Altar

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Hola humanos :) he vuelto con más de esta escena intensa de KJ. Disfrútenlo n.n

PDV: Yuzuru
Carlo estaba gritando cosas en irlandés mientras conducía en cuanto le dijeron que cierta persona, o sea Jazmin, no se quedó donde debiera, varias de las cuales sabía eran maldiciones porque había escuchado a Jaz decirlas muchas veces.
-Estoy entrando al puente Koremasa en el área de Inagi- dijo en el celular -. No hagan nada hasta que quite a Jaz de...- hizo una pausa cuando el auto donde viajaba Kai era rafagueado. Nos vimos obligados a frenar al tiempo que el vehículo daba volteretas y rompía la barda de contención para irse por la borda -. Equipo de rescate, los necesito en mi ubicación ahora. Díganme que Jazmin no viajaba con él.
-No, ella está en el auto beige de atrás y...
-¡Carlo!- exclamé cuando vi a Jaz bajarse del auto. Y la vimos correr. Nos bajamos a como pudimos con la incertidumbre de lo que haría.
-¡No, no, no, no, no!- se iba quitando de encima la sudadera, el cabestrillo y los zapatos mientras corría al borde del puente... Y saltó -. ¡NOOO! ¡Esa bruta, está oscureciendo y no ve lo que hay debajo!
-¡JAZ!- yo ya me había echado a correr al lugar de donde veníamos en auto para bajar hasta la orilla pero aún escuché a Carlo gritarme y venir detrás.
-¡Yuzuru!

PDV: Jazmin
La caída de unos 12 o 15 metros me dolió mucho en los pies pero aproveché el impulso con el que entré al agua para continuar la sumersión. Nadé rápido hasta llegar al vehículo que si bien ya no se seguía hundiendo porque el río no era tan profundo en esa área, sí llevaba unos segundos más bajo el agua. Con todo y lo que mi visión era borrosa en el agua y la creciente oscuridad, noté que el conductor y el custodio en el asiento de copiloto estaban muertos, con ojos abiertos y cuerpos flojos. Identifiqué perfectamente a Kai en el asiento trasero y golpeé el medallón del auto para captar su atención.
-¡Jazmin!- exclamó con el poco aire que quedaba dentro del auto porque se estaba llenando -. ¡Idiota! ¿Qué haces...?- tosió el agua que tragó y pegó la cara al techo -. ¡Sal de aquí!
Lo ignoré, yo le estaba pegando cachazos al cristal con el arma pero sin resultados. No tenía suficiente fuerza para vencer el blindaje.
Cuando decidí que necesitaba oxígeno, me di la vuelta para subir y encontré a Yuzu. Lo empujé del pecho y le señalé hacia arriba, tenía que irse. Él negó y vi lo que traía en la mano. Una llave L para las refacciones. Yo asentí y le señalé que tenía que respirar. Subí por aire y de regreso lo vi golpear el cristal hasta que este cedió y jalamos fuera a Kai a quien le tuve que pasar aire.
A medio ascenso, Carlo nos encontró y nos quitó a Kai para subirlo por nosotros. Al salir a la superficie, dimos una gran respiración y en mi caso tosí muy fuerte porque el agua se me había metido ya por la nariz.
-Jaz, te tengo- me dijo Yuzu atrayéndome y volteándome bocarriba para aunque tosiera, no tragara más agua y le fuera más sencillo moverme en el agua -. Ya te tengo.
Me sacó entre cargando y arrastrando, el dolor de mi herida reciente y el esfuerzo me hacían tropezar. Cuando vi a Carlo dejar a Kai en la orilla, todos vimos con total horror que mantenía la mano presionando el lado de su cuello y aún así salía sangre a borbotones. Carlo se acercó a mí y habló muy bajo.
-Perdona, pulga. Ni aunque los servicios médicos estuvieran aquí se salvaría. Será mejor si... Si te quedas con él ahora- para mi sorpresa, cuando evadí a Carlo para ir donde Kai yacía, Yuzu estaba inclinado a su costado. Lo tenía aferrado del cuello de la playera y escuchaba atento. Sólo asintió y se apartó.
Me arrodillé junto a él y le apreté la mano.
-Eres una demente- murmuró.
-Dime algo que no sepa- su respuesta fue una sonrisita de lado.
-Busca en mi departamento, ahí encontrarás lo que te prometí.
-Dices eso sólo porque no te quieres ir con deudas. Pero ambos sabemos que... Lo que me ofreciste ya no tiene caso.
-No lo tendrá si... Si dejas que todo muera- apretó mi mano y tiró de ella para acercarme y hablar en mi oído -. Le prometiste a Yuzu un Para Siempre, cúmplanlo.
-KJ, es que no...- al incorporarme, vi sus ojos entrecerrados y la fuerza de su mano desapareció -. Kai. Kai, no juegues con eso- lo sacudí por el hombro, cada vez más duro, pero nada -. Kai, no... No. No te vayas- había comenzado a llorar sin darme cuenta hasta que me faltó el aire. Apreté su mano entre las mías y pegué la boca a los dedos -. Por favor no- me incliné y pegué la frente en su hombro -. Merecías más que esto.
Pasó un rato para que finalmente levantaran el cuerpo y sacaran el auto con los cuerpos de los otros dos agentes; a nosotros nos revisó el equipo médico pero estábamos ilesos salvo por moretones. Supe también que los atacantes iban en una moto, la cual se impactó con otro auto y salieron despedidos por los aires. Murieron también.
Mientras tanto, aunque Carlo estaba aliviado de que estuviera bien, me regañó por haber actuado como hice pero poco me importó, yo estaba ahí ausente sin notar que para ese momento ya pasaba de la medianoche.
Me hizo reaccionar que mientras me acurrucaba con la manta térmica que me dieran los paramédicos, Yuzu llegó a sentarse a mi lado en la caja de la ambulancia.
-¿Estás bien?- yo sólo suspiré sin alzar la mirada, pero sí noté cuando me ofreció la mano, la cual tomé porque necesitaba de él pese a que tuviera miedo de pedirlo -. Lo que hiciste fue muy valiente.
-Pude morir también. No soy valiente, soy idiota y errática.
-Y de haber sido posible, eso habría salvado a Kai- suspiré y ladeé la cabeza, apoyándola en su hombro para su total sorpresa.

Cygnus: El trazo del hielo --- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora