Christmas Time III

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Hola humanitos, ya volviii con el chismesito xD

Antes de comenzar, sé que estos capítulos de Christmas Time he incluído escenas de s3x0 🌚🌝 quizá algo subiditas de tono y usualmente no pongo escenas así en capítulos consecutivos. Digo esto porque no quiero que se preste a decir que mi fic se convirtió ya sólo en algo de fic de sexualidad y ya, soy consciente de que he recurrido más que de costumbre a esto

En este capítulo, también incluiré una, peeero la razón es porque de aquí en adelante va a pasar un buen rato, no sé hasta qué momento, que no incluiré este tipo de escenas para hacer enfoque en otras cosas, pero quiero dejar el contexto de que Jazzuru es una pareja lit súper joven por lo que tienen la hormona y todo a tope, por lo que es altamente sexual que se disfruta en conjunto y que ciertamente esta intimidad refuerza la relación de pareja en una forma muy viseral

Ahora sí, dicho mi speech que nadie quería, les traigo el chisme, mis cielaaas 💅🏻👁️👄👁️

Imagino que nuestras caras no eran muy diferentes a las que mamá y Han pusieran en la cena. ¿Había escuchado bien?
-¿Dijiste "condones"?- preguntó Yuzuru casi sin aire.
-Sí, eso dije. Estoy seguro que saben lo que son.
-¿Para qué los quieres?- pregunté, ganándome una cara agria de su parte.
-¿Te hago un dibujo? ¿En serio, Jazmin?
-Sí, es en serio. ¿Para qué?
-Porque parece que tengo algo con tu hermana.
Kamisama, hidoi na!
-¡Oye, entendí eso!- exclamó Javi.
-Paren los dos- los calmé, aunque yo igual pensaba que era una idea terrible -. Usualmente no me metería, no me importa a quién se da la gente, pero Dani está mal de la cabeza.
-Oye, no imagines el escenario de las mantis. No me va a comer... Bueno, ese es el punto- se rió y no pude más que palmearme la cara y darle la espalda para no darle un golpe o algo. Yuzu se me acercó y habló en voz baja.
-Jaz, no hay poder humano que vaya a disuadirlo. De tercos a tercos... Él y yo nos peleamos el primer lugar. Sólo se los daré y esperemos que no lo mate.
-Habrá mucho que explicar si algo le pasa a tu amigo. Esa perra está loca. Y no pienso ir a vigilarlos- suspiré pesadamente y cuando logramos librarnos, fui a tumbarme en la cama. Y de repente ahí apareció Yuzu, inclinado encima de mí -. Muévete, estás tapando mi visión del techo.
-Entonces tú puedes estar arriba, eso me gusta más- me reí y lo tomé de la solapa para atraerlo.

Poco a poco, se acostó sobre mí, pegando su cuerpo y sus besos recorrieron todo mi rostro y bajaron a mi cuello, trazando mi mentón, apoyando los dedos en mi mejilla

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Poco a poco, se acostó sobre mí, pegando su cuerpo y sus besos recorrieron todo mi rostro y bajaron a mi cuello, trazando mi mentón, apoyando los dedos en mi mejilla. Evadió la tela que separaba su mano de mi piel y tocó, muy apenas, causando que mi piel hormigueara y se erizara a cada milímetro. Deslizó las manos hacia mi espalda buscando el cierre y poco a poco apartó la tela. Extendí las manos para quitarle el saco, pero las sostuvo.
-¿Cad?- lo interrogué. Le había enseñado unas cuantas palabras.
-Deja que yo me encargue- susurró y cuidando que no me perdiera detalle de sus movimientos, dejó su torso expuesto y su piel se sintió fría cuando se pegara de vuelta a mí, sentía el cuerpo arderme.
Se arrodilló a un lado y subió la mano, rozando con las uñas, la cara interna de mi muslo, lo que me hizo arquearme un poco y respirar entrecortado. Al recibir esta respuesta, continuó tentando la sensibilidad en mis muslos, pero siempre quedándose a buena distancia del vértice, lo que me hacía desesperar más y más.
-Yu, ya no me tortures- jadeé y lo agarré de los hombros. Me alcanzó las manos, tomó mis muñecas para hacerme alzar los brazos muy despacio y con suavidad las sostuvo en cruz, con una sola mano, por encima de mi cabeza.
-Pero si no lo hago.
Sus besos se hicieron invasivos, pero tiernos, podía sentir el suave temblor en su mano al acariciarme, justo como le ocurría siempre que ardía en deseo. Quitó con dolorosa lentitud mi vestido y ropa interior, pero dejó las medias con figuritas de copos de nieve que me llegaban arriba de la rodilla, cosa que aprovechó pasando los dedos justo por encima del elástico, lo que me hizo apretar un poco las piernas y encoger los dedos de los pies. Se notó satisfecho con ese pequeño descubrimiento.
Sus labios acariciaron los míos al tiempo que corría la mano, finalmente, por el vértice de mis piernas. Arriba y abajo, una y otra vez. Mis mejillas sin duda estaban más rojas que cualquier cosa, y empeoró cuando en el momento que nos miráramos a los ojos, sentí sus dedos deslizarse a mi interior. Ese movimiento de su mano, provocó que su palma frotara ese punto tan sensible y mordí mi labio en un acto reflejo y mi voz comenzó a escucharse, aguda y algo apagada por su boca. Ante mi reacción, no aceleró pero poco a poco sentí cómo mi área se volvía más húmeda cada vez hasta que el mismo movimiento hacía tal sonido y debajo mío podía sentir lo mojado de la colcha.
Luego de sentir las ligeras contracciones, Yuzuru deslizó fuera sus dedos y al verlo bajar de la cama, pensé que sería para quitarse la ropa inferior, pero me tomó por sorpresa total cuando agarró mis tobillos y tiró de mi hasta el borde de la cama.

Cygnus: El trazo del hielo --- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora