué haces acá, Perséfone? - volví a preguntar.

Me escabullí entre ellos con la firme intención de llegar al trono ya que no quiero estar parado. Aunque en realidad ni siquiera quiero estar tolerando esta situación ridícula.

—¡Estoy embarazada! - afirmó. —¡Vamos a tener un hijo!

Me detuve en medio de los escalones. Una corriente helada me recorrió el cuerpo. Me giré sin poder creer las palabras que había soltado.

—¿Qué?

Es lo único que mi mente puede articular. Mis pensamientos habían quedado perdidos en una niebla espesa y tormentosa.

—Ya me escuchaste amor, voy a darte un heredero.

Ignoro lo mal que me cae que me diga amor y me centro en la palabra heredero. Mis ojos viajan hasta su vientre y sentir el aura que crece dentro me hace buscar apoyo enseguida.

¿Un hijo?

¿Está esperando un hijo?

¿El inframundo por fin va a tener un príncipe o princesa?

Los escenarios se presentan en mi mente aumentando mi dicha. Desde que asumí el lugar que mi padre me otorgó nada he deseado más que tener un hijo.

Adrish da unos pasos hacia ella y luego clava sus ojos en mí. Me estaba confirmando que era verdad. Con una simple mirada confirmaba que también lo sentía. Que era nuestro. Que era del inframundo.

—Los dioses acaban de confirmármelo – menciona.

No deja de sonreír contagiándose en el proceso. Un bebe. Va a darme un hijo.

Caminó hacia ella y besó su frente por inercia. Todo a mi alrededor se vuelve polvo ante lo que salió de su boca.

A pesar de todo lo que hizo, a pesar de su accionar, la noticia es hermosa y me hace sumamente feliz. Un heredero es lo que he deseado por décadas y ella estaba por dármelo después de todo lo que hice mal, después de cómo la trate.

HelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora