La apuesta del GP pt. 2

67 6 35
                                    

Hola humanitos, he vuelto n.n esta segunda parte de la apuesta no
la hice consecutiva a la primera porque había mucho en el intermedio yyy porque me inspiré demasiado con eso otro y se llenó jajaja

Sentía la mirada de Yuzuru clavada en mi nuca y no sabía qué hacer.
-Me preguntaba si ya estabas lista. Habría enviado un mensaje pero Nam no me quiso pasar tu número. Dijo que me recibirías con un taconazo en la frente por ello- inevitablemente eso me causó reír.
-Sí, sólo... Dame un segundo- cerré la puerta sin esperar a que me respondiera.
-¿Vas a huir por la ventana? Es el décimo piso, no resultará a menos que sepas volar y no me lo hayas dicho- le di un empujón a Yuzu tal que terminó tumbado en la cama riéndose.
-Ríete lo que quieras, tú no vas a llegar con el tipo que se pavoneará de llevarme con él.
-Lamento que tengas que hacer esto por la ridícula guerra de testosterona.
-No es tan malo, él no me cae mal. Odio su actitud, es diferente- tomé mi cartera y justo al llegar a la puerta y abrir un poco, me detuvo del brazo. Mi voz fue un susurro -. ¿Qué?
Me tomó el rostro y me plantó un beso que me hizo sonrojar violentamente, no por que estuviésemos medianamente a la vista de Nathan sino por la intensidad que involuntariamente me dejó jadeando.
-Te veré allá- asentí antes de darle otro beso muy corto y salí al pasillo. De inmediato comenzamos a caminar.
-Se te corrió un poco el labial- informó Nathan tocando su propia boca para indicarme dónde.
-Gracias, je.
-Mhm, no queremos que te estén preguntando- hubo silencio, hasta incómodo -. Ah, te traje esto.

Fruncí el ceño al detenernos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fruncí el ceño al detenernos. Sostuvo a la vista un discreto tocado, de esos como de graduación. Dejé que me lo pusiera, tuvo que ir sobre la férula.
-Gracias, es bonito. Yo no te traje nada.
-No importa, ni siquiera tendría motivo pero... Como sea- reanudamos la marcha, noté que se había puesto sumamente nervioso. Pulsó el botón del elevador y esperamos -. Por cierto, ¿qué te pasó?
-Mi hermanastra creyó que podía volar y me tiró del segundo piso- se rió pero hizo el intento de parar.
-¡Perdón, perdón! Es que lo dijiste con tanta gracia. JAJAJAJAJA.
-En realidad ya podría quitármela, creo. Ya puedo mover la muñeca sin dolor. Iré al doctor en cuanto vuelva a Toronto- entramos a la cabina y esperamos a bajar.
-Jamás te pregunté sobre tu familia.
-Ni yo de la tuya, así es el sexo casual. No preguntas por la familia.
-Jaz, a estas alturas sé que tengo cero oportunidades contigo. Al menos quisiera que fuéramos amigos- me le planté de frente cuando intentó salir del elevador.
-Puedes empezar diciéndome por qué cabrear a Yu con tus comentarios. Ya que estamos en eso de limar asperezas.
-Supongo que fueron celos. Lo siento- yo negué.
-Discúlpate con él. Yo sólo soy moneda de cambio- asintió aceptando, y me ofreció su brazo. Lo tomé no sin cierto recelo. Caminamos hacia el salón principal donde habían montado la recepción y de inmediato nos abordó gente de los medios que eran significativamente más que en el Skate. Mentalmente me abofeteé y de paso a Nate. En esta ocasión no podía pasar desapercibida.

Cygnus: El trazo del hielo --- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora