favorite crime [Remus Lupin]

quarante - quatre

Rosaline.

[CAPÍTULO SENSIBLE, solo para mayores de 18 años, si continúas leyendo, va en tu responsabilidad como lectxr.]

Quedé totalmente sorprendida mientras Remus literalmente me devoraba la boca dentro de mi habitación.

Pero si soy sincera, no me quería quejar.

—¿Qué...qué estás haciendo aquí?—Pregunte con la respiración acelerada una vez que dejamos de besarnos.

—Muffliato, antialohomora...Solo vine a hacer lo que debí hacer hace años atrás, amarte y no dejarte ir jamás—Respondió Remus lanzando hechizos a la puerta.

—Remus...—Dije suspirando.

—Por favor Rosie....jamás debí irme, jamás debí dejarte. Solo quiero estar a tu lado—Dijo Remus besando mi cuello.

—Es complicado Remus—Dije nerviosa.

—Entonces solo dame una razón entonces, un motivo para que tú y yo no lo intentemos otra vez...solo uno—Dijo Remus mirándome.

Respire profundamente, ¿había una razón?

—Se que lo arruine todo y lo lamento. No tengo ninguna excusa sobre lo que te hice, fui un cobarde y lo acepto, pero me niego a dejarte ir otra vez, no lo haré—Dijo Remus.

Miré sus ojos, los ojos de mi lobito...

—Nos aclararemos, seré el hombre indicado para ti. No estamos rotos aún...podemos amar otra vez, no quiero amar a otra mujer, solo a ti—Dijo Remus acariciando mi rostro.

Sonreí, no había pensado en otro hombre que no haya sido Remus por 12 años. Si, la había cagado, pero no quería dejarlo ir, nos había costado tanto estar juntos, que no podía dejar ir esta oportunidad.

No cuando lo tenía frente a mi pidiéndome que lo ame.

DISCLAIMER: leer bajo su propia responsabilidad.

Tomé el rostro de Remus y lo besé con pasión, con necesidad, con anhelo.

La agonía de su ausencia había tomado mi cuerpo por completo y ahora solo lo necesitaba a él.

Necesitaba a Remus.

Remus se acosto en mi cama, mientras yo estaba encima de él.

Sus manos pasaban por todo mi cuerpo, como si quisiera memorizar cada parte de él.

Quitó con suavidad mi camisa con tirantes, dejándome al descubierto frente a él. Sus dedos parecían quemar mi piel a medida que él me acariciaba, dejaba besos por todo mi pecho, besando cada lunar que pudiera encontrar.

Quite su chaqueta de cuero café, Remus quito su camisa con desesperación, dejándome ver sus cicatrices.

—¿Recuerdas cuando curaste esta herida?—Pregunto Remus.

Pase mis dedos con cuidado por las cicatrices ya curadas, pero que quedarían ahí.

—Fue cuando descubrí lo que eres—Respondí sonriendo levemente.

—Lo que más me daba miedo era que lo supieras...jamás nadie se lo había tomado tan bien—Dijo Remus sonriendo.

—Bueno, para empezar estabas herido. No era momento de actuar de otra manera—Dije riendo un poco.

—Aunque necesitaba otra cosa—Dijo Remus.

—¿Cuál?—Pregunte.

—Un besito tuyo—Respondió Remus sonriendo mientras tomaba con cuidado mi mentón.