favorite crime [Remus Lupin]

quatre - vingt - deux

Rosaline.

—Haz caso—Dije mirando a Harry.

Miré como Harry subía las escaleras de la casa de Sirius.

Me puse a ver retratos de la familia Black, la familia de Sirius, jamás había estado en su casa, el huyo de ahí cuando era joven, recuerdo que me lo había contado.

Tengo entendido que el siempre odio a su familia y los principios que ellos mantenían, que era sobre la sangre pura en la familia, eran seguidores de los ideales que Lord Voldemort quiere perpetuar.

Y Sirius odio eso toda su vida.

—Ven cariño, te estaban esperando—Dijo la señora Weasley sonriéndome.

Camine adentrándome al salón del cual la señora Weasley había salido antes, para encontrarme a mi mejor amiga abrazándome con fuerza.

—¡Tessa!—Exclame sorprendida.

—Se que te sorprende, pero estaba haciendo las compras cuando me hicieron venir hasta acá, ¿estás bien? debió ser horrible el ataque del dementor—Dijo Tessa.

Observe que Jack también estaba en el salón, Emma debe andar por ahí.

—Te juro que jamás había visto una cosa peor—Dije caminando.

Salude a Jack, a Tonks una chica que esta recién graduada de aurora, es sobrina de Sirius, a Kingsley, a Alastor, al señor Weasley y a Severus.

—No pensé que te vería aquí, es bastante raro debo admitir—Dije.

—También es un placer verte Rosie, siempre lo es—Dijo Severus sonriéndome.

—A 6 metros de mi Rosaline, Quejicus—Dijo Sirius tomándome por los hombros.

—Oye no actúes así conmigo, además tu me debes algo Canuto—Dije mirando a Sirius.

—¿Qué cosa lindura?—Pregunto Sirius sonriendo.

Le di un golpe en el brazo.

—¡Oye!—Exclamo Sirius.

—Eso fue por jamás decirme la verdad—Dije.

—¿Qué verdad Rosaline?—Pregunto Sirius.

—Oh pues que eras inocente—Respondí cruzándome de brazos.

—Vamos se que puedes perdonarme—Dijo Sirius sonriéndome.

—Será mas difícil que eso—Dije mirándolo.

—Pero preciosa, ¡me dejé el vello solo por ti!—Exclamó Sirius haciéndome tocar su barba.

Me puse a reír mientras el me hacia sentir su barba, realmente extrañaba a Sirius, el me mantuvo abrazada hasta que una voz me hizo temblar como siempre.