Dios me ha abandonado pt. 3

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Hola humanitos, volvemos con más drama que espero disfruten 🙊

-Jaz- ella no me escuchaba, o quizá sí pero estaba ignorándome. Estaba preparando una maleta con algo de ropa y tenía mucha prisa. Con todo, me atravesé en su camino para hacerla parar un segundo. Se frenó de golpe prácticamente arrollándome en el acto. Soltó su ropa y me sostuvo de los brazos cuando trastabillamos -. Jaz.
-No hagas eso, Hanyu, te voy a tirar- levantó su ropa y la tiró en la maleta sin doblar de nuevo.
-Es que tienes que parar.
-Yuzu, no me pidas que pare ahora. Te lo dije, mi mamá está en el hospital y no le dan mucha esperanza. El bobo de Han quiere que vaya, y claro que iré.
-¿Puedo preguntar cómo saldrás de aquí? Los vuelos están limitados.
-Han tiene conocidos igual de billetudos que él. En una hora un avión privado me estará esperando en el aeropuerto. Lo tomo, me llevan y todo el trayecto rezo de que mi madre no se muera antes de que llegue porque eso será lo más horrible y patético de mi vida.
Aún así no paró y por su tono, sabía que estaba estresada de un modo muy extraño. Parecía estar pensando en todo y nada a la vez, y estaba ausente, como si su mente se hubiera desconectado y no pensara en el motivo en sí por el que iría. Y sabía porqué, se derrumbaría si se paraba a meditarlo.
-Es peligroso. Sé que es tu madre, pero tú casi mueres por eso mismo.
-¿Sugieres que me quede aquí sentada y esperer un milagro o una mala noticia?- preguntó en tono grave.
-No- caminé hacia donde tenía una maleta que en realidad no estaba del todo desempacada -. Significa que no irás sola.
-¿¡Q... Qué!? Yuzu, tú no puedes estar viajando. Tienes la maldita pata rota y asma.
-Y tú eres una terca peor que yo y no piensas con claridad, conozco esa cara tuya, es la misma que cuando te sobrepasan las cosas pero igual quieres fingir que tienes el control.
-Eso no...
-Sabes que tengo razón. Déjame acompañarte, sólo quiero cuidar de ti mientras te preocupas por alguien más- la noté suspirar pesadamente a la vez que me acercaba.
-Te odio, Hanyu. Te odio como no tienes idea.
-No es cierto, e igual no me importaría- posé la mano en su mejilla y luego en su nuca para atraerla y abrazarla.

***

Poco más de una hora después estábamos despegando y desde ese momento, Jaz no dijo una sola palabra. Estaba algo ausente, pensativa, pues reaccionaba a lo demás. Estaba muy preocupada; y lo que me preocupaba a mí, parecía estar muy confiada en que todo se solucionaría... O habría aceptado ya lo peor.
Durante todo el vuelo, la abracé y reconforté un poco, mientras que al llegar nos llevaron de inmediato al hospital. Ahí estaba Han.
-Háblame, Han. ¿Qué ha pasado?
-Está en terapia intensiva, está esperando por verte... Por verlos a ambos.
-¿Sabía que vendría?
-Ella me lo pidió... Y creo que en verdad debías venir.
Para entrar, nos pusieron trajes completamente sellados y ni siquiera nos permitieron entrar a la habitación sino que en el área covid había una zona neutra donde al otro lado de un cristal Angela estaba conectada a los diferentes aparatos y monitores.
-Mamai- murmuró Jaz posando la mano en el cristal cuando la mujer alzó la mano para saludarla. Le dieron un auricular que enlazaba al teléfono de la habitación que sostuvo en medio de ambos.

 Le dieron un auricular que enlazaba al teléfono de la habitación que sostuvo en medio de ambos

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Cygnus: El trazo del hielo --- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora