Cygnus: El trazo del hielo --- Terminada

Phoenix, el showman de Cygnus

Humanos de mi amor! n.n hoy llega el hermoso, perfecto y sensual fin de la historia. Espero sea de su agrado y que todo el camino hasta ahora haya sido divertido :D

Sé que habrían querido que continuara está historia por un rato más, pero a decir verdad lo extendí al menos 20 capítulos más de lo que planeaba y creo que es momento de hacer un cierre para nuestro Jazzuru 💙

Traigan sus botanas porque esto va a ser un capítulo super mega ultra largo, con todo mi amor para ustedes :3

Por la mañana siguiente me levanté mientras Yuzu aún dormía profundamente pero no pude tomarme el tiempo para observarlo dormir pues me levanté rápido al baño al sentir algo allí abajo. Para mi total frustración, vi que me había llegado el periodo de nuevo.
Me quedé sentada en el inodoro por un rato, llorando en silencio. No había otra cosa que pudiera hacer a estas alturas. Había hecho de todo.
Sí, seguía intentando embarazarme, llamémoslo a escondidas de Yu porque se iba a preocupar, porque sabía que él estaba resignado pero yo... Por alguna razón no podía dejarlo ir y aunque ya no corría riesgo mi salud, no resultaba. Y sí, aquella vez en Italia que encontrara la prueba de embarazo en la basura tomó todo de mí mantener la mentira y no quebrarme cuando me dijera que no fuese por ese camino de nueva cuenta.
Llámenlo obsesión o ambición pero no podía quitar el dedo del renglón, lo único que veía al cerrar los ojos era la vida que podríamos haber tenido de haberlo hecho todo diferente. Todo diferente desde Seoul. A decir verdad, si me hubieran dicho entonces todo lo que sé ahora, nunca me habría ido de la competencia, abandonando a Yu-chan, habríamos estado juntos cuando supiera de mi embarazo y sin lugar a dudas lo habría tenido pesd a lo que estuviera en nuestra contra...
Pero ya no podía lamentarme por algo que ocurriera 2 años y medio antes.
Y ahora ya no sabía qué hacer. Apenas y podía mantener la tapadera cuando iba a Tokio. Cuando iba con Satomi, de algún modo me las arreglaba para ir a la clínica de fertilidad donde por un favor de Kai habían hecho los estudios y aparentemente habían resultado exitosos para contrarrestar el rechazo del factor Rh. Sin embargo, en la práctica, cuando todo indicaba que iría bien esta vez, no parecía hacer efecto. Estaba controlado, por eso ya no era riesgoso para mi salud y no veía caso preocupar a Yuzu en vano con cada intento fallido, pero el resultado era el mismo.
Suspiré frustrada pero también con una resolución. Era momento que lo dejara ir, mi obsesión insana, y dedicar mi vida a algo que en verdad diera frutos. Inesperados pero que prometían algo bueno.
Ese fue el momento en el que me convencí de hacer algo que fortaleciera ese vínculo entre ambos. Si no podía darle un bebé de mis entrañas, le daría algo más que él anhelaba con el corazón. Quería competir bajo el coacheo de Yuzuru y tomaría cada oportunidad que se me presentara.
Salí del baño luego de terminar mis asuntos y me metí bajo las sábanas para abrazar por la espalda a Yuzu, quien se removió y se quejó suavemente.
-¿Babe?- murmuró somnoliento. Como no respondí, se giró y pasó el brazo sobre mi cabeza -. Ven aquí- me rodeó los hombros y me pegó a su pecho. Oculté el rostro contra su cuerpo, aprovechando que por el sueño seguro seguía con los ojos cerrados o peleando para abrirlos porque de otro modo me habría cuestionado de porqué no le hablaba. Sentí sus labios contra mi frente y sus dedos metiéndose entre mis mechones al acariciar mi cabeza -. Buenos días, babe.
-Hola- murmuré y me pegué aún más a él, causando que me sostuviera más fuerte. Dejé que todo mi humor de esa mañana se fuera, para lo que estar en sus brazos me ayudó mucho. Finalmente alcé la mirada para toparme con sus ojos razgados y su cabello revuelto -. Hola.
-Tienes esa expresión otra vez.
-¿Qué expresión?
-De que estás pensando algo. ¿Qué pasa?
-Estuve pensando.
-¿Y no te dolió?- fruncí el ceño ante su cara burlona y le di un piracatazo en la frente -. Ouch. Era sarcasmo, siempre estás pensando cosas.
-Creo que al fin puse en orden mi cabeza- suspiré y me incorporé, haciéndolo girar y me senté a horcajadas de su regazo. Alzó las cejas sorprendido.
-Bueno, si llegaste a esta resolución, por favor sigue pensando esa clase de cosas.
-Ya lo decidí, esta vez es definitivo y con tus condiciones. Yu... Quiero que me entrenes.