Regresa el tiempo

33 3 6
                                    

Hola humanitos de mi amor n.n hoy vengo con un capítulo de confort y cursilerías. Espero lo disfruten :3

PDV: Yuzuru
Volver al día siguiente a Sendai alrededor de las 11am me tenía con los nervios de punta. Ya me esperaba que de repente hubiese pasado de ser el querido Yuzu de Sendai a ser el infeliz que plantó a su novia en el altar pars irse con la ex. Y si algo se sabía de inmediato en esa área, eran los chismes y desafortunadamente más si tenían que ver conmigo. Lo del escándalo del motel me lo había dejado muy en claro.
Pero al ver a Jaz en el asiento de copiloto del auto que recuperara de afuera de la estación, que por cierto tenía como 3 multas de tránsito cuando volvimos, me tranquilizaba y me hacía saber que todo estaría bien. En el asiento de atrás estaban Pair y Carlo, que nos habían alcanzado en Omiya temprano por la mañana luego de llamarlos desde un hotel donde pasamos la noche y decirles lo que planeábamos. Ella llevaba consigo una caja algo grande pero no me dijeron lo que era. Esperaron ahí mientras Jaz y yo bajamos a mi casa.
No había querido devolverles la llamada a mi familia, aunque seguramente sabían que había ido tras Jaz. No podía haber ido a otra parte. Prefería encararlos de frente para decirles todo, al final del día ellos siempre me reprocharon en silencio o no tan silenciosamente el haber dejado ir a Jaz. Y no hacía falta que lo hicieran, yo mismo me odiaba por haberlo hecho y perder todos esos meses que pude estar con mi esposa.
Al entrar, todos llegaron como en estampida.
-Oigan- comencé soltando la mano de Jaz y dando un paso al frente para inclinarme profundo a modo de disculpa -. Lamento haberme ido así de...
Pero me pasaron de largo, me ignoraron por completo pues fueron directo a abrazar a Jaz, lo cual nos sorprendió a ambos.
-¡Tía Jaz, tía Jaz!- exclamaron mis sobrinos pegándose a sus piernas.
-Vaya, niños. Me van a tirar- y es que en verdad la hicieron tambalearse, aunque no se caería porque todos la tenían sujeta.
-No sabes todo lo que me han estado molestando conque cuándo volverías- bufó Ren.
-¡Si te vas de nuevo, te mato!- le dijo Saya sorbiendo la nariz -. Y no porque te extrañara yo, ¡mi hermanito tocó fondo por tu culpa!- la realidad es que mi hermana sí la había extrañado pese a que se empeñara en seguir siendo la cuñada malvada.
-Me alegra tenerte de vuelta, nuera mía- la verdad sí me sorprendió que padre le externara eso. Y madre... La sostenía con tal fuerza y acariciaba su cabello que supe que además mí, fue quien más sufrió su ausencia.
-Gracias a los dioses que has vuelto, Jaz-chan. Gracias por perdonar a Yuzu.
-Yumi, no hay qué perdonar. Creo en verdad que necesitábamos pasar por esto, todo pasa por algo- replicó con voz aguda -. En todo caso, yo debo disculparme también.
-Hola, familia. También vine yo- saludé moviendo las manos para hacerme notar.
-Yuzu, no te queda ser sarcástico- me dijo Saya con una mueca que ocultaba una sonrisa. Jaz se liberó de ellos y avanzó hacia mí -. ¿Dónde estuviste todo este tiempo?
Jaz suspiró sin despegar los ojos de mí.
-Metida en problemas, cual es mi costumbre, por aquello que nadie me quería cerca del Rey del Hielo- sabía que eso había hecho rechistar a mamá y a Saya, pues ambas habían estado abiertamente preocupadas de que saliera con una chica problema. Obviamente mamá pronto comenzó a quererla cuando la hubo conocido, lo mismo que Saya y mis entrenadores -. Y tal vez sí le gané problemas. Pero resulta que de hecho él me salvó, eres mi ángel- me tomó la mano y giró hacia ellos -. Quiero que me permitan casarme una vez más con Yu-chan y ser parte de su familia.
-Y nosotros que esperábamos que ya se hubiesen casado- el comentario de papá nos dejó helados a ambos -. Pues claro, ¿para qué más te habrías visto con tanta prisa, Yuzuru?
-En realidad, no hemos definido cuando lo haremos- murmuré.
-O dónde- completó Jaz.
-¡Vayamos a la casa de verano! Ahí está el enorme porche- propuso Saya. Jaz frunció el ceño y me miró.
-¿Casa de verano?
-Es que nunca te llevé ahí porque... Me trae recuerdos difíciles. No queda lejos, está en Arahama- ella asintió, sabía del temblor y tsunami y cómo esa área quedó debastada. Así no supiera que esa casa había sido reconstruída, seguro se imaginaba la razón -. Podemos hacerlo ahí, si quieres.
-Y pueden quedarse ahí y disfrutar la noche de bodas- propuso Ren antes de que Jaz dijera nada, con una mueca que puso roja a Saya y le dio un codazo para que se callara.
-Eso no importa demasiado, ya nos adelantamos anoche- les dijo Jaz, haciendo que todos se pusieran un poco rojos. Y no era verdad, la noche anterior sólo nos quedamos dormidos abrazados al otro con tanta fuerza que cada buen rato despertábamos porque los brazos y las piernas nos mataban de tensión. Pero a fin decuentas era todo lo que quería de volver a estar juntos, estar juntos sin importar las circunstancias.
Mamá y papá dieron un paso al frente para encontrarnos.
-Jaz, jamás haz dejado de ser parte de esta familia- le dijo mamá acomodándole un mechón tras la oreja -. No tienes que pedir nuestra aprobación para volver a ella.
-Y por supuesto que tienen nuestra bendición para casarse. Esto es lo más feliz y entero que he visto a mi muchacho en meses- compartí una mirada con papá e incliné la cabeza.
-Gracias, a ambos- murmuré y le tomé la mano a Jaz, que igual había inclinado la cabeza -. Esta es tu familia, Jaz, independientemente de lo que ocurra allá afuera. Eres parte de nosotros, de mi mundo, de mi persona. Te he querido en mi familia desde el momento en que te vi. Necesito tu corazón y tu fortaleza. Te necesito.
Ella corrió los dedos por mi pecho y aferró la solapa.
-Y es en donde me quedaré.

Cygnus: El trazo del hielo --- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora