Capítulo X

728 95 5
                                    

Hela

Adrish se fue después de que Hana viniese por mí dejándome con más dudas que respuestas. Decidí ignorar todo y centrarme en seguir disfrutando del día con mis amigos.

Ya habría tiempo para desenredar la tela de araña de incógnitas que se escondían detrás de la llegada del dios del inframundo a mi vida.

Luego de la comida salimos a caminar por el campamento en busca de uno de nuestros los lugares favoritos. El día estaba soleado ideal para un chapuzón en el viejo lago.

Era un lugar bastante inusual. La gran montaña terminaba en forma de cascada dándole nacimiento a un asentamiento de agua cristalina.

Cuando nos sentíamos tristes o agobiados veníamos a jugar a este lugar como si siguiésemos siendo niños pequeños. Pasábamos tardes enteras imaginándonos que era una enorme playa con arena.

Imaginábamos que éramos humanos, simples humanos.

—¡El último en llegar gusta de Rae! – grito Liam comenzando a correr mientras se sacaba la camiseta dejando a la vista su abdomen levemente marcado.

Infantil.

—Hana no vale no moverse – lo secundo Ecresio burlándose de ella.

Ambos se pusieron rojos como un tomate, pero igual corrieron hacía el agua disfrutando del momento. Se amaban y gustaban intensamente uno del otro, sí, pero también se tenían mutuamente como amigos, cuidaban y protegían sin pedir nada a cambio.

—¡No me gusta Rae! – afirme riéndome mientras metía los pies en el agua.

Había sido la última en llegar. No por lenta sino por perezosa.

—Pues claro – me salpico con agua. —Tú no puedes vivir sin mi rojita.

Liam me miraba con una enorme sonrisa mientras Rae no dejaba de reírse. Le sonreí y asentí devolviéndole la mojada.

Liam había sido el primer chico en atraerme tanto física como emocionalmente. Con él di mi primer beso y compartimos juntos momentos hermosos que atesoro en lo más profundo de mi corazón.

No fue una relación formal, de nuestros amigos solo Hana lo sabe y es porque se lo conté, estoy segura que los demás ni se lo imaginan, pero fue un momento muy feliz para ambos.

Al final solo seguimos siendo buenos amigos.

Hana tomo lugar sentándose a mi lado mientras los otros tres nadaban y se perseguían en el agua.

Era divertido verlos pasarla tan bien.

—Rae me invito a salir, creo que en modo cita – hablo mi amiga moviendo los pies en el agua dándome a entender que estaba nerviosa.

—¿Enserio? Es genial Ha – me puse feliz por ella. —¿Qué le respondiste?

—¡Que si obvio!

Compartimos una sonrisa.

—¿Cuándo?

—Mañana a la noche va a pasar por mí – seguía jugando con el agua mientras sus mejillas se teñían de rojo.

—No tengas vergüenza tonta – la regañe. —Mañana a la tarde paso por tu casa a ayudarte, te vas a ver tan hermosa que va a quedar rendido a tus pies.

Ella me abrazo fuertemente.

—¡Que raro el idiota arruinando momentos! – la voz molesta de Ecresio nos hizo separarnos y girar en dirección a donde sus ojos apuntaban.

HelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora