Cygnus: El trazo del hielo --- Terminada

La maldición de los pelirrojos

Hola humanos :3 la verdad es que si para ahora mi número de lectores no se ha ido a ceros por la fantochada del capítulo pasado, les agradezco mucho 🥺🥲

En lo que respecta al resto de la historia, juro solemnemente que sólo queda una fantochada muy muy importante y necesaria y es todo, no más sufrimiento para Jazzuru y para ustedes 🥺

Jazmin de vez en cuando me diría algo que tengo tan fresco en la mente como laprimera vez que lo dijo. Que su vida le parecía tan cliché que parecía una historia armada. Y tenía razón, conocer a su ídolo y terminar casados, ser una niña rica a escondidas de la gente y terminar siendo la heredera universal, tener talentos ocultos, una hermanastra malévola, una previa relación tóxica y por desgracia también todo lo demás que era malo.
Pasamos la noche en el hospital, por desgracia también frustramos la cena familiar porque de hecho nos siguieron y tuve que decirles todo, lo que los descolocó por completo como a mí. Pude hablarles durante un rato en que Jaz se quedó dormida por el sedante que le pusieron para calmar los cólicos de expulsión que, aunque ella pretendía que estaba bien y era igual que siempre, mientras conducía al lugar podía verla llorando en silencio, temblar, apretar la mandíbula, aferrar su vientre y apretar el puño tan duro que después noté las heridas en las palmas resultado de clavar sus uñas.
Me estaba quedando dormido en la silla después de haberla cuidado toda la noche, hasta que perdí el apoyo del brazo en la silla y me sobresalté al sentir que me caía. Y vi a Jaz despierta.
-Babe- susurré levantándome y yendo a buscar tomarle la mano, débil entre las mías -. ¿Llevas mucho tiempo despierta?
-No sé, me siento tan dopada que creo que podrían dormir a un caballo con esto- hizo una pausa -. Estabas dormido.
-Descansaba los ojos, nada más.
-Seguro-me alegraba un poco que tuviera ánimos de ser sarcástica -, te ves muy cansado.
-No he dormido- acepté.
-Que yo esté así no significa que debas malpasarte.
-No digas tonterías. Eres mi chica, juré que iba a cuidarte a cada segundo de mi vids y... Y esto se incluye en eso. Mientras respire, no estarás sola jamás- sus ojos entrecerrados por el sedante se llenaron de lágrimas y respiró pesadamente -. ¿Cómo te sientes?
-La pregunta sale sobrando, Hanyu- murmuró sin verme pese a que había ladeado la cabeza en mi dirección.
-Lo sé, y sobre eso no hay gran cosa que pueda hacer. Pero sí puedo asegurarme que tú estés bien- sentí la presión de su mano.
-No estoy bien. Así de simple. De nada sirve querer engañarme.
-¿Te duele mucho? Pediré que aumenten el sedante.
-No siento nada.
-¿Nada?
-Siento mi cuerpo. Sé que duele, supongo que duele, debería doler. Pero no lo siento, es como si no me importara- suspiré y besé sus nudillos.
-Dale tiempo, aún estás en shock.
-Si cuando pase el shock seré consciente de todo lo que pasa ahora mismo, lo siento, pero prefiero morir ahora.

Eso fue lo que dijo antes de dormirse por las siguientes 5 horas, y era doloroso saber lo mal que estaba, lo horrible que la estaba pasando en todos los aspectos. Y yo estaba de manos atadas.

***

Y lo que era peor, no había forma de que Jaz lo olvidara por al menos un rato, porque en cuanto despertó, vino un interrogatorio.
-Sr. y Sra. Hanyu, lamento mucho la perdida y me apena tener que tratar con ustedes el tema tan pronto con ustedes, pero tengo que completar el perfil. Muchos abortos ocurren antes de que la mujer se percate que está embarazada, ¿hace cuánto lo sabían?
-Unos días apenas, no más de una semana.
-¿Buscaban el embarazo?
-Pues... No teníamos un anticonceptivo. Y si pasaba, estaba bien.
-¿Saben qué pudo ocasionar el desprendimiento?
-Fue mi culpa- finalmente Jaz habló para responder a la doctora, antes de que yo pudiera seguir hablando -. No debí patinar, no debí cargar a Zuzu. Tuve que... Lo jodí.
-¿Cargar a quién?
-Mi perro, murió el día anterior y... Lo cargué. No más de 30 kilos, siempre solía cargarlo pero...
-Y el patinaje...
-Nada demasiado intenso, sin saltos- me apresuré a decir.
-Bueno, no hay pruebas contundentes de que hacer ejercicio o esfuerzos fuertes provoquen un aborto espontáneo. Una caída o golpe podrían hacerlo- ambos negamos -. Bien. ¿Alcohol, cigarro o drogas?
-Lo he evitado por completo desde hace algunas semanas, dejé de fumar hace meses, y no- yo sólo negué después de que Jaz terminara, realmente no era mi área.
-¿Abortos previos de los cuales tuviese consciencia?
Jaz permaneció en silencio un momento. No me correspondía hablar, estaba en todo su derecho de quizá no decirlo.
-Uno, fue intencional, lo hice en una clínica. Hace unos 8 meses tuvimos un embarazo no planeado, mi dispositivo se movió, no estábamos preparados. No tuve complicaciones, pero desde entonces no hemos tenido realmente una protección- habló casi sin mover los labios.
Le hicieron algunas otras preguntas rutinarias y al final, una enfermera nos tomó muestras de sangre a ambos. No pregunté porqué necesitaban mi muestra pero era lo de menos, yo estaba más preocupado por ella.