Capítulo XVII

606 83 9
                                    

Hela

Termine de comer la fruta que había preparado y me cambie de ropa para ir a casa de Hana, hoy era el día de la cita con Rae.

Y conociéndola me necesitaba junto a ella.

Todo apuntaba a que sería un día hermoso. El sol brillaba en lo más alto y no había ninguna nube que lo limitase a brillar.

Lastima que, para mi, tal hermosura era opacada por este sentimiento de ausencia que generaba el dios del inframundo en mi interior.

Daría todo por tener que vivir esta que tenemos sin escondernos de los demás. Pero tal banal deseo no era posible.

Mi amiga me recibió super nerviosa, mientras entraba a la casa iba viendo las telas tirada por todos lados.

—¿Paso un huracán por la sala? - bromeo.

—No sé qué ponerme Hela - se dejó caer en el sillón claramente sobrepasada.

—Tranquila, ya encontraremos algo - me tumbe a su lado abrazándola.

Hana era una persona muy segura de sí misma, aunque cambiaba drásticamente al tratarse de Rae. No cabía dudas de que lo amaba y que lo que pensara de ella le era importante.

Deseaba mucho que todo saliese bien esta noche y que por fin elijan estar juntos.

—Haber que tenemos por aquí.

Comencé con la tarea de juntar el quilombo de vestidos, polleras, seda y blusas que había hecho. Era imposible elegir algo en estas condiciones.

Estuvimos un largo rato viendo, probando, eligiendo y desechando hasta que elegimos un lindo vestido rojo acampanado.

Se veía muy hermosa y radiante.

—¿Qué tal me veo? - preguntó mientras se miraba en el espejo de pie.

—¡Estas hermosa! - exclame. -Vas a volverlo loco.

Me abrazo en silencio y le devolví el gesto de la misma manera.

—Gracias - murmura al apartarse.

Le reste importancia sacudiendo la mano. No me molestaba ayudarla, todo lo contrario. Como no tenía deseos de volver a la soledad de mi casa, y aún faltaba para que viniese por ella, acepte quedarme.

Las próximas horas consistieron en nosotras tiradas en la cama, miramos algunas películas, comiendo comida cero saludable y hablando como si no hubiese mañana.

En cierto momento se pasó contarle sobre mi relación con Hades, pero desistí ya que no sabía cómo se lo tomaría.

Y que ella me rechace era algo que no podía soportar.

—¿Qué te pasa Hela? - cuestiono. Se sentó en la cama a modo indio y clavó sus hermosos ojos en mi. —Desde ayer te noto rara, como ida.

Suspire. La duda me recorría el cuerpo pero sabía que no podía ocultarle nada. Ella me conocía como a nadie y no era la típica persona que juzgaba.

—¡Me gusta alguien! - confesé.

No podía contarle toda la verdad, pero sí un poco.

—¡Queeee! - su grito casi me deja sorda. —¿Quién es? ¿Cómo lo conociste? ¿De dónde es? ¿Es lindo?

Sus preguntas me hicieron reír, me las esperaba a todas ellas. Fui contestando una por una ganándome una reprimenda por no decirle quien era.

—¡Estuvimos juntos! - solté de repente.

HelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora