favorite crime [Remus Lupin]

soixante - neuf

Rosaline.

Miedo.

Eso es lo que más puedo recordar.

Miedo.

Algo que hace años no sentía, había vuelto en mi.

Me había confiado de las situaciones y no había puesto atención, había confiado en que Harry estaría bien siempre.

Y no lo estará.

Recuerdo perfectamente los gritos, como la gente corría, como Harry soltó mi mano al irse corriendo con los demás.

Como perdí de vista a Tessa, a Jack, a Emma y a Harry.

Como Remus gritaba mi nombre desesperado.

—La tía de Harry Potter es un tesoro muy apreciado...—Murmuro ese hombre de ojos locos.

De mirada perdida.

Servidor del Señor Tenebroso.

—Suéltame hijo de perra—Dije furiosa.

—Esa boquita...—Dijo el divertido.

Las imágenes volvían en mi cabeza, no paraban de mostrarme los hechos sucedidos en la noche del Campeonato.

Hice de todo para que Harry tuviera una noche feliz.

Y ellos lo arruinaron todo.

Puedo sentir nuevamente como mi pie golpea en pie del hombre, como le enterré una piedra en sus genitales.

Corrí tan rápido, jamás había corrido tanto, estaba desesperada. Estaba asustada, aterrada, solo quería ver a Harry.

Y me lo encontré cuando la marca tenebrosa resplandeció en el cielo.

Y el ridiculo Ministro de Magia lo culpo en una primera instancia.

Y el nombre salió de la boca del señor Weasley.

Mortifagos.

Desperté, observé como Remus dormía a mi lado, tratando de abrazarme.

Toque mi rostro, estaba llorando.

Harry se fue a Hogwarts hace 3 días y no paro de revivir por las noches el momento del Campeonato, cuando los mortifagos irrumpieron en mitad de la celebración, lanzando esa marca al cielo.

No puedo parar de recordar las manos de ese desgraciado en mi cuerpo.

Y no puedo parar de sentir miedo.

Me levanté con cuidado de la cama, sin gana alguna de despertar a Remus.

Me senté frente a la ventana de mi habitación, observando como la luna estaba a la mitad, resplandeciente en el cielo.

Trate de abrazarme a mi misma, traté de calmarme para no llorar.

Para no derrumbarme una vez más.

—¿Cariño?—Escuche la voz de Remus detrás de mi.

—Perdóname, no te quería despertar—Dije en un susurro.

—Cariño, estas temblando—Dijo Remus acercándose a mi.

Remus me rodeó entre sus brazos mientras yo seguía sollozando.

—Se que no te sientes a salvo Rosie, pero te prometo que todo estará bien—Dijo Remus.

—Tengo tanto miedo Remus—Dije llorando.

—Se que lo tienes mi amor, se que lo tienes y que sientes que todo está mal. Pero te prometo que estaré contigo—Dijo Remus.