quatre - vingts

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Rosaline.

Suspire mientras terminaba de ordenar mi habitación, observando que el reloj colgado en mi pared marcaba las 6 de la tarde y el calor seguía siendo horripilante.

Cada vez que me siento mal conmigo misma organizo todo en mi cuarto.

Harry no ha estado bien, no se ha podido recuperar de la muerte del joven Cedric.

Y obviamente es algo normal, es solo un muchacho que ha pasado por cosas horribles, pareciera que todos mis esfuerzos por mantenerlo a salvo simplemente no son suficientes.

Camine fuera de la casa para ver a Harry sentado en un columpio.

—¿Estás bien pequeño?—Pregunte acercándome a el.

Para ver como sostenía el diario de El Profeta entre sus manos, donde dicen claramente, "Harry Potter, el niño que miente".

Se lo arranque de las manos y lo queme con mi varita.

—Adoro que valores tanto mi privacidad cuando quiero leer cosas—Dijo Harry sarcástico.

—Respeto tu privacidad sin preguntar sobre qué estas leyendo, pero re afirmo mi autoridad quemando el papel de todos modos—Dije sonriéndole.

Harry me sonrió de regreso.

—No tienes que fingir conmigo—Dije mirándolo.

Tessa, Emma y Jack no están aquí, salieron de compras.

—Desearía estar en los zapatos de un chico normal por solo unos segundos—Dijo Harry.

—No eres un chico normal Harry, pero no por eso significa que sea algo malo—Dije.

—¿No puedo...solo fingir que soy tu hijo?—Pregunto Harry mirándome con los ojos llorosos.

El corazón se me encogió.

—Tu eres mi hijo—Dije abrazándolo.

Harry sollozo un poco entre mis brazos, hasta que de repente todo se oscureció, el calor infernal que estaba haciendo desapareció.

El cielo se oscureció en un segundo y una ráfaga de viento nos envolvió.

—¿Qué esta pasando tía Rosie?—Pregunto Harry confundido.

—No tengo idea...—Respondí confundida.

Harry tomo mi mano mientras nos refugiábamos debajo de la terraza en el patio, mientras las nubes se ponían más negras y empezaba a llover.

—¿Me puedes explicar por qué no entramos en la casa?—Pregunte.

—Algo está pasando tía, puedo sentirlo—Respondió Harry.

—No me digas Sherlock—Dije mirando el cielo.

—No uses ese tono conmigo—Dijo Harry.

No le respondí nada al sentir una presencia detrás de mi, me giré para mirar hacia atrás y me encontré con una capucha negra.

Un dementor.

—¡Mierda!—Exclame mientras que el dementor me sujetaba y me colocaba en contra de uno de los árboles.

Harry me miro completamente asustado.

—¡HARRY CORRE!—Exclame mirándolo.

Harry reaccionó pero no de la manera que yo quería, saco su varita para tratar de ahuyentar al dementor.

Pero no contábamos que vendría otro.

El dementor empezó a sacar la felicidad de mi ser, siento como si me desgarrara algo.

favorite crime [Remus Lupin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora