Cristal líquido

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Hola de nuevo humanos :D ya sé, ya sé. Me odian por cortar el capítulo pasado en ese momento, verdad? Como extrañamos ya los PDV de Yu-chan, eso es lo que tendremos hoy :D
Por cierto, el nombre tiene su razón de ser. Como dato curioso que nadie pidió, los cristales líquidos son movibles, fluídos y anisótropos, o sea, variables y predecibles en diferentes direcciones, y es a como yo considero el amor
Además puse Save your tears acá arribita aunque para cuando pasa la historia no había sido lanzada porque esa canción duele y no pueden negármelo jiji

PDV: Yuzuru
Me desperté alrededor de las 9, había escuchado la puerta abrirse.
-¿Jaz?- murmuré aún adormilado sin levantarme -. Cariño, ¿eres tú?¿A dónde fuiste?
-Creo que te equivocas de chica- entonces sí que me alcé en el sofá.
-Ah, Danielle. Hola.
-Hola. Ignórame, sólo vine a recoger algo que dejé aquí- la vi caminar al interior y subir al segundo nivel.
-¿Sabías que Jaz no está en casa?
-Sí, le llamé para preguntar si podía pasar por esto- replicó desde la que había sido su habitación. Salió por la puerta antes de seguir hablando. Me mostró una bocina inalámbrica -. Pregunté antes de venir para no toparme con una escena incómoda. Dijo que estaba bien, que ella había salido y que volvería pronto. También dijo que estabas dormido y que no hiciera demasiado ruido al entrar.
-Ya veo- mascullé con molestia porque justo me había despertado el que hiciera ruido. Me puse de pie, esperando que eso evitara que ella se pusiera cómoda y de ese modo se retirara pronto.
-¿Puedo preguntarte una cosa?
-¿De qué clase?- crucé los brazos sintiéndome ligeramente vulnerable.
-Sobre Jaz. ¿Por qué la elegirías?
-No entiendo a qué te refieres. ¿De qué hablas?
-Elegirla a ella como tu novia- bufé piniéndome a la defensiva.
-¿Inporta acaso?
-Sabes lo problemática que es, y eso no parece importarte. Está rota, ¿quieres un ave herida para cuidar? ¿Pasar una eternidad intentando arreglar y pegar de vuelta sus piezas?
-No veo en ella un proyecto de ayuda moral, la amo por lo que es y que me confíe a su tiempo todo lo que ocupa su mente, depende de ella. No me sorprende que esté rota si incluso tú piensas eso de ella. Su hermanastra, de las pocas personas en quien confía.
-Siempre me robó todo, y por lástima me dejó ganar. Ahora yo le robaré algo- avanzó la distancia que nos separaba y me aferró de los brazos, de modo que evitó que me hiciera para atrás. Sus labios estaban apretados contra los míos y le busqué las manos para desasirme de ella. Al no funcionar la tomé de los hombros y la empujé.
Y entonces la vi.
Jaz, que había dejado caer al suelo la bolsa de compras, estaba observando en silencio con una expresión muerta, ausente.
-Jaz- murmuré apartando de mi camino a Danielle de un empujón. Caminé en su dirección pero retrocedió cuando estuve a un metro de ella y extendí el brazo, por lo que también me detuve -. Cariño, esto no es lo que parece.

-Pero sí lo parece- dijo sin entonación

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-Pero sí lo parece- dijo sin entonación.
-Jaz- empecé y di un paso.
-¡No te me acerques! Quiero que te vayas- me pasó de largo y apartó la mirada tratando de esconder las lágrimas que se formaron en sus ojos.
-Si me dejas explicar- empecé a seguirla e intenté posar la mano en su hombro pero me evadió y se paró cuando Danielle le cerró el paso en las escaleras.
-Jazmin, hermanita. Escucha un segundo, esto...- la interumpió dándole un puñetazo a la nariz que la sentó en el suelo.
-Mucho tiempo y muchas veces me lo guardé, hermanita, pero eres una persona horrible. ¡No puedes ver que alguien logra lo que tú no y sólo buscas pisotearlos! ¡En cuanto a ti!- giró a verme y alzó el puño haciendo el brazo para atrás.
-Adelante, si es lo que quieres- murmuré sin dejar de verla. Ella sólo suspiró y bajó en brazo.
-Sólo lárgate, antes de que en verdad haga algo- subió las escaleras rápido y la escuché azotar la puerta. Volteé hacia Danielle que estaba sosteniendo su manga contra la nariz que no paraba de sangrarle.
-Esto es tu culpa- le aferré el brazo y tiré de ella hacia la entrada, abrí la puerta y la empujé fuera -. Vete de aquí, y si haces un escándalo de esto voy a divulgar el video de seguridad, ¿escuchaste? De por sí ya parezco yo el malo.
Cerré la puerta antes de que empezara a protestar y di un golpe quedo en la pared con la palma. Alcé del suelo las compras y luego de guardarlas en su lugar, le preparé un emparedado a Jaz, que coloqué en un plato y lo llevé con un vaso de su té chai helado favorito.
Dejé las cosas en la mesita del pasillo y llamé a su puerta.
>>Jaz. Cariño, te hice la cena. Nada demasiado elaborado, un emparedado... Quiero que me escuches, por favor déjame entrar- la escuchaba dentro, pero no me respondió -. Jaz, sólo... Sabes que yo no lo haría. No quiero hablarle a la puerta porque ni siquiera sé si me escuchas o te pusiste los audífonos, así que me quedaré sentado aquí afuera.
Y así lo hice, con la espalda pegada a la puerta. Pasaron al menos 2 horas hasta que recibí un mensaje de madre, quería que fuera a casa. Me levanté y pegué la frente a la puerta.
>>Volveré en unos minutos, ¿de acuerdo? Ojalá me dejes entrar entonces- permanecí ahí un momento antes de retirarme y encontré a mamá con los brazos cruzados en el marco de nuestra puerta. También en el pasillo estaba sentada Danielle pero la ignoré -. Okasan.

Cygnus: El trazo del hielo --- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora