Cisne negro, Cisne blanco

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Hola humanos :) hoy les traigo un poco de conflicto que espero disfruten n.n

-No sabía si te vería aquí- fue lo que le dije a Yuzu cuando me acerqué. Le tendí la mano para ayudarlo a levantarse. El tacto se sentía tan real que me cuestioné si seguía imaginando todo.
-Tampoco sabía si te vería, pero tenía la esperanza de que así fuera.
-¿Por?
-Estás alucinando. Pese a que no representa un riesgo, tienes menos oxigenación a la sangre y al cerebro. Y supongo que alucinar te lleva a ver cosas extrañas.
-Dentro de mi propia alucinación, eso es lo único coherente que he escuchado. Y vaya que he visto cosas raras. Pero verte a ti... Me reconforta-me dio una de sus miraditas tímidas y extendió los brazos hacia mí.
-Ya, sé que quieres hacerlo- al abrazarlo de golpe, incluso se escuchó el choque de nuestros cuerpos. Lo abracé muy fuerte, temiendo que ese sueño fuera la última vez que pudiera hacerlo. Recordaba ya lo ocurrido en el bar y tenía miedo de reaccionar y darme cuenta que él, mi Yuzu, no estaba ahí -. Vaya, estás temblando.
-Tiemblo de impotencia, Hanyu. Porque esta es la memoria del Yuzu adorable que conocí, el que era mi lugar de paz. Antes de arrastrarlo al caos.
-No digas eso, no creas esa tontería de que corrompiste al rey del hielo.
-¿Que no lo crea?- pregunté separándome ligeramente para verlo a los ojos -. Te destruí emocionalmente, te hice tocar fondo, estás en conflicto por causa mía. Porque nos aferramos a lo que nos lastimaba.
-Jaz, que la gente me conociera públicamente como un chico dulce y virginal no significa que fuese un santo. Soy humano y lo fuiste descubriendo en los dos años que tenemos de conocernos. Me enojo y me frustro, tengo deseos carnales, tengo altibajos, puedo explotar de felicidad tanto como no imaginarían de alguien de mi cultura. Y sobre todo, me equivoco. Aunque tú me venerases y consideraras perfecto, igual que como lo hace el fandom, no soy un dios, soy terrenal como cualquier otro.
-Ya sé, pero... Me cuesta tanto no imaginar que yo provoqué toda esa ola de cosas. Escándalos y ponerte en el ojo público más de lo que te gusta.
-Pues sí lo causaste, pero me trajiste a la vida. Era tan monótono que quería abandonarlo. Y le diste emociones a mi vida- comenzó a caminar hacia el edificio que estaba más allá, me di cuenta que era el TCC. Le di alcance para no perder detalle de su habla -. Me sentí vivo cuando te conocí.
-Quizá demasiado vivo, has estado en el ojo del huracán constantemente por todo esto. Y tú querías paz, en tu carrera y vida personal. Desde que te conozco has querido retirarte y posiblemente alejarte del ojo público.
-Pero no lo hice. Y hay algo que está en tu memoria y ahora podrías entenderlo.
-¿Qué cosa?
-La primera semana luego de llegar a Japón, me encontraste hablando por teléfono.
-Sí, luego de cortar me dijiste que era Nanami-san. Me quedé en la habitación y me disculpé contigo por ser invasiva pero no me sentí mal porque en ese entonces no entendía una palabra de lo que dijiste. Lo privado se quedó privado.
-Pero ahora ya lo entiendes a la perfección- fruncí el ceño y recordé algunas cosas.
-Le hablaste sobre retirarte.
-Fue de las influencias más fuertes en mi carrera y quería su opinión en vista de que estaba fuera de mi equipo y sería objetiva.
-En ese momento estabas decidido. Ya eras SuperSlam, lograste todo.
-Menos el 4A... En ese momento lo veía improbable, no como una meta real. Y hubo un momento...
-Sí, me sorprendiste viendo una de tus medallas que por alguna razón estaba en tu escritorio y al notarte, me reí y fui a colocártela en el cuello.
-¿Recuerdas lo que dije entonces al teléfono?- me concentré en recordar y si bien no tenía claras todas las palabras, pude recordar el mensaje.

知ってますか?引退は忘れて。 1番のファンに見せたいものはまだある

-"¿Sabes qué? Olvida el retiro. Aún tengo más para mostrarle a mi fan número uno"- alcé la mirada hacia Yuzu, quien sonreía de lado.
-Aún deseaba mostrarle al mundo tu LMEY y H&E. Fui por ese quinto título y aunque tuviera que renunciar al título del mundial, yo sé que habría vencido a Nathan. Y lo sé porque ahora te creo, nunca perdiste la fe en mí- le tomé la mano para hacerlo detenerse.
-Tu patinaje me salvó muchas veces. Si algo jamás perdí fue la fe en ti.
-Confías mucho en alguien más, ¿por qué no confías igual en ti?
-¿Para?
-Tienes muchas cosas en la mente y no llegas a ninguna parte dándole vueltas a lo que no está de tu lado. Confía más en el proceso.
-Pero si no siento la certeza de al menos una parte del resultado... Tengo miedo de actuar.
-Amor, una de las cosas más bellas que tienes es que actúas por instinto y usualmente funciona. No te pierdas a ti misma por pensar que debes cambiar algo. Y en todo caso, te funciona el que hagas las cosas "Porque quieres".
Se adelantó y me instó a entrar al edificio sosteniendo la puerta abierta.
-¿Qué veremos aquí?
-Nada en realidad, soy parte de tu imaginación. Te llevo a donde tú quieres ir.
-No sé a dónde ir, al menos no conscientemente. Extraño el TCC, y eso que sólo estuve ahí unas veces. No imagino cuánto lo extrañas tú.
-Un poco. Pasé mucho tiempo aquí pero al final lo que duele es que no fui yo quien decidió irse. Detonó la pandemia y decidí a partir de eso. Sienpre que quiera puedo volver, aunque las cosas se pusieran tensas luego de todo lo que pasó con los entrenadores.
-Pero hiciste lo que querías, al final del día.
-Aprendí de ti- intercambiamos una sonrisita y avanzamos por todo el complejo. Recordé tantas cosas que nos pasaron ahí y me gustó estar en silencio con el Yuzu de mi mente porque sabía que no se necesitaban palabras para estar bien y entendernos. Así éramos nosotros. En cierto momento salimos de vuelta a los jardines y se puso una chamarra que no sé de dónde sacó pero claro, todo era un caos ilógico en ese momento -. Hace frío, ¿no?

Cygnus: El trazo del hielo --- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora